Seré la Madre del Guerrero - Extra 4: Si Kaywhin hubiera visto el futuro - Capítulo 253

La sábana, hacía rato, se había deslizado por su cuerpo hasta el suelo.

Kaywhin, con el rostro sonrojado, giró la cabeza hacia el lado opuesto.

 

—No gires la cabeza.

 

Pero apenas lo hizo, Yelena le sujetó la cara y le devolvió la cabeza a su posición original. Kaywhin se alarmó mucho.

 

—¿Yelena?

—Tú…

 

Kaywhin, que no sabía dónde mirar, se detuvo en seco.

Se dio cuenta, un poco tarde, de que Yelena estaba examinando cada rincón de su rostro.

 

—No está.

—…¿De qué habla?

—¡La mancha no está!

 

Al día siguiente de su primera noche juntos, Yelena y Kaywhin. Para ser exactos, a la tarde siguiente.

La mancha negra en el rostro de Kaywhin había desaparecido por completo.

 

 

 

 

 

 

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La boda de Yelena Sorte y Kaywhin Mayhard fue noticia día tras día.

La boda de los dos se convirtió en un tema candente después de que la ceremonia se llevara a cabo.

 

—¿Hay alguien aquí que haya ido a la boda?

—¿Es verdad que la mancha del Duque Monstruo desapareció?

—¡Dicen que el Duque Monstruo ya no es un monstruo…!

—¿Nadie lo vio? Según escuché, ni siquiera parecía un monstruo…

 

La razón era el rostro de Kaywhin.

Los nobles de la alta sociedad hablaban acaloradamente todos los días sobre su rostro sin la mancha.

 

—Hmm…

 

Yelena, sentada en el escritorio del estudio que le había sido asignado como Duquesa, se detuvo de escribir una carta y apoyó la barbilla en su mano.

‘¿Por qué habrá desaparecido la mancha?’

Kaywhin y ella pasaron la noche juntos. Eso fue todo.

‘¿La mancha era realmente un símbolo de una maldición? ¿Entonces yo soy la llave para romper la maldición?’

De alguna manera, sentía que había leído un cuento de hadas con un contenido similar cuando era niña.

¿Acaso se trataba de una hermosa mujer besando a una bestia, y esta se convertía en un humano? ¿O era una rana en lugar de una bestia? Bueno, como sea.

‘Aunque es algo bueno…’

Yelena recordó lo que había sucedido en la ceremonia de la boda.

Sorprendentemente, apenas comenzó la ceremonia, varios invitados se desmayaron. Parecía mentira, pero era verdad.

Los invitados desmayados eran todos aquellos que se habían sorprendido tanto al ver el rostro de Kaywhin que parecían a punto de desmayarse.

No fue solo «parecían», sino que… realmente se desmayaron.

Gracias a eso, la boda de Yelena y Kaywhin ganó aún más notoriedad.

Se sentía extraña.

 

—Mi esposo es tan guapo que hizo desmayar a la gente.

 

Aunque no fuera esa la única razón por la que se desmayaron…

 

—…No sé. Mejor respondo la carta.

 

Yelena murmuró para sí misma y comenzó a escribir la carta de nuevo.

Lo que estaba escribiendo en ese momento era una respuesta para su hermana Lilianna.

El padre de Yelena, Conde Sorte, y su hermana Liliana habían asistido a la boda de Yelena y luego regresaron apresuradamente.

Resulta que ambos estaban en medio de un importante negocio en el que colaboraban.

 

—¿Y tú, Edward?

—…Cállate.

 

Se suponía que se revelaría la razón por la que Edward se había quedado varias semanas en el ducado como si fuera el único desocupado… pero, sorprendentemente, Edward también estaba ocupado.

Tenía asuntos propios en curso a su nombre.

Yelena se enteró después de la boda de que Edward había suspendido su trabajo para ir al ducado.

 

—Estás loco. Simplemente dale ya el título de Conde a mi hermana, y busca otro título.

