Seré la Madre del Guerrero - Extra 4: Si Kaywhin hubiera visto el futuro - Capítulo 244

‘Si finjo llorar, creo que me dejará entrar’

Yelena se dio cuenta en ese momento de que poseía un arma invencible. Aunque, al parecer, solo funcionaba con Kaywhin.

‘¿Será que es muy sensible con la gente que llora?’

Por su apariencia, no lo diría. Aunque es guapo, parece que en el fondo podría ser bastante despiadado…

Yelena recordó la apariencia de Kaywhin y se sentó de golpe.

‘¡Qué fastidio!’

Cuando pensó en esos rasgos tan atractivos, su corazón latió más rápido por reflejo.

Se sintió mal. ¡Yo, por qué! ¡Por el hombre que me engañó! ¡Al que pronto me vengaré cruelmente y luego lo descartaré!

‘¿Por qué se me acelera el corazón….?’

Se sintió miserable. Yelena no estaba fingiendo llorar; de hecho, se le empañaron los ojos y sollozó un poco.

‘Demasiado guapo, inútilmente’

Esto no era culpa suya. Todo era culpa de Kaywhin. Ser guapo era un pecado.

Ni siquiera los hombres más apuestos de la alta sociedad, famosos solo por su rostro, eran tan atractivos.

Es más, después de ver a Kaywhin y volver a pensar en ellos, no pudo evitar la idea de que con esos rostros parecerían ordinarios.

Uf. ¿Por qué los humanos somos tan débiles ante un rostro guapo? ¿O seré yo la débil?

‘Maldito… En serio, no te perdonaré. ¿Ser guapo lo es todo? No te perdonaré más’

Definitivamente se vengaría. Haría que él llorara desconsoladamente, arrepintiéndose amargamente por haberla engañado.

Yelena imaginó a Kaywhin llorando amargamente de arrepentimiento.

‘Hum’

Se sintió mejor.

En realidad, le costaba mucho imaginar a Kaywhin ‘llorando a mares’, así que cambió la escena a una donde solo derramaba lágrimas en silencio… Pero de todos modos, ¿no estaba bien con que llorara, al fin y al cabo?

Yelena se secó las lágrimas y saltó de la cama.

‘Vamos a explorar la mansión del Duque’

Sería su hogar por los próximos dos meses. Parecía conveniente familiarizarse con la estructura.

Yelena consideró pedirle a la sirvienta que le mostrara el interior de la mansión del Duque, pero al final simplemente salió del dormitorio. Justo en ese momento, había un lugar que quería visitar sola.

 

 

 

 

 

 

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—Es un té para ayudarle a calmarse.

 

Ben dejó la taza de té sobre el escritorio del estudio, observando de reojo la expresión de Kaywhin.

El rostro de Kaywhin estaba cubierto de tormento.

Nadie diría que era la cara de un hombre a punto de casarse en dos meses.

……No, ¿acaso es normal que uno tenga tantos pensamientos antes de casarse?

Ben intentó recordar el día de su propia boda. Fue inútil. Había pasado demasiado tiempo.

 

—…Gracias.

—Y felicidades de antemano por su matrimonio, Amo.

 

Kaywhin no respondió. Ben continuó:

 

—Conde Sorte es una persona con ambición, pero también sabe mantener la moral.

—…

—Ha hecho una buena elección.

—…Sí. Beberé el té antes de que se enfríe.

 

Era una invitación velada a marcharse. Ben, quien quería escuchar más sobre este matrimonio, se quedó con las ganas, pero no tuvo más remedio que retirarse del estudio.

 

—Uf.

 

Tan pronto como Ben se fue, Kaywhin apoyó los codos en el escritorio y su frente en el dorso de su mano.

‘¿Qué estará pensando?’

Yelena vino a su mente. Yelena, quien incluso fingió llorar para insistir en casarse con él.

Cualquiera que no fuera tonto lo habría notado.

Yelena, al mencionar su «matrimonio» con él, parecía llena de segundas intenciones por donde se la mirara.

En realidad, a Kaywhin no le importaba mucho.

No importaba cuáles fueran las intenciones de Yelena.

Incluso si hubiera venido a asesinarlo —aunque eso era poco probable—, no le parecería mal.

De hecho, Kaywhin se dejó engañar por completo por la torpe actuación de Yelena.

….…En realidad, se había sentido medio aturdido. A pesar de saber que era una actuación, al escuchar su voz sollozante, su cuerpo se había tensado por reflejo.

Kaywhin suspiró de nuevo al recordar lo sucedido en la sala de visitas.

A pesar de pensar que no le importaban las intenciones de Yelena, la razón por la que inicialmente rechazó la propuesta de Yelena fue porque tenía miedo.

Miedo de que ella descubriera que ella y «Card» eran la misma persona.

De hecho, al principio pensó que Yelena había descubierto la verdad y había venido a confrontarlo, enfadada.

Antes de entrar a la sala de visitas, su corazón latió con una ansiedad incontrolable debido a esa imaginación.

Y después de encontrarse con Yelena, lo olvidó todo en un instante. La ansiedad, el miedo.

Todo, excepto la alegría de volver a ver a Yelena…

No fue hasta que Yelena le propuso casarse en dos meses que recuperó la sensatez, después de pensar, como un idiota, que la visita de Yelena era simplemente una alegría.

¿Dos meses?

Kaywhin no creía que Yelena realmente quisiera casarse con él.

