Rezo, para que me olvides - Capítulo 204
No sé por qué tuvimos que iniciar esa guerra. La gente que apenas tiene para vivir al día no se preocupa por el honor o la diferencia de ideologías. Ellos son los que mueren más, a pesar de no tener participación en los valores que se buscan defender con la guerra.
Nunca he considerado a los de Highland como enemigos que merezcan la muerte. Sé que suena a traición, pero sigo considerándolos mis vecinos. Ruego constantemente en mis oraciones para que la paz y la felicidad regresen a ellos.
Pero, ¿cuándo llegará nuestra propia paz y felicidad?
Me entero de los detalles de la demanda de anulación matrimonial a través de mis parientes que trabajan en el ámbito legal. Me dicen que ese Rupert insiste en que consumó la noche de bodas con usted, y que usted está sufriendo porque es imposible contradecirlo.
Aunque Dr. Loveridge se presentó como testigo, su testimonio no fue aceptado porque él no lo escuchó directamente del Marqués, sino a través de su abuela.
Yo soy el testigo que mejor conoce la verdad, pero no debo intervenir. Además, soy el testigo menos creíble a ojos de un juez.
Así, la lucha se estancó, y mientras yo me consumía en frustración, un día de primavera apareció un artículo en el periódico.
Amor Prohibido: Marqués Mansfield, una cortesana del enemigo y su hijo ilegítimo.
Frida Schmidt. Usted encontró a la amante de Highland de Rupert de la que le hablé.
Es imposible que una mujer pobre de otro país pudiera publicar un artículo en un periódico influyente de nuestra nación, exponiendo su relación con el Marqués y la existencia de su hijo ilegítimo. Usted o el Dr. Loveridge deben estar detrás de esto.
Leí el artículo y descubrí algo. La persona que se llevó a Rupert, inconsciente, del sótano derrumbado de Lenningen fue ella. Parece que ella realmente lo amaba.
Pero al parecer, Rupert fue tan vulgar y mezquino con ella también, que huyó. De lo contrario, ¿por qué su amante testificaría a favor de su esposa?
Escuché que el tribunal aceptó el testimonio de esa mujer, quien afirmó que Rupert se quejaba con ella de que no había podido consumar la noche de bodas con su esposa y la insultaba.
Así, al final de la primavera, el rumbo de la demanda cambió y la sentencia se dictó rápidamente:
Se anula el matrimonio entre la demandante y el demandado.
Por fin, usted se había liberado de la atadura de Rupert. Esperaba que corriera de inmediato a mis brazos, pero eso no sucedió.
Ni siquiera cuando la estación volvió a cambiar y llegó de nuevo el final del verano en que nos separamos.
¿Por qué?
Usted todavía me envía el paquete con calcetines cada semana, pero no corre hacia mí, ni me da una sola palabra sobre cuándo vendrá.
Si lo pienso racionalmente, conozco la respuesta. Acaba de terminar la demanda, y todos deben estar pendientes de nosotros; si usted salta directamente a mis brazos, será objeto de más rumores. Además, el Marqués, ciego de celos, podría intentar cualquier cosa. Lo correcto es esperar a que el mundo nos olvide.
Entonces, tampoco debería escribirle cartas. No tuve más remedio que seguir enviándole flores todos los días, como lo hice desde la primavera. Desde que comenzaron a florecer los ‘No me olvides’, le he enviado tantos que hasta resultan fastidiosos.
‘Dayna, no me olvides.’
Aunque sé que no vuelve porque no puede, y no porque no quiera, mi corazón se inquieta y no puedo evitar rogarle en silencio.
Hoy también até un ramo de ‘No me olvides’ bien secos con un lazo que a usted le gustaría y se lo envié por correo.
Ahora soy el cabeza de familia, pero en esta gigantesca maquinaria donde todo marcha según lo planeado desde hace mucho tiempo, no tengo mucho que hacer.
Por eso, todos los días camino hasta la oficina de correos con un paquete en la mano y vuelvo con las manos vacías. Tampoco olvido pasar por el bosque para recoger flores para el próximo envío.
—Ya es hora de que el ‘No me olvides’ se marchite.
El bosque donde la conocí es un lugar donde el ‘No me olvides’ crece tan profusamente como los dientes de león o el trébol a lo largo del arroyo. Aunque sea un lugar así, es difícil ver flores abiertas al final del verano.
Mientras caminaba por el sendero del bosque paralelo al arroyo, buscando ‘No me olvides’ en flor, mis ojos se fijaron en uno que crecía en una pendiente empinada. De repente, recordé la escena en la que usted se agarró a unas flores de ‘No me olvides’ en una pendiente y se resbaló, cayendo al arroyo.
Aunque es algo de hace mucho tiempo y puede que no sea exacto, creo que la conocí cerca de aquí.
Era principios de verano, así que había muchos ‘No me olvides’, pero ¿por qué eligió precisamente el que crecía en la pendiente empinada? Yo estoy obligado a pararme en la pendiente, pues no tengo otra opción al ser finales de verano. Hoy decidí imitarla.