—¡No te metas! Yo me encargo.

 

Después de la boda, Edward se disculpó con Kaywhin con dificultad, tras dudar y quedarse de pie tanto tiempo que le dolían las piernas, y luego regresó a la capital.

Yelena, de pie junto a Kaywhin, despidió el carruaje de Edward y negó con la cabeza.

¿Qué será la familia?

De todos modos, Liliana, que había regresado a casa un poco antes que Edward, le envió una carta a Yelena apenas llegó a la mansión de la capital.

En general, le preguntaba cómo estaba Yelena, pero también contenía una historia bastante impresionante.

 

—Con que encontraste a un hombre llorando en mi boda.

 

Yelena dejó de escribir la respuesta y se llevó la punta de la pluma a los labios.

‘Vi gente desmayarse, pero no vi a nadie llorar…’

Incluso la carta de Lilianna decía que había presenciado a un hombre llorando amargamente a gritos.

¿El lugar era el jardín trasero, no dentro del salón?

Dijo que, al principio, pensó en ignorarlo, pero como lloraba tan desconsoladamente, dudó y le ofreció un pañuelo.

 

—Llorando a gritos…

 

Yelena mordió la punta de la pluma y, después de pensarlo un momento, añadió en la carta para Lilianna: ‘Pero hermana, ese hombre que viste en la boda. ¿Cómo era de cara?’

¡Un hombre llorando amargamente en la boda de mi hombre…!

‘Al menos debería saber cómo es.’

No tenía ningún significado particular. En serio.

 

Toc Toc.

 

En ese momento, se escuchó un golpe en la puerta del estudio.

 

—Adelante.

 

La persona que entró al estudio era Ben.

 

—¿Qué pasa?

 

Ahora que lo pensaba, Ben, sorprendentemente, no derramó lágrimas el día de la boda de los duques. Y eso que parecía el que más lloraría a lágrima viva.

‘¿Será porque ya lloró suficiente antes?’

Ben tenía el antecedente de haber llorado todo el día hasta quedarse sin voz el día que se confirmó que la mancha había desaparecido del rostro de Kaywhin.

Se había mantenido ronco durante tres días, si no recordaba mal. Ahora estaba perfectamente normal, como si nada hubiera pasado.

Mientras Yelena terminaba de escribir la carta y organizaba el papel y la pluma, Ben se acercó al escritorio y dijo:

 

—El amo pregunta si a usted le gustaría almorzar juntos afuera hoy, ya que el día está cálido.

 

Yelena se detuvo un instante y luego sonrió alegremente.

 

—Dile al amo que la idea es muy bienvenida.

 

 

 

 

 

 

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Después del almuerzo, Yelena le propuso impulsivamente a Kaywhin ir a ver el lago.

La idea le surgió mientras contemplaba los ojos de Kaywhin bajo la brillante luz del sol.

En realidad, quería ir a ver el mar, pero… el mar estaba demasiado lejos de allí, así que era la segunda mejor opción.

 

—De acuerdo.

 

Respondió Kaywhin. Era la respuesta esperada. Era el tipo de persona a la que le gustaba cualquier cosa que hiciera con Yelena.

 

—¡Qué bonito!

 

Yelena exclamó apenas vio el lago claro y tranquilo.

 

—¿No es bonito? Brillante y…

—Sí.

 

Kaywhin observó el perfil de Yelena y asintió. Yelena pronto notó la mirada de Kaywhin.

 

—¿A dónde está mirando para responder?

—….…

—¿Tanto le gusto?

 

Con la voz de Yelena teñida de risa, Kaywhin de repente recordó un sueño que había tenido hacía poco. Después de dudar un momento, Kaywhin abrió la boca.

 

—Si…

 

La frase no continuó. Yelena dejó de admirar el lago y miró a Kaywhin.

 

—¿Si? ¿Y luego?

—…¿Qué habría pasado?

—¿Qué cosa?

—Si me hubiera acercado a usted sin el antifaz.

