Cargando...
Novelas de Asure
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
Advanced
Sign in Sign up
  • Browse
    • Action
    • Adventure
    • Boys
    • Chinese
    • Drama
    • Ecchi
    • Eastern
    • Fantasy
    • Fighting
    • Fun
    • Games
    • General
    • Girl
    • History
    • Horror
    • Horrow
    • LGBT+
    • Male Lead
    • Manhwa
    • Realistic
    • Romance
    • Sci-fi
    • Sports
    • Teen
    • Urban
    • War
    • Wuxia&Xianxia
  • Authors
    • Libenia
    • Gakim
    • Purrine
    • Geon Eomul Nye
    • Dam Yeon Seo
    • Ahn Siha
    • Jaya
  • Ranking
  • New
  • User Settings
Sign in Sign up
Prev
Next
Novel Info

Rezo, para que me olvides - Capítulo 161

  1. Home
  2. All Mangas
  3. Rezo, para que me olvides
  4. Capítulo 161
Prev
Next
Novel Info

Terminé luchando contra mi cuerpo desobediente durante todo un día, hasta que, sin la ayuda de nadie, me levanté con muletas.

Desde la cama hasta la puerta, y desde mi habitación hasta las escaleras. El camino era tan lento que me habría movido más rápido si me arrastrara, y me sentí increíblemente frustrado. Pero eso no era lo más difícil.

‘No puedo rodar escaleras abajo…’

Estaba mirando la escalera, preguntándome cómo iba a bajar. Fue entonces cuando…

 

—¿En serio? ¡Qué increíble!

 

Escuché tu voz. No era una alucinación. Venía de la ventana del pasillo, que estaba abierta.

Era una oportunidad que no volvería a tener. Me moví desesperadamente hacia la ventana, sin importar si mi cuerpo se rompía de nuevo.

Mis huesos rotos se curarían algún día. El dolor sería solo por un momento. Pero sentía que si te dejaba ir, te perdería para siempre.

Cuando por fin llegué a la ventana, me sentí aliviado al verte, pero al mismo tiempo, me llené de ira.

 

—Al señor doctor no le molestó que no le pidiera permiso primero, ¿verdad?

 

No estabas sola. Caminabas por el jardín del brazo de Rupert. Esa boca, que hablaba tan cortésmente, era la misma que te había ridiculizado unos días antes.

 

—Claro que no. Mi padre estaba feliz, por supuesto.

 

Tú, sin saberlo, le sonreíste con un brillo tan puro como el sol. Había estado observándote durante dos meses. Era la primera vez que te veía con una sonrisa tan inmaculada. En ese instante, sentí una rabia más feroz que las llamas y un dolor que me retorció el corazón.

‘¡No! ¡Tienes que sonreírme a mí! ¡No le sonrías a ese ladrón! ¡Te están engañando! ¡Huye de él! ¡Ven a mí!’.

Quise saltar por la ventana de inmediato para arrancarte de ese vil ladrón. Abrí la ventana de golpe. Tal vez oíste el ruido, porque volteaste a verme.

‘Esta es mi oportunidad’.

Recuperé la lucidez y levanté el collar que llevaba puesto, pero ya era tarde. En cuanto nuestros ojos se encontraron, solo me hiciste un gesto con la cabeza y volviste a mirar a Rupert. Te grité mientras te alejabas de mí.

 

—……..

 

No, solo intenté gritar. Si mi voz no me hubiera traicionado otra vez, lo habría hecho. El grito, atrapado en mi interior, se convirtió en un eco agudo que me desgarró el corazón.

‘Dayna, mi amor. Por favor, no me olvides’.

Aunque no podía emitir un sonido, mis lágrimas fluían sin problemas. Cayeron sobre el collar de plata con la flor de nombre ‘no me olvides’.

Me preguntaste por qué el espejo del collar estaba tan opaco.

Es la marca de mis lágrimas, que se filtraron durante diez años. Las que se filtraron detrás del espejo no pude limpiarlas.

Dayna.

En ese momento, deseé con todas mis fuerzas que recuperaras tu memoria. Pero, ¿por qué la recuperaste ahora, cuando lo único que quiero es que lo olvides todo?

No. No es tu culpa. ¿Por qué te culparía? No hiciste nada malo.

Pero, ¿no es demasiado tarde? ¿Verdad?

Dayna, por favor, créeme. El hombre que se enviaba cartas contigo, el hombre que amabas, soy yo, no Rupert. Ese collar, el que llevas en el cuello, es la prueba. ¿Por qué lo tendría yo en lugar de Rupert? Porque tú me lo diste.

¡Porque yo soy el verdadero!

Dayna, mi amor, por favor, créeme. Yo no te robé. Tú fuiste mía desde el principio. El estafador que te robó con engaños es Rupert, no yo.

……. Sí. Yo también soy un estafador. Después de todo, fingí ser tu esposo sin serlo.

No fue mi intención actuar así desde el principio. Entonces, ahora es mi turno de explicar por qué tuve que hacerlo.

Para eso, primero tengo que contarte cómo viví después. Seré breve. Esos diez años para mí fueron como si estuviera muerto, así que no hay mucho que contar.

Después de que Rupert te robara, luché por no derrumbarme.