Sin embargo, el plazo de dos meses le preocupaba. ¿Significaba que se quedaría allí al menos durante ese tiempo?

Kaywhin volvió a sentir miedo en ese momento.

¿Qué pasaría si lo descubría en dos meses? Que él era en realidad Card. Yelena parecía no saberlo aún. Pero, ¿y si lo descubría en ese tiempo…?

Por eso la rechazó, pero no pudo volver a alejar a Yelena, quien estaba fingiendo llorar.

Y así fue como llegó a esta situación.

 

—Me lo busqué yo mismo.

 

Murmuró Kaywhin con un juicio frío.

Él era el culpable. No tenía derecho a resistirse a Yelena, hiciera lo que hiciera.

Lo que ella deseara de él, sí, se lo concedería todo.

No era una exageración decir que le parecería bien si Yelena hubiera venido a asesinarlo.

Si le pidiera su corazón, se lo daría gustosamente. De hecho, si ese fuera su final, hasta le agradaría.

 

—…Estoy teniendo imaginaciones asquerosas.

 

Kaywhin, tras un proceso de autoanálisis, se evaluó sin rodeos. ¿Cómo reaccionaría Yelena si supiera lo que pensaba?

Se horrorizaría. Incluso para él, era un pensamiento sombrío. Unilateral y empalagoso.

Kaywhin salió de su imaginación. Luego, comenzó con el trabajo atrasado.

¿Cuánto tiempo había pasado?

 

—¡Amo!

 

Ben abrió la puerta del estudio de golpe y entró jadeando.

 

—¿Ben? ¿Qué suce……?

—Señorita Yelena Sorte…

 

El rostro de Kaywhin, que se había endurecido desde que escuchó el nombre de Yelena, se puso blanco como el papel con lo que Ben continuó diciendo.

Inmediatamente, Kaywhin salió disparado del estudio.

 

 

 

 

 

 

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—¿Se encuentra bien?

—Se… señorita. ¿De verdad se encuentra bien?

—Bien…

 

Ya habré escuchado unas treinta veces esa pregunta.

Yelena agitó las manos como si espantara una bandada de pájaros.

 

—Estoy bien. Solo se ve así, no me duele.

 

En realidad, le dolía. Pero si decía que le dolía, el caballero que había cometido el error probablemente saldría corriendo a meter la nariz en un plato de agua, así que…

Yelena no tuvo más remedio que fingir que no le dolía, dando lo mejor de sí en su actuación. Al menos, esto lo hacía mejor que fingir llorar.

‘Me arde’

Yelena miró de reojo la herida cortante en su brazo.

Ugh, no debí mirarla. Por una cuestión de ánimo, al ver la herida, pareció que le escocía más.

‘Tuve mala suerte’

Pensó Yelena.

Solo quería visitar el campo de entrenamiento. Eso era todo.

Pero cuando preguntó a un sirviente cómo llegar al campo de entrenamiento y lo encontró, los caballeros estaban precisamente en medio de un duelo. Hasta aquí, todo bien. De hecho, fue incluso mejor. Observar el duelo era bastante entretenido.

Pero, ¿habría sido un problema el haberse quedado absorta observando?

No, incluso si no se hubiera quedado absorta, no sabía si sus reflejos le habrían permitido esquivarlo.

Durante el duelo, un caballero soltó su espada, y esa espada voló directamente hacia Yelena, que estaba observando.

Realmente, tuvo mala suerte.

‘Aun así, es una suerte que haya sido solo esto’

¿Qué tan injusto habría sido si una espada errante le hubiera atravesado un punto vital y hubiera dejado este mundo?

Esto no era una herida tan grande. Sangraba un poco, pero no mucho…

En cuanto al dolor, a este nivel era solo un poco, no, más bien una molestia reducida…

 

—¡Yelena!

 

Yelena se sobresaltó. Pensó que era una alucinación, pero había escuchado bien.

Kaywhin, que había irrumpido en el campo de entrenamiento, se acercó apresuradamente a Yelena.

 

—La herida…

 

Kaywhin vio el brazo herido de Yelena y se quedó sin palabras.

 

—Oh, esto es, emmm…

 

Yelena sintió que de alguna manera tenía que dar una explicación. Sin embargo, no se le ocurría nada grandioso.

 

—…Me lastimé mientras observaba el duelo. Pero no es nada.

 

Yelena confesó y luego añadió un juicio muy personal.

Kaywhin no dijo nada. Se limitó a mirarla en silencio, con una expresión como si contuviera la ira.

……¿Conteniendo la ira? ¿Por qué?

 

—…Primero hay que curarla.

—De acuerd… ¡Ay!

 

Yelena se asustó al sentir que sus pies se levantaban y su visión cambiaba abruptamente. ¡Kaywhin la había levantado en brazos!

‘Me lastimé el brazo, ¿no la pierna?’

¿Podría caminar sola?

 

—Kay…

 

Yelena intentó pronunciar el nombre de Kaywhin, pero se detuvo.

Ahora que lo pensaba, aún no había pedido permiso para llamarlo por su nombre.

Pensando en eso, Yelena perdió la oportunidad de pedirle a Kaywhin que la bajara.

 

—…….

 

Finalmente, ella salió del campo de entrenamiento en brazos de Kaywhin, en silencio.

 

 

 

 

 

 

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—¿Por qué fue al campo de entrenamiento, que es peligroso?

 

Tan pronto como el médico terminó de tratar la herida de Yelena y salió de la habitación, Kaywhin entró y le preguntó a Yelena con tono de reproche.