Descendí a mitad de la pendiente y me paré frente a un ‘No me olvides’ con abundantes hojas verdes. El grupo de flores azules al final del largo tallo se agitó con la suave brisa, pero se quedó quieto justo cuando extendí mi mano. Siento como si usted me estuviera mirando fijamente.
He estado consolando mi deseo de verla mirando los pétalos que se parecen a sus ojos. Si el verano termina y todo el ‘No me olvides’ se marchita, ¿con qué consolaré mi corazón?
Fue justo cuando agarré el tallo, que tal vez fuera el último del año.
Tap-tap.
Se empezaron a oír pasos en el sendero del bosque. Esta es la entrada del bosque, así que la gente suele pasar por aquí. Estaba a punto de cortar el tallo, ignorando el ruido, cuando:
—¿Qué hace ahí?
Una voz añorada resonó sobre mi cabeza. En el instante en que levanté la cabeza sorprendido, mis ojos se encontraron con unos ojos color de ‘No me olvides’.
—…¿Dayna?
—¿Estabas cortando flores para mí?
La luz comenzó a entrar en el bosque sombrío en el momento en que usted curvó sus ojos y me sonrió cálidamente como el sol. Empecé a dudar.
‘¿Es un sueño?’
Tuve que dudar porque usted llevaba puesto el vestido de verano que le compré el año pasado antes de que se marchara. Pensé que ya lo habría desechado.
—Le queda muy bien. Parece un hada.
—¿De verdad? Tenía muchas ganas de mostrárselo.
Esta vez sonrió, sonrojándose tímidamente. Era tan hermosa que me hizo olvidar cómo respirar. Estaba mirándola embelesado cuando, sin darme cuenta, también sonreí.
—Oh…
De repente, el suelo bajo mis pies se derrumbó.
¡Splash!
Perdí el equilibrio y caí directamente al arroyo, empapándome por completo con el agua fría. Solo al sentir esa vívida sensación me aseguré de que esto no era un sueño.
—¡Gasp, ¿está bien?!
Usted, que ahora bajaba apresuradamente por la pendiente detrás de mí, ¡era real!
Apenas tuve tiempo de pensar que sería un desastre si usted también tropezaba y caía, cuando mi cuerpo se movió por sí solo.
—¡Ay!
Pensé en atraparla, pero quizás sea más correcto decir que me abalancé sobre usted y la abracé con fuerza.
—Dayna, yo nunca más, nunca más…
Tenía tantas promesas que hacer que no sabía por dónde empezar. Mi cabeza estaba completamente en blanco, pero mi cuerpo sabía qué hacer. Hundí el rostro en su cuello, frotándome, inhalando el aroma que tanto había añorado y grabando de nuevo en mi memoria su calor olvidado. La abracé hasta sentir que ese pequeño cuerpo se aplastaba contra el mío, sintiendo una y otra vez su textura única.
Tú hiciste lo mismo conmigo y luego, con el rostro hundido en mi pecho, preguntó:
—Mi amor, lo extrañé. ¿Usted también me extrañó?
—Usted siempre pregunta sabiendo la respuesta.
—Y usted, sabiendo por qué pregunto, nunca me responde.
Ahora le toca encontrar a un hombre que ceda incondicionalmente, así que lo correcto es que yo ceda en este momento.
—La extrañé. El cuánto la extrañé no se puede expresar con palabras, así que perdone mi silencio.
A partir de ahora, responderé a todo lo que me pregunte. No ocultaré nada más.
—Solo esperé por este día.
Ver su dedo anular izquierdo vacío me llenó de tanta alegría que, sin poder evitarlo, la besé una y otra vez. Ahora puedo deslizar el mío allí.
Espero que el anillo que he preparado sea de su agrado. Deseando mostrárselo, la alcé y subí al sendero del bosque.
Por fin, mientras caminábamos juntos, tomados de la mano, hacia nuestra casa, le pregunté lo que quise preguntar todos los días y no pude:
—Mi amor, ¿qué flores quiere recibir esta noche?
—¿Acaso ese ‘No me olvides’ de hace un momento no lo estaba cortando para mí?
—Ya no necesitamos ‘No me olvides’.
—Mmm… entonces, ¿qué podría ser bueno…? ¿No hay flores cuyo lenguaje sea ‘amor eterno’?
Todo había vuelto a su lugar, justo donde había comenzado y se había desviado. Nuestra larga historia de engaños termina aquí.
Ahora solo escribiremos una historia de amor.
Hasta el día en que nuestro amor termine.
Y como ese día nunca llegará, será para siempre.
<Rezo, para que me Olvides> Fin
Asure: Buen final, aunque fue más dramático que xxx los últimos 50 capítulos, la autora no decepciona …. Hoy 08/10, otra novela finalizada, espero hayan disfrutado. Pasen buen miércoles
Madara Info
Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress
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RousZuni
Gracias Asure por traernos tremenda historia, sin tí esto no sería posible… Me encantó el final aunque deseo que haya historias paralelas.