Cargando...
Madara Web Novel
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
Advanced
Sign in Sign up
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
  • User Settings
Sign in Sign up
Prev
Next
Novel Info

Seré la Madre del Guerrero - Extra 1: El amor surge a través de la crianza de los hijos - Capítulo 187

  1. Home
  2. All Mangas
  3. Seré la Madre del Guerrero
  4. Capítulo 187
Prev
Next
Novel Info

—Si no es descortés, me gustaría saber algo más sobre esta situación.

……¿Por qué?

—¿Quién es este bastardo? ¿Sabe quién soy? ……. ¡Argh!

gritó Girado, incapaz de hablar, mientras Sydrion, con el agarre apretado como si fuera a aplastar las muñecas de Girado de un momento a otro, le miraba con ojos tranquilos. Sydrion apenas podía contener la ira que ahora surgía en él.

—Señorita Liliana, no está en la mansión. ¿Dónde ha ido …….?

Había venido aquí tras enterarse del paradero de Liliana por la residencia del conde, pero cuando llegó, vio a un enano intentando golpearla.

En cuanto lo vi, mi cuerpo se movió primero. Tras agarrar la muñeca de su oponente para detener la violencia, Sydrion pensó para sí.

¿Qué es esta situación de mierda?

Una parte de él quería romperle el hueso de la mano, pero se contuvo, sin saber aún cuál era la relación entre el enano y Liliana. Se preguntaba si habían intentado acercarse el uno al otro, pero nunca se sabe.

No quiero darle a Liliana la menor razón para que me odie. Con eso en mente, Sydrion, con su ira y sus impulsos temporalmente reprimidos, suspendió su recogida de basura y esperó la explicación de Liliana.

Pero de ella no salió palabra alguna. Liliana se quedó congelada en su sitio, con la mirada perdida en Sydrion.

En ese momento, una conmoción estalló a su alrededor.

—Ese es…….

—He oído hablar de él antes. ¿No es el Maestro de la Torre Negra?

—¿Por qué el Maestro de la Torre Negra estaría en un lugar como este…….

—¿El hombre que está a su lado no es el Joven Maestro más joven de la Familia Funen?

—La dama es Liliana Sorte, joven dama del Conde Sorte.

—¿Por qué están los tres juntos?

Los nobles se inclinaron, pero ninguno parecía dispuesto a intervenir.

Eso incluía a los anfitriones de la fiesta de esta noche, Conde y Condesa Anton, que hacía tiempo que habían reconocido el alboroto pero permanecían en silencio. Oyeron gritar a Girado cuando Sydrion le agarró de la muñeca, pero no se molestaron en mover a sus guardias.

—La Torre Negra— y Marqués Funen.

Nadie se atrevió a levantar la mano por ninguno de los dos, razón por la que la mayoría de los nobles que observaban el alboroto permanecían ahora de brazos cruzados.

Girado, mudo pero con la percepción mínima necesaria para sobrevivir, percibió el estado de ánimo de la fiesta. Parte del parloteo le llegó al oído.

‘¿Maestro de la Torre Negra?’

Los ojos de Girado barrieron a Sydrion de arriba abajo. Había pensado que sería una especie de bastardo mundano y arrogante, pero su pasado era inesperadamente formidable. Aún le dolían las muñecas del agarre de Sydrion.

‘Tsk’

Tragándose un gemido y una maldición, Girado cambió el tono y preguntó.

—Calma. Suelta esto.

—…….

—Por lo visto usted conoce a la Joven Dama Sorte, yo soy el hombre que casi se convierte en su marido, no debería tratarme así.

La mirada de Sydrion pasó de Liliana a Girado. Girado se estremeció un instante cuando sus fríos ojos dorados se clavaron en los suyos.

—¿Estuvo a punto de convertirse en tu marido?

—Pues sí.

No se equivoca, porque si su proposición hubiera sido aceptada, se habrían casado en un santiamén. Girado asintió, pensando con suficiencia.

Sydrion no se molestó en confirmar el hecho con Liliana; parecía demasiado distraída para prestar atención a la conversación que había tenido lugar en el suelo hacía un momento.

‘……Si es así’

Sydrion sonrió satisfecho. Había algo bastante hipnotizador en el arco de sus ojos bajo unas pestañas largas y densas y en sus labios carnosos que atrajo la atención de Girado por un momento.

Sydrion sonrió, su cara era tan bonita como un cuadro.

—Ya veo, pero ¿Qué vamos a hacer?

—……?

—Tú eres el que ‘casi’ se convirtió en su marido, yo soy el que ‘será’ su marido.

—¿Qué?

—Supongo que tengo una ventaja sobre ti, ¿no crees?

Eso fue todo. Sydrion rompió la muñeca de Girado sin previo aviso.

—¡Ack!

Crak. Con un espantoso sonido de hueso retorciéndose, la muñeca de Girado se partió en un ángulo extraño, sus ojos se liberaron y cayó al suelo. Dejando a Girado, que había empezado a tener arcadas, Sydrion giró hacia Liliana.

—Me gustaría que nos trasladáramos a una zona más tranquila, ¿te importa?

Liliana parecía haber recuperado entonces parte de sus sentidos. Asintió, pronto los dos recién llegados desaparecieron de la fiesta.

⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅

‘Estabas agitado. Es feo’

pensó Sydrion poco después de utilizar su magia de teletransporte para cambiar de lugar.

A pesar de haber fingido que no lo hacía, la afirmación del otro hombre de que ‘casi era el marido de Liliana’ debía de haberle chocado bastante. Iba a trasladarse a la terraza de la fiesta, o al jardín, o algo así, pero ahora estaba aquí.

Una brisa fresca se arremolinó en torno a Condesa Sorte.

—Yo, Señorita Liliana.

Sydrion eligió sus palabras. Liliana había aceptado un cambio de lugar, pero tal vez no tuviera intención de volver a casa.

Entonces, sin esperar a que Sydrion hablara, Liliana abrió la boca.

—¿Quieres tomar algo?

—¿Qué?

—Me vendría bien una copa.

Un momento después.

Liliana, que había traído una gran botella de vino del comedor, se sentó con Sydrion en su estudio. Sydrion recordó de pronto que Liliana ya había bebido aquí antes. Había bebido su primer vaso durante la cena, más después, pero…….

—Sidry, ven y siéntate aquí.

Sydrion sonrió al recordar la voz despreocupada de Liliana. Golpeó el estrecho margen del alféizar de la ventana del estudio, recordando las palabras de Liliana.

Cuando la sonrisa insonora acabó convirtiéndose en una risa hueca y ventosa, Liliana se sirvió un vaso lleno de vino y se lo bebió de un trago.

Entonces, de repente, rompió a llorar. El rostro de Sydrion pasó de la sonrisa a la rigidez.

—¿Señorita Lil, liana?

La boca de Sydrion se abrió chirriantemente, con el cerebro a mil por hora.

¿Por qué? ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?

¿Es porque me alejé de Conde Anton sin decir palabra? ¿O porque le rompí la muñeca a ese bastardo? ¿O porque casi le atropella un enano?

No sabía lo que es, pero quería averiguarlo y hacer algo al respecto. Con cada lágrima clara que caía de los ojos de Liliana, el corazón de Sydrion se desplomaba con un ruido sordo.

—Señorita Liliana, si he hecho algo malo, lo siento…….

—¿Por qué estás aquí?

—¿Qué?

—¿Cómo pudiste …….?

Cómo me olvidé. Cómo me sacudí la fiebre. Cómo escapé por fin del sueño recurrente.

—¿Por qué has aparecido de nuevo, justo delante de mí?

La mandíbula de Sydrion se tensó ante la inesperada acusación.

—¿Qué era eso de futuro marido?

—Ah, eso.

Las orejas de Sydrion se sonrojaron ligeramente. Las palabras del enano le habían pillado por sorpresa, las había escupido sin su consentimiento.

Cuando Sydrion se disponía a explicar su determinación y el proceso por el que había pasado, Liliana habló primero.

—Estás siendo demasiado amable.

—……?

—No era necesario ese tipo de comportamiento. Sé que lo dijiste para salvar las apariencias ante Girado.

Sydrion acababa de aprender el nombre del enano. No importaba.

—No te lo pedí, es vergonzoso.

La expresión de Sydrion se endureció. Su mandíbula apenas se movió, fija como una piedra.

—¿Por eso lloras, porque dije que sería el marido de la señorita Liliana?

—Sí.

En realidad, sus lágrimas tenían una causa y una emoción más complejas, pero Liliana se limitó a aceptarlo. Los ojos de Sydrion se suavizaron.

—¿Por qué?

—¿Por qué?

Es una cruel tortura de la esperanza, hacer que esperes lo imposible. Tragando saliva, Liliana replicó.

—Te lo dije, los favores no pedidos son sólo pérdida de tiempo.

—Favores…….

Sydrion soltó una risita ante el breve murmullo de Liliana, como si hubiera oído algo escandaloso, o quizá aún más insultante.

—Lo que dije fue un simple favor, o eso espero.

Murmurando para sí, Sydrion miró a Liliana con los puños cerrados.

—Me besaste.

—Acordamos no hablar de …… eso.

—Fue una exigencia unilateral, Señorita Liliana. ¿Alguna vez dije que lo haría? No lo recuerdo.

El rostro de Liliana se calentó ante aquella afirmación tan rotunda y descarada, alzó la voz.

—¡Estoy bastante segura de que fue en los términos de la apuesta ……!

—¿No me querías?

La voz de Sydrion interrumpió a Liliana. La desesperación de su voz hizo que Liliana se detuviera.

—He pensado una y otra vez en aquel día, en las cosas que dijiste durante el tiempo que pasamos juntos, señorita Liliana. ¿No querías tenerme?

Prev
Next
Novel Info
Madara Info

Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress

For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com

Comments for chapter "Capítulo 187"

MANGA DISCUSSION

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

Contact Us
  • Contact
  • Help & Service
Resource
  • Terms of Service
  • Privacy Policy
Referral
  • Buy theme
  • Other products

© 2025 Madara Inc. All rights reserved

Sign in

Lost your password?

← Back to Madara Web Novel

Sign Up

Register For This Site.

Log in | Lost your password?

← Back to Madara Web Novel

Lost your password?

Please enter your username or email address. You will receive a link to create a new password via email.

← Back to Madara Web Novel