Marquesa Maron - MARMAR - Libro 3 - Capítulo 348

—¡Viniste otra vez! ¡Otra vez! ¡Y esta vez, vinieron juntos! ¡Les dije todo lo que tenían que saber! ¿No pueden simplemente dejarme en paz? Elegí este lugar para descansar y, por su culpa, ni siquiera puedo dormir. ¡Qué carajo! ¡Son unos descerebrados! ¡Resuelvan sus problemas solos! ¡Solos! ¡Qué andan haciendo ustedes, adultos, corriendo a mí cada vez que tienen un problema! ¡Yo no era así ni a los siete años!

—Haley.

—¡Tú eres el mayor problema! ¡Una deidad solo existe a través de la fe! ¡La gente va a descubrir que la única deidad en este mundo es una descerebrada dependiente! ¡¿Quién va a confiar en ti?!

—Pues parece que confían bastante bien.

—¡Cómo te atreves…!

La verdadera Haley estaba realmente enojada. Su cabello rojo se erizó, haciéndola parecer una bruja. Mientras consolaba a una asustada Asta, yo le dije astutamente:

—Ey, yo…

—Cállate.

—¿Puedo abrir una puerta aquí?

Haley estaba a punto de gritar algo, pero de repente se calló. Luego me miró fijamente, resopló y se cruzó de brazos.

Era su forma de decir: «A ver qué me dices».

—Tanto en el Mundo Demoníaco como en el mundo humano, las puertas se abrieron mal y causaron todo este lío. Si el equilibrio del mundo se rompe y las legiones infernales tienen que salir a algún lado, pensé que sería mejor si yo misma abría un camino.

—¿Un camino?

Preguntó Asta. Antes de que la verdadera Haley me amenazara para que no la interrumpiera, me apresuré a explicar:

—Si uso mi poder en el Mundo Demoníaco o en el Mundo humano, el dichoso equilibrio se romperá otra vez. Ser una deidad tiene muchas desventajas. Así que pensé en abrir una puerta de par en par en un lugar donde pueda usar mi poder sin restricciones.

Una puerta gigantesca, resistente y genial.

—Algo así como una autopista hacia el infierno.

Y solo había un lugar donde eso era posible en el Mundo Demoníaco y otro en el Mundo humano.

—Abramos las puertas en el Bosque Lunar y en el Dominio de Maron.

—¡Lady Haley!

Asta gritó. Había arriesgado su vida viniendo al Mundo Demoníaco para proteger el Dominio de Maron, pero yo dije que pondría una autopista al infierno justo ahí. Miró a la verdadera Haley con una cara de querer desmayarse. Parecía que quería que ella me detuviera.

Por supuesto, nuestra Haley estuvo de acuerdo conmigo.

—No es una mala idea, para ser tuya.

—¿Verdad?

—Aun así, el problema no se resolverá por completo. A menos que te dividas en dos, no podrás proteger ambos mundos para siempre.

—También pensé en eso…

Y aquí venía el verdadero problema.

—Separemos el Dominio de Maron y el Bosque Lunar del Mundo humano y del Mundo Demoníaco.

Asta se quedó boquiabierta.

La primera vez que se me ocurrió esta idea fue cuando creé un desvío en la autopista de la puerta del infierno que se había abierto en el Bosque Lunar.

Le disparé un bazucazo de magia oscura, y se abrió una autopista que iba del Bosque Lunar, pasaba por la puerta del infierno y se extendía hacia el interior. Si no hubiera barrido a la legión infernal en ese momento, ahora el ejército de defensa del Mundo Demoníaco probablemente estaría luchando mucho más al norte.

Usé una fuerza tan grande, pero la puerta del infierno no desapareció. Tal vez se quedó abierta porque mi uso de poder rompió aún más el equilibrio.

Mientras me quedaba con el ejército de defensa del Mundo Demoníaco en el campamento frente al Bosque Lunar, seguí pensando.

Ibratan es fuerte. Reikart también es fuerte.

Con esos dos, tal vez la legión infernal nunca lograría invadir el Mundo Demoníaco y solo continuaría una agotadora guerra de desgaste.

Pero durante ese tiempo, los soldados sin poder seguirían muriendo, el Mundo Demoníaco se acostumbraría a esta situación. Podría aparecer algún traidor cobarde, cansado de la guerra, que se pusiera del lado de la legión infernal.

Los demonios se parecen a los humanos, el Mundo Demoníaco se parece al mundo humano. En el peor de los casos, podría surgir un villano como Anastasia aquí.

¿Qué pasaría cuando Ibratan y Reikart no estuvieran? Ibratan es fuerte, pero no es inmortal. Reikart es fuerte, pero es un humano. Algún día tendrá que volver al mundo humano.

