Temporada de Reproducción - Capítulo 61

Yasamin sabía que era encantador. También sabía que era guapo.

Cada vez que lo usaba, Siren le acariciaba la cabeza en silencio, aunque le resultara un poco irritante.

Era mejor así que llorar y patalear para pedir amor.

 

—Yasamin. Vamos a buscar un lugar para hacer el lago.

—¿Un lago?

—Para la gente.

 

Ya no era necesario que estuvieran allí, así que Siren y Yasamin salieron lentamente.

Las calles del sur, que eran solo caminos de tierra, estaban desiertas.

Solo se escuchaba el sonido de la gente comiendo el pan que había recibido, esparcidos por todas partes. Tampoco se oía el sonido de los insectos.

No era precisamente el ambiente más adecuado para una cita.

Aun así, Yasamin parecía contento de simplemente estar juntos.

 

—¿Cómo harás el lago?

—Hay un lugar donde fluye agua subterránea, ¿verdad? Excavaremos esa tierra para que el agua se acumule. Y luego haremos llover para llenar los espacios vacíos.

—Ah, ¿entonces el agua circulará siguiendo los acuíferos subterráneos?

—Así es.

 

Las casas con paredes de tierra eran todas feas. Ella no perdió la oportunidad de observar el paisaje del sur, infinitamente más pobre que Wilke.

 

—¿Hasta dónde has llegado con la limpieza de los infectados?

—Hemos construido una barrera no muy lejos. Hay un lugar adecuado para hacer un lago cerca de allí. ¿Quieres ver la barrera primero?

 

‘Esta es la primera vez que tengo una cita así’

Aunque era bastante inusual, Siren asintió.

La última vez solo había sentido miedo al ver a los infectados. Esta vez quería verlos correctamente.

 

—¡Lealtad!

—¿Cuál es la situación?

—¡No hay problemas!

 

La pared era bastante alta. Lo suficientemente alta para que los infectados no pudieran escalar.

Había un puesto de guardia encima, y los guerreros que vigilaban, al ver a Yasamin, lo saludaron de inmediato.

 

—Se ha detectado un gran número de infectados en la puerta norte, pero no hay nada inusual.

—Entendido. Vamos a la puerta norte. Se puede ir caminando por aquí.

 

Infectados cubrían el horizonte sin fin.

Aunque no había cerca de la puerta, estaban dispersos a lo lejos como manchas de hollín, por lo que Siren los observó mientras caminaba.

 

—Son más lentos de lo que pensaba.

—Porque no hay estímulos. Si les lanzaras un trozo de carne fresca, te arrepentirías de esas palabras.

—……

 

Ella se dio cuenta de su desliz y se calló.

‘Sí, cuanto más lentos sean los infectados, mejor’

 

—¿Dijiste que todo el sur estaba así?

—Para ser exactos, solo la tierra donde vivían las clases dominantes era segura. Las casas de las clases dominantes y sus alrededores. El resto estaba cubierto de infectados.

—Impresionante. Lo expulsaste todo y creaste un lugar perfectamente seguro.

 

Yasamin se encogió de hombros ante el cumplido de Siren. Fingía que no, pero se le notaba la sonrisa de satisfacción.

Era como si viera la ilusión de tres colas moviéndose vigorosamente.

 

—Genial, excelente.

 

Con solo una o dos palabras más, Yasamin puso una expresión muy engreída.

‘En momentos como este, realmente parece mucho más joven’

Mientras él se jactaba de lo difícil que había sido la limpieza de los infectados, Siren buscó un lugar adecuado para excavar el lago.

 

—Sei. Así que… ¿me escuchas?

—¿Eh? Sí.

—Mentira. No me estabas escuchando.

 

La voz de Yasamin, que venía detrás, se hizo más grave.

Ella se detuvo bruscamente y se dio la vuelta, viendo a Yasamin a cinco pasos de distancia.

No la había seguido desde algún momento.

 

—… Si seguimos así…

—…….

—Algún día, me convertiré en tu primero y único.

 

No era realmente una pregunta. Era un deseo.

O tal vez una obsesión tan sombría que sentía que debía ser así.

 

—Si llego a amarte, serás mi primero.

—¿Y si no queda nadie en este mundo, seré el único?

—Si haces algo así, no te perdonaré. Dejaré incluso este cuerpo y me convertiré en parte de las constelaciones para que no puedas encontrarme. Así que tenlo claro.

 

Cuando ambos tienen un ego fuerte, suceden cosas como estas.

Su tono de voz es suave, pero el contenido es firme. Ninguno cede, pero tampoco quieren herir al otro. Así que, al final, la conversación se queda en la superficie, sin avanzar.

Siren suspiró para sus adentros, sintiendo que la buena atmósfera que había hasta ese momento se había enfriado.

‘Parece que el amor ni siquiera ha comenzado… ¿Qué voy a hacer?’

 

—Yasamin. Primero tenemos que aprender a amar.

—Yo ya creo que te amo.

—No me refiero a imponer tus sentimientos. Me refiero a cuidarnos más el uno al otro. A pensar más en la perspectiva del otro. Eso es amor.

—Eso ya…….

 

Yasamin se mordió el labio mientras hablaba.

