Seré la Madre del Guerrero - Extra 1: El amor surge a través de la crianza de los hijos - Capítulo 193
Girado frunció las cejas y se dirigió amenazadoramente a la criada, que era mucho más pequeña que él.
—Si dices tonterías, no podrás andar en semanas.
La golpearía hasta romperle las piernas. Dado el historial de Girado, no era una amenaza para tomársela a la ligera, pero la criada ni pestañeó.
—No estoy bromeando.
La criada bajó la mirada un momento. La diferencia en el nivel de los ojos impidió que Girado viera la expresión que apareció en el rostro de la criada. Entonces la criada levantó la vista, miró a Girado a los ojos y sonrió.
—Tengo una gran idea, ¿te gustaría oírla?
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En lo más profundo de la noche. Girado salió de la mansión sigilosamente, con el sombrero apretado contra la cabeza. Un momento después, el rostro de Girado se iluminó al subir al carruaje.
—Jajajaja.
Sus hombros se hincharon de risa.
‘No está mal, la criada’
Girado recordó la conversación que acababa de tener con la criada, que se había presentado como Lira.
—Hay un famoso arreglador que vive en el callejón al oeste de esa calle. Se llama Benji, sé cómo ponerme en contacto con él,
—¿Y?
—Hará cualquier cosa por dinero, así que dile que secuestre a la criada de Condesa Sorte,
—¿La criada de Condesa Sorte? ¿Qué significa eso?
—Me han dicho que Liliana Sorte le tiene mucho cariño, si tomas a su criada como rehén, saldrá sin escolta,
—¿En serio? Pero no fue Liliana quien le hizo esto a mi muñeca, fue un bastardo llamado Sydrion…….
—Conoces a uno y no al otro,
Añadió rápidamente la criada antes de que Girado pudiera estallar.
—¿Has olvidado que Sydrion se ha declarado a la joven Liliana Sorte?
—¿Hmm?
—A veces un hombre se aflige más por el sufrimiento de los que ama que por ser él mismo herido.
Había sinceridad en la voz de la criada al decir esto. Tal vez por eso Girado se sintió persuadido, si es que no empatizó con ella.
—¿Así que lo que estás diciendo es que Sydrion sufrirá si toco a Liliana?
—Sí.
—Muy bien, llévame ahora a ese tal Benji.
Girado puso inmediatamente en marcha el plan de la criada. Disfrazando su identidad, se puso en contacto con el hombre llamado Benji y le ordenó que secuestrara a la criada de Condesa Sorte y la utilizara como rehén para convocar a Liliana.
Exactamente tres días después, un mensaje de Benji llegó a través de Lira. El trabajo estaba hecho.
Girado no podía dejar de sonreír mientras se dirigía al punto de encuentro.
Ahora que lo pensaba, Liliana Sorte también fue descarada. Si no me hubiera ignorado en la fiesta, nada de esto habría pasado. Sí, tendrá lo que se merece.
Durante el viaje en carruaje, Girado terminó de racionalizar consigo mismo.
Luego bajó del carruaje. Había contratado un carruaje privado para no dejar rastro. Pagó el doble al cochero por su silencio y entró en el oscuro edificio. Tras comprobarse el sombrero y la máscara, Girado abrió la boca.
—Hola, Benji. ¿Dónde estás?
—Más adentro.
La voz le resultó familiar y Girado se adentró en el edificio.
Imaginó lo que le haría a Liliana con regocijo.
‘¿Romperle las muñecas como lo hizo conmigo? No, eso levantaría sospechas’
La mente de Girado se agitó.
Un golpe traumatizante, está bien, la veré convertirse en una idiota, no en una condesa.
Girado se rió entre dientes mientras se dirigía al otro extremo del edificio. Llegó a un callejón sin salida y miró a su alrededor.
—¿Benji?
—Estoy aqui.
—¡Oh! Benji, ¿dónde está Liliana Sorte…….?
Girado se giró en dirección a la respuesta y se detuvo en seco. En lugar de los esperados Benji o Liliana, había una persona inesperada allí de pie.
—¿Sy, Drion?
Al momento siguiente, un fuerte golpe cayó sobre su cabeza.
¡Thud!
Girado cayó al suelo, su visión temblando violentamente.
—Lo estás haciendo bien sin mi ayuda.
—……Gracias.
Tumbado en el duro y frío suelo, Girado abrió los ojos, preguntándose por qué Sydrion no había oído la voz de Benji, no, más que eso, esta voz…….
—Hola, señorito.
Lira se arrodilló frente a Girado, que se había desplomado tras recibir un puñetazo en la nuca.
Hacía unos días.
