Cargando...
Madara Web Novel
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
Advanced
Sign in Sign up
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
  • User Settings
Sign in Sign up
Prev
Next
Novel Info

Seré la Madre del Guerrero - Extra 1: El amor surge a través de la crianza de los hijos - Capítulo 189

  1. Home
  2. All Mangas
  3. Seré la Madre del Guerrero
  4. Capítulo 189
Prev
Next
Novel Info

—Eso no es verdad.

—¿No?

Liliana ladeó la cabeza, con la mandíbula apretada.

¿Maestro de la Torre Negra? Ya no.

¿Sus seguidores? Los dejó a todos en la Torre.

—Entonces, ¿Qué más has traído además de tu cuerpo?

preguntó Liliana juguetonamente.

Interiormente, adiviné la respuesta. En el pasado, más que molesta, me habría mostrado desdeñosa, pero cuando era Sydrion quien hablaba, me sentía de otro modo.

Pero la respuesta de Sydrion distaba mucho de ser un juego de palabras.

—Necesito una dote…….

—¿Una dote?

Sorprendida por la respuesta, Liliana bajó la mano e inclinó la parte superior del cuerpo hacia delante, acortando la distancia que los separaba. El olor a vino que le llegaba a la nariz se intensificó.

Sydrion habló, aparentemente consciente de que la distancia se acortaba.

—Parte de la propiedad de la torre está en mi poder personal, la he vendido y te la he traído como dote.

En realidad, Sydrion había querido preguntar a Yelena por la dote la última vez. Algo que empezaba por —z— y terminaba ahí.

Originalmente había querido preguntar: —¿Sabes cuánto suele valer una dote?, pero había cambiado de opinión a mitad de camino y el resto de su frase había saltado por los aires.

La razón de mi cambio de opinión era sencilla. La razón de mi cambio de opinión fue sencilla: me di cuenta demasiado tarde de que no importa cuál sea la dote universal.

Si su riqueza era mayor que la dote media, no significaría que tuviera que regalarla, si era menor, no significaría que se pudiera recurrir a ella en poco tiempo. …….

Además, Sydrion tenía demasiada prisa como para preocuparse por la cuantía de su dote. A decir verdad, incluso los diez días que tardó en deshacerse de la propiedad le parecieron mucho tiempo. De hecho, vendí casi la mitad con pérdidas. Por supuesto, no tenía intención de decírselo.

Sydrion terminó su confesión sobre la dote y miró a Liliana a los ojos. Liliana le miró sin comprender, luego se enderezó y se tapó la boca. Murmuró sorprendida y maravillada.

—Te gusto de verdad.

El rostro de Sydrion se sonrojó ligeramente.

—Tenías razón cuando dijiste que ibas a ser mi marido, lo decías en serio.

—…….

—¿Y si no te acepto como esposo? ¿Has preparado ya una dote?

—¿No me aceptarás?

—Hmm. Bueno, no lo sé.

Liliana golpeó, golpeó y golpeó la mesa con la mano que le tapaba la boca.

—En realidad, no es que tenga prisa por casarme, estoy algo ocupada…….

—La ceremonia no tiene por qué celebrarse enseguida, siempre podemos esperar.

—Me pregunto si realmente necesito un marido.

Los ojos de Sidrion parpadearon. Las ondulaciones de sus pupilas, como joyas, eran divertidas de ver, pero Liliana decidió dejar de burlarse de la persona que le gustaba.

Sí, la persona que te gusta. Ya puedes decirlo. No te escondas más, no finjas más, no te contengas más.

Los ojos de Liliana se suavizaron de repentina felicidad, Sydrion, que ya se había decidido, tomó la palabra.

—……si pudiéramos estar juntos el resto de nuestras vidas, incluso como amantes.

—Es broma.

Liliana cruzó la mesa y cogió la mano de Sydrion. La tocó con calidez.

—No necesito un marido, pero sí te necesito a ti, estoy muy a favor de que te unas a mí como mi cónyuge legal.

—…….

—Has venido a mí, Sydrion.

—…….

—Seré buena contigo.

Sus dedos se entrelazaron, uno a uno. Sydrion observó sin aliento, como si el proceso fuera una especie de gran ritual, tras un largo momento, habló.

—Ya es bastante bueno.

—¿Me porto bien contigo?

—Sí.

—No soy lo bastante bueno, lo haré mejor.

—…….

—Voy a quererte mucho, todos los días, ¿qué puedo hacer?

El calor irradiaba de los dedos entrelazados de Sydrion. Era él quien bebía, pero ¿por qué le subía la temperatura?

Liliana soltó una carcajada.

—¿Sabes qué, Sydrion? ¿Puedo preguntarte algo?

—……Sí, cualquier cosa.

—¿Desde cuándo te gusto?

Lo suficiente como para dejarlo todo y venir a verme así.

—Sólo me he dado cuenta desde el día que nos besamos…… el otro día—

Sydrion se aclaró la garganta.

—Empezaste a gustarme hace mucho tiempo. No exactamente, pero probablemente…….

—¿Probablemente?