Durante un tiempo, escribí cartas para ti y las rompía una y otra vez. Sentía que era inútil.

Que te comprometieras con Rupert fue mi desgracia, pero para ti, fue una bendición. Yo solo soy el segundo hijo de un noble menor. Lo único que podía ofrecerte era una vida similar a la que tenías y la libertad de ir a la escuela de medicina. En cambio, Rupert te convertiría en marquesa.

Y yo no pude vencer a mis padres. Rupert sí. La pareja de marqueses, que siempre le concedían todo a su único heredero, consideraban una humillación que su futuro marqués se casara con una plebeya, pero no pudieron detener a su hijo.

Solo con eso, Rupert era un hombre mejor para ti que yo.

En poco tiempo, el rumor de que el próximo marqués se había comprometido con una plebeya se extendió por todo el país. Incluso si hubieras sabido la verdad, no creo que hubieras deshecho el compromiso. Sobre todo porque los adultos de tu familia, que querían ascender de clase social, no lo habrían permitido, incluso si tú hubieras querido romperlo.

…….. En realidad, no es cierto que me di por vencido por tu bien. Solo fui un cobarde.

Un hombre que podía ofrecerte una vida normal como esposa de un noble común y un hombre que podía convertirte en marquesa. ¿Quién me elegiría a mí? Yo era un cobarde que no quería confirmar que me habías rechazado.

Incluso llegué a pensar que tal vez te hacías la tonta, aunque sabías que Rupert no era el autor de las cartas. Y no es que te creyera una interesada.

Simplemente no tenía sentido que no notaras que era otra persona. En las cartas, el hombre decía que odiaba la caza, pero Rupert se jactaba de sus presas. Yo caí tres pisos contigo y me rompí varios huesos, pero él no tenía ni un rasguño. Y, lo más importante, no tenía el collar que me diste.

Creía que era imposible que no notaras que era alguien más. Pero me equivoqué. Después me di cuenta de que nunca se te pasó por la cabeza que pudiera ser otro.

Rupert era un tipo astuto. Probablemente te ciegaba con mentiras ingeniosas cada vez que notabas una contradicción.

Tampoco lo confronté. De hecho, aunque él era el culpable, yo lo evité.

¿Qué me diría si hablara con él? Solo escucharía sus excusas descaradas y, en lugar de palabras, lo único que saldría de mí serían los puños.

Lo habría golpeado con solo mirarlo en la escuela… No, para ser honesto… quise matarlo.

Y aún lo quiero. Justo cuando me decidí a hacerlo, tú fuiste quien me detuvo. Me detuviste por mí, no por él, ¿verdad? Debería estar agradecido…

Sería desvergonzado culparte. Ahora soy un ser humano desvergonzado.

De todos modos… odiaba a mis padres más que a Rupert, quien me había quitado a ti.

Ese tipo siempre ha sido así. Yo nunca confié en ese ladrón.

Pero mis padres todavía lo hacían. Pensé que como eran mis padres, estarían de mi lado. Que me ayudarían cuando los necesitara. Pero mi confianza fue traicionada de la peor manera.

Lo más gracioso fue… No, para ser honesto, no me hace gracia, así que debería decir que fue inesperado. Lo inesperado fue que mi padre, que siempre estaba del lado de mi madre, le dijera: ‘Esta vez fuiste demasiado lejos’. Claro, al final se puso del lado de su esposa, volviendo a ser el mismo de siempre.

 

—¿Hasta cuándo vas a seguir con esa cara larga? Eres un hombre, sacúdete y levántate. ¿No será que perdiste a la chica por ser tan blando y poco hombre?

 

Si mi hermano, que se enteró tarde, no hubiera venido y se hubiera enojado como si fuera su propio problema, no sé qué locura habría cometido. Ted quería ir y revelar la verdad de inmediato, pero yo ya me había dado por vencido.

Aun así, le agradecí que hubiera alguien de mi lado.

Si mi hermano se hubiera tardado un poco más, me habría puesto un arma en la boca y habría jalado el gatillo, como una especie de venganza frente a mis padres.

‘Venganza’, ja, ja…

¿De verdad sería una venganza para ellos si me quitara la vida? Mis padres decían que me amaban, pero yo creo que era una mentira. Si yo hubiera muerto, no se arrepentirían. Mi padre solo me culparía por ser un debilucho y mi madre me odiaría.

Así que, al final, elegí otra venganza.


Prev
Next
Novel Info
Madara Info

Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress

For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com

Comments for chapter "Capítulo 161"

MANGA DISCUSSION

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

Contact Us
  • Contact
  • Help & Service
Resource
  • Terms of Service
  • Privacy Policy
Referral
  • Buy theme
  • Other products

© 2025 Madara Inc. All rights reserved

Sign in

Lost your password?

← Back to Novelas de Asure

Sign Up

Register For This Site.

Log in | Lost your password?

← Back to Novelas de Asure

Lost your password?

Please enter your username or email address. You will receive a link to create a new password via email.

← Back to Novelas de Asure

Caution to under-aged viewers

Rezo, para que me olvides

contains themes or scenes that may not be suitable for very young readers thus is blocked for their protection.

Are you over 18?