Lira se había puesto en contacto con Condesa Sorte, había convocado a Sydrion, había suplicado, suplicado, suplicado. Por ayuda.
El plan que ella esbozó intrigó a Sydrion. Sydrion preguntó qué podía hacer para ayudar, Lira respondió.
Primero. Cubrirse la cara y usar magia de modulación de voz para fingir ser un hombre llamado Benji.
Segundo. Si se presentaba la oportunidad y no podía someter a Girado, quería que lo hiciera por mí.
No necesitaba ayuda con la segunda. Lira abrió la boca para hablar a Girado, que estaba demasiado aturdido para hablar o moverse.
—Tú te lo buscaste y yo te di tres oportunidades.
Enumeró las oportunidades perdidas por Girado.
—La primera. Deberías haber prestado más atención a la gente que trabaja en la mansión, habrías reconocido que soy la hermana de la criada al que dejaste inconsciente no hace mucho.
De eso hacía casi quince días. Girado había empujado a la criada por las escaleras por atreverse a hablarle cuando estaba irritado por la falta de sueño. La criada cayó por las escaleras hasta el segundo piso, se golpeó la cabeza, se desmayó y nunca despertó.
Incluso hasta el día de hoy.
—Segundo. Deberías haber reflexionado sobre tu propio comportamiento y reputación, te habrías dado cuenta de que yo, la criada de la mansión, no tengo ningún motivo para ayudarte.
Lira dejó de intentar contar cuántas de sus compañeras criadas habían sido dejadas inconscientes por Girado.
—La última, la tercera. Tal vez este sea el más importante…….
Lira levantó uno de sus tres dedos extendidos.
—Debiste decir que no cuando te pedí que tocaras a alguien que no fuera la parte a la que guardas rencor, no quiero que lo tomes como algo bueno.
Lira se rió, emitiendo un sonido etéreo.
—La razón por la que te di esa oportunidad, bueno, supongo que fue porque no estaba dispuesta a lastimar a nadie, pero tú pateaste todo eso a la acera, Maestro…….
Al terminar, Lira se puso en pie. Sydrion se ofreció.
—Avísame si tienes dudas y puedo encargarme.
—No.
Lira sacudió la cabeza. Su rostro se había endurecido con determinación desde que había oído la voz de Girado en este edificio.
—Gracias, nunca olvidaré este favor.
—…….
—Me ocuparé de lo que ocurra a partir de aquí, para poder decir algo delante de mi hermana más tarde.
Aunque nunca despertara, tendría algo que decirle a su lápida.
Una sola lágrima se deslizó por la cuenca del ojo de Lira.
Sydrion asintió y dio un paso atrás.
Pronto, Lira y Girado se quedaron solos en el viejo edificio. No se vería ni una sola hormiga en el edificio o cerca de él durante algún tiempo. Eso se debía en parte a la escasez de la zona, pero también a la consideración final de Sydrion.
—Ahora, Maestro.
Lira sostuvo en alto el instrumento contundente que había golpeado a Girado en la cabeza.
—Quédate quieto. Si te mueves y fallas, tendré que golpearte varias veces, eso dolerá más.
—¡Sa, sal…… salven……!
—¿Salvarte? Eso es difícil.
Ella sabía que estaba suplicando por su vida, pero no lo sabía.
Flash.
Un rayo cayó fuera de las ventanas del edificio.
Un arma contundente cayó, apuntando directamente a su objetivo. El inquietante sonido resonó en el silencio una y otra vez.
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La noticia del accidente de Girado Funen corrió como la pólvora en la capital.
No se sabe en qué consistió el accidente. Sólo que el accidente había dejado a Girado demente y tullido fue el resultado de las muchas historias que se contaron.
Marquesa Funen, volviendo apresuradamente de su finca, dispuso una villa en las afueras de la capital para el ahora demente Girado. El padre de Girado le siguió para tomar la mano de su hijo en un alarde de santo paternalismo. Los gritos y amenazas que habían ido y venido entre él y la Marquesa en los días previos a aquella decisión quedaron calladamente enterrados bajo la superficie.
Tras enviar a su hijo menor y a su marido a vivir a una casa separada, Marquesa Funen se retiró a su mansión y desapareció. Circularon rumores de que la Marquesa recurría al alcohol para pasar el día.
Entonces, uno de los criados del Marqués, que había caído gravemente enfermo, recobró milagrosamente el conocimiento. Su hermana, que lo había cuidado con la mayor devoción, lloró de alegría, en cuanto la criada se recuperó, el hermano y la cuñada abandonaron definitivamente al marqués. Fue una historia que no llamó mucho la atención y que sólo conocieron unas pocas personas.
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