 

El título de «esposa» que había obtenido después de casarse siempre le sonaba bien. Yelena saboreó plenamente el título que tanto le gustaba y luego abrió la boca.

 

—Si hubiera sido así…

 

El sueño de Kaywhin trataba de cómo se acercaba a Yelena como «Card» y luego le revelaba su verdadera identidad.

Pero al despertar del sueño, le intrigó una situación diferente.

Si no hubiera existido «Card». Si se hubiera acercado a Yelena desde el principio como Kaywhin Mayhard.

¿Cómo habría sido la situación ahora?

Kaywhin se permitió una mala fantasía. Era su costumbre.

En ese momento, Yelena, con las mejillas ligeramente sonrojadas, respondió:

 

—¿No te habría propuesto matrimonio yo en ese mismo instante?

—… ¿Qué?

 

Yelena se lo imaginó.

La situación de encontrarse con Kaywhin en la villa, pero sin que él fuera «Kard».

Al ver a la persona de la que solo había oído rumores, al principio se habría sorprendido un poco.

Luego, habría pensado que la mancha en su rostro no era gran cosa para los rumores tan terribles que circulaban…

Habría descubierto sus ojos de un azul profundo como el mar.

Quizás incluso habría notado primero su pecho firme, que no se podía ocultar con la ropa…

En cualquier caso, habría sentido una atracción. Eso era seguro.

Y justo después, ¿no habría recordado que ella había rechazado la propuesta de matrimonio de esa persona dos veces? Su corazón se habría acelerado de inmediato.

¿Rechazar a ese hombre? ¿Por qué lo hice? ¿Y si no me vuelve a proponer matrimonio?

Si ha fallado dos veces, ¿ya se habrá rendido?

¡Quizás ya le ha propuesto matrimonio a otra mujer…!

 

—¡Du-Duque! ¡Tengo algo que decirle!

 

……Yelena se imaginó sin dificultad a sí misma agarrando a Kaywhin, a quien acababa de conocer, y diciéndole que se casara con ella.

Era bastante plausible.

 

—Bueno, si no fuera en ese mismo instante, probablemente habría propuesto matrimonio ese mismo día.

—……

—¿Tienes cara de no creerme?

—…..Es una historia de ensueño.

 

Kaywhin expresó honestamente sus sentimientos. Estaba tan feliz que era emocionante, pero también difícil de creer.

 

—Si no me crees, está bien. De todos modos, yo lo digo en serio.

—Yo también……

 

Kaywhin movió los labios y habló.

 

—No importa en qué situación o con qué aspecto la hubiera conocido, siempre me habría enamorado de usted.

 

La historia de que tenía que casarse con Yelena para tener un héroe y salvar el mundo. A Kaywhin ya no le importaba nada de eso, como si nunca hubiera oído tales palabras.

Aunque no hubiera sabido nada. Aunque ni siquiera hubiera oído el nombre de Yelena Sorte.

Se habría enamorado en el momento en que se conocieran. Seguramente habría sido así, como ahora. Estaba convencido de ello.

 

—Lo sé.

 

Yelena respondió con voz clara. Aunque respondió con naturalidad, su voz denotaba alegría.

Yelena se apoyó en Kaywhin y observó el lago durante un buen rato. A medida que el sol descendía en el cielo, el viento se volvió un poco más frío.

De repente, Yelena sintió que no tenía mucho frío para el clima. Sentía que el chal que le había dado Kaywhin no era necesario.

Se dio cuenta de nuevo. Su cuerpo se había calentado. Si antes su temperatura corporal era ligeramente inferior a la de una persona normal, ahora era similar a la de los demás.

‘¿El poder del amor?’

No podía ser……

Pero tratarlo así también era bastante romántico y no estaba mal.

Así es. La desaparición de la mancha en el rostro de Kaywhin también debería considerarse el poder del amor.

Finalmente, Yelena, apoyada en Kaywhin, abrió la boca.

 

—¿Regresamos?