—……cuando la señorita Liliana me llamó ‘Sydri’.

—…….

—Creo que fue entonces cuando me enamoré. Quizá.

Era una afirmación especulativa, pero Sydrion estaba seguro de ello, pues de otro modo no podría explicarse por qué el recuerdo de aquel día permanecía tan vívido, como clavado en su cabeza.

Liliana reflexionó sobre lo que había oído con expresión sutil.

—¿Ése fue el detonante?

—…….

—Dios mío, nunca pensé que recordaría aquella noche de borrachera como lo mejor que me había pasado.

—Aunque no hubiera ocurrido, estoy segura de que con el tiempo te habría acabado gustando.

Sydrion tartamudeó un poco, pues Liliana había estado ocupada antes con su diálogo directo. Entonces Liliana soltó una carcajada refrescante.

—……Yo también tengo curiosidad. ¿Desde cuándo la señorita Liliana piensa lo mismo que yo?.

—Vaya pregunta.

Liliana dejó de reír y pensó un momento.

Hacía tiempo que había llegado a la conclusión fácil y obvia de que era amor a primera vista, pero últimamente había surgido una nueva pregunta en su mente.

¿Es posible enamorarse de alguien a quien nunca has conocido, aunque hayas oído hablar de él, hayas leído sobre él, te hayas preguntado por él y hayas intentado imaginar cómo es? …….

Y luego te enamoras.

¿Es posible? Si dices que es posible…….

Liliana fulminó a Sydrion con la mirada y asintió. Quería decir que te acercaras. Sydrion comprendió y se inclinó hacia delante. Le susurró al oído.

—Es un secreto.

Como no se me permite conocer la respuesta, es un secreto.

Sydrion se quedó helado ante aquella respuesta hueca. Liliana le besó brevemente, con la frustración amenazando con aparecer en su delicado rostro.

—……!

—Es una recompensa. Soy la única que ha oído la respuesta.

—Si te digo que no es suficiente ……, ¿me darás más?

El silencio fue breve. Luego se oyó el ruido de sillas empujadas. Una botella de vino volcó y se derramó, manchando la mesa y derramándose por el suelo.

Durante un largo momento, sus manos se estrecharon con fuerza y no se soltaron.

⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅

Era tarde por la noche.

Un hombre y una mujer que acababan de prometerse pasar juntos el resto de sus vidas estaban tumbados en el mismo dormitorio, en la misma cama, uno frente al otro.

Excepto que no había nada del erotismo que cabría esperar encontrar en una noche y un amante. No era que se hubieran propuesto hacer otra cosa, sino que el bostezo de Liliana les había incitado a moverse.

Sydrion ayudó a la cansada, ebria y mareada Liliana a acostarse y empezó a alejarse, pero fue detenido por la mano de ella.

—Hablaremos un poco más.

El resultado fue ahora.

—Sydrion.

—Sí, Liliana.

—¿Alguna vez sentiste que estoy siendo egoísta?

—¿Qué quieres decir?

El dormitorio sin luz estaba bañado por la luz de la luna. La mirada de Liliana se posó en las sombras del rostro de Sydrion.

—Bueno, es mi elección, así que nunca pensé en ello, y…….

—…….

—Qué egoísta, te has enamorado de la señorita Liliana.

En comparación con cuando estábamos en el estudio, ahora hablaba con cierta desvergüenza que hacía bastante cosquillas. Tras un momento de silencio, Liliana habló.

Una historia que había estado dentro de ella, pero que nunca antes había contado a nadie, se encontró por primera vez con el aire del mundo.

—En realidad, he sentido celos de mi hermana desde que era pequeña.

—¿Te refieres a ……la Duquesa?

—A Edward.

Sydrion, que conocía a Edward, intentó no parecer avergonzado, Liliana sonrió comprensiva ante su reacción.

—No es el más brillante, la verdad, no es el más rápido en matemáticas, pero…… tiene una habilidad inusual para ello.

Liliana pensó en la suerte de Edward. O quizá sería más exacto decir que era un superdotado.

Fue hace mucho tiempo, cuando eran jóvenes. Un día, un hombre se presentó ante el conde con una propuesta de negocios. La propuesta era muy convincente: prometía grandes beneficios y no parecía tener ningún problema. Tras revisar la propuesta varias veces, Conde Sorte estuvo a punto de firmar el contrato aquel mismo día. Lo habría hecho, de no ser por los sollozos de Edward, que se cruzó con el hombre.

Prev
Next
Novel Info
Madara Info

Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress

For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com

Comments for chapter "Capítulo 189"

MANGA DISCUSSION

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

Contact Us
  • Contact
  • Help & Service
Resource
  • Terms of Service
  • Privacy Policy
Referral
  • Buy theme
  • Other products

© 2025 Madara Inc. All rights reserved

Sign in

Lost your password?

← Back to Madara Web Novel

Sign Up

Register For This Site.

Log in | Lost your password?

← Back to Madara Web Novel

Lost your password?

Please enter your username or email address. You will receive a link to create a new password via email.

← Back to Madara Web Novel