Entonces, ¿quién protegería el Mundo Demoníaco?

Me estaba volviendo loca de frustración. Tenía suficiente poder, pero no podía usarlo, lo que me hacía hervir de ira. Entendí perfectamente por qué mi abuela se desesperaba tanto cuando se me quemaba el arroz en la olla.

‘¡Tienes poder, por qué no lo usas!’

—Si la puerta del infierno también se abrió en el mundo humano, lo que tengo que hacer ya está decidido. Soy fuerte. Puedo abrir esa puerta en mi propio patio trasero y protegerla yo misma. Si es agua que tiene que desbordarse en algún lugar porque el equilibrio se rompió, puedo hacer un gran agujero frente a mi casa y dejar que se derrame ahí.

Asta seguía con la boca abierta, sin decir nada. La única que asintió a mi plan imprudente, aunque con una expresión de escepticismo, fue nuestra Haley.

«Me faltó explicación». Gesticulé en el aire con entusiasmo.

—Vamos a separar el Bosque Lunar del Mundo Demoníaco y el Dominio de Maron del mundo humano. Luego, los pondremos en el medio para que sirvan de barrera entre el mundo humano, el Mundo Demoníaco y el infierno. ¿Por qué los Tres Reinos, a pesar de estar tan celosos el uno del otro, nunca iniciaron una guerra en serio? Porque tenían una zona contaminada en el centro.

—¡Lady Haley! ¿Está diciendo que va a convertir el Bosque Lunar y el Dominio de Maron en zonas contaminadas otra vez?

La voz de Asta sonó como un grito. Negué con la cabeza y levanté mi dedo índice.

—¿Zona contaminada?

Ya me cansé de eso.

—Hay que hacerla una deidad.

‘¿Puedo crear un mundo?’

Si me dijeran que destruyera un mundo, creo que podría hacerlo, pero si me pidieran que lo creara, es un poco dudoso.

Lo que se me da bien es la destrucción y la purificación. Purificar la tierra contaminada o simplemente eliminarla.

Pero crear es diferente, ¿no?

Mientras estaba en esa duda, la pequeña Rosemary me lo enseñó en el Mundo Demoníaco.

Revivir la tierra muerta era un poco diferente a purificar una zona contaminada. Era devolver la vida. En otras palabras, era más parecido a la creación.

Por eso solo podía hacerlo poco a poco. De corazón, quería revivir toda la tierra que la legión infernal había destruido, pero como era la primera vez que lo hacía, era torpe.

—Quería crear un nuevo mundo de alguna manera y colocarlo en el medio, pero parece que me tomaría mucho tiempo. A este ritmo, me tomaría unos quinientos años.

Es un «mundo divino», no puedo simplemente crear un monoambiente y vivir ahí con Doraji y Rosemary encima de mi cabeza.

Mis hijos necesitan un lugar para cultivar y jugar.

—Separaremos el Bosque Lunar y el Castillo de Maron y los crearemos.

Dije con confianza.

—¡La tierra de los dioses!

A lo lejos, un cuervo graznó.

—Oye, descerebrada.

La verdadera Haley preguntó.

—¿Cómo los vas a separar y cómo los vas a diferenciar?

—No sé.

—¿Cómo los vas a mantener?

—No sé.

—¡Oye!

—Tendrás que enseñarme tú.

Tú eres la inteligente.

Dije con un guiño coqueto, y la verdadera Haley se tronó los nudillos de los dedos y sonrió con malicia.

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Después de regresar al mundo humano a través de la puerta que Asta había abierto, fui directamente a buscar a Maris.

—¿Lady Haley?

Marbas, con el rostro cubierto, estaba limpiando frente a la barraca de Maris. Me dijo que mientras Valen hacía de falso Marbas y andaba con los magos, él tenía un momento libre para sí mismo.

—Si es tu descanso, deberías descansar. ¿Por qué estás haciendo esto aquí?

—Si no hago esto, es difícil siquiera ver a Maris…

—Tienes un amor muy difícil, tú también.

—Gracias por su preocupación.

—Quise decir que te rindas, porque él es mío.

—¿Ah?

Marbas me miró con una cara de sorpresa, pero yo entré en la barraca sin siquiera tocar.

—¿Haley?

Maris estaba usando solo una ropa ligera de interior, mirando un mapa cerca del Bosque Lunar. Tuvo que desechar todos los planes que había elaborado con Ibratan, por lo que había notas arrugadas esparcidas por la mesa y el suelo.

—Maris, sabes…

Me sentí mal por darle una carga aún mayor a un Maris que ya estaba confundido, así que mi voz sonó más baja de lo normal.

—La puerta del infierno se abrió en la frontera del Dominio de Maron…