Ver el ligero enrojecimiento alrededor de sus ojos me dolía el corazón sin razón.

‘Sí, desde tu punto de vista, te estás conteniendo mucho. Pero desde mi punto de vista, es lo mismo. Estoy cediendo lo suficiente’

Ambos son tan torpes.

¿Qué podemos hacer si no hay nadie que sea hábil?

Simplemente chocar y pasar el tiempo.

 

—Ven aquí.

 

Aun así, el dueño debe ser el primero en extender la mano.

 

—Vamos. Yasamin.

—No. Ven tú.

—¡Qué malhumorado!

 

Ella se acercó a Yasamin, que tenía la cabeza ladeada, y lo abrazó por su fuerte pecho.

 

¡Bum, bum!

 

Podía oír los latidos de su corazón.

No importa cuánto se quejara, era inútil. El cuerpo es honesto.

El sentimiento que tiene por ella está ahí dentro.

El latido del corazón que no podía sacar a la realidad, pero sí escuchar.

Después de escuchar atentamente durante un largo rato, se dio cuenta de que el suyo no latía con la misma intensidad.

 

—Sei.

—¿Sí?

—Yo… tenía curiosidad por saber si eras Aquafuran. Pero, por otro lado, esperaba que no lo fueras. Me odiaba por desear que no lo fueras. ¿Sabes lo que siento?

 

Honestamente, no.

No tenía ni idea de lo que decía.

Pero como no podía decir eso, Siren guardó silencio.

 

—Significa que quería amarte plenamente sin odiarte.

 

Yasamin, al darse cuenta de que ella no había entendido, sonrió con amargura.

Después de eso, ninguno de los dos dijo nada más.

Ambos tenían sus pensamientos complicados.

Parecía una pareja a punto de separarse, aunque aún no habían comenzado.

Si el amor fuera una vela, ya se habría derretido.

Pero como aún ardía, solo era conmovedor.

‘Yo no puedo pensar solo en ti porque tengo a mi pueblo en mente, tú solo me miras y anhelas mi atención’

Siendo tan paralelas, ¿podríamos alguna vez cruzarnos?

¿Qué tipo de catalizador se necesitaría para que el amor surgiera?

 

—¿O no? ¿Será que el problema fue intentar algo como el amor…?

 

Quizás el odio habría sido una emoción más adecuada entre nosotros.

El camino que recorría, señalando con la mirada el lugar para excavar el lago.

Ella murmuró para sí misma, sin saber qué expresión tenía el hombre sumido en la sombra alargada.

 

 

 

 

 

 

⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅

 

 

 

 

 

 

Esa noche, Yasamin se levantó desaliñado y, desnudo, se acercó a la mesa para beber agua.

La luz de la luna bañaba de forma extraña sus glúteos, que se alzaban de manera atractiva.

Desde allí, la forma de su columna y los músculos de su espalda parecían una escultura bien esculpida.

 

Glug, glug.

 

Al tragar agua, su nuez de Adán masculina se movió de forma pronunciada.

Echó una mirada al espejo, donde se reflejaba su propia imagen, y luego soltó una risita.

 

—Qué imbécil.

 

Una locura flotaba en sus ojos de color verde oscuro mientras murmuraba en voz baja. Extrañamente, su atmósfera era completamente diferente a la de antes.

 

—……

 

Siren, dormida, respiraba suavemente.

‘Está despierta, pero finge dormir’

En la oscuridad, los ojos del hombre brillaban como los de una bestia.

El cuerpo desnudo de la mujer, oculto bajo una fina manta, era excesivamente provocador. Solo con mirarlo, su parte inferior se erguía.

Su orgullo estaba herido porque él estaba tan loco por ella y ella no. Al mismo tiempo, sentía tristeza, una tristeza que le llegaba al alma.

 

«¿Cómo puedo hacer que me ames?»

«¿Cómo puedo hacer que no me abandones más?»

«No puedo vivir sin ti.»

«Quizás sea mejor que me odies… No sería malo ser tu único odio en lugar de tu único amor.»

 

Al final, ¿no se convertiría así en una existencia que nunca podría olvidar?

Sí, tal vez el problema fue intentar algo tan ingenuo como el amor.

 

—El amor es una emoción que se puede posponer según la situación, pero el odio y la venganza son emociones que se priorizan por encima de todo.

 

¿No es ridículo?

Pensar que las emociones positivas ocuparían y guiarían todo en la vida, pero no es así.

Al menos, así lo decían los libros que él había leído.

 

—Si no me vas a decir que me amas, al menos dime que me odias.

—¡Ahhh…!

—Golpéame la mejilla. Arañame, muérdeme. Si no, dime «hijo de puta».

 

Rchhh.

 

La cama emitió un sonido peligroso.

Enjauló a Siren entre sus brazos, quitó la molesta manta y le abrió los muslos.

Después de manipularla unas cuantas veces, vio que el líquido se escapaba.

 

—Mira cómo te excitas al mostrarlo todo, tan expuesto. Qué hermoso.

—No digas eso…

—Te gusta.

 

Disfrutó observando su piel temblar, luego agarró la cintura de Siren con fuerza y la arrastró hacia abajo.