Marquesa Maron - MARMAR - Libro 2 - Capítulo 276
La puerta del mundo demoníaco se abrió.
Era una puerta estable, de una dimensión completamente diferente a las anteriores, que se agitaban inestablemente y se abrían y cerraban a su antojo.
Dije con firmeza:
—La cerraré después de que yo entre.
—Mejor déjala abierta…….
Ózen murmuró con inquietud. Él parecía dispuesto a seguirme en menos de un día si desaparecía, así que le dije con severidad:
—Si la dejamos abierta, no hay garantía de que el mundo demoníaco no se convierta en una segunda zona de contaminación. Alguien tirará gente aquí, otros la usarán para satisfacer sus propios intereses egoístas. Los humanos, cegados por la curiosidad o la codicia, se abalanzarán como polillas hacia la luz, sin saber que es una tragedia.
—Podría ser un secreto que solo nosotros conocemos.
—Ózen, no existen los secretos perfectos en este mundo. ¿Por qué dices eso, tú que lo sabes mejor que nadie?
Ózen cerró la boca.
Desde que le habían implantado el corazón falso, una brisa cálida flotaba en su rostro pálido, dándole una apariencia bastante humana.
—Cuida bien el castillo de Maron mientras no estoy.
—Lo protegeré con mi vida.
—Si tienes problemas, pídele ayuda a Vitor, si algo es difícil, consúltalo con Asta para resolverlo, y si no encuentras una solución, reza frente a esta puerta.
—¿Si rezo me escuchas?
—Lo pensaré.
Era un secreto que yo iba al mundo demoníaco a rescatar a los miembros de mi casa. Si se supiera, Asta, que no tenía ni un segundo que perder en la unificación de los tres reinos, correría derramando lágrimas, era obvio que todo tipo de personas se interesarían.
Despedirme entre lágrimas de Asta no era tan grave, pero me asustaba más que pudiera querer ir conmigo al mundo demoníaco.
Es así, ¿no? El rey de los espíritus del viento, que aborrece a los demonios, se negó a ser invocado y causó un alboroto solo por no querer llamarme «hermana». Imagínate si su contratista enloqueciera y lo llevara al mundo demoníaco.
Podría ser el primer rey espíritu en desmayarse por la presión arterial alta en la historia del mundo.
—¿Todo listo?
Me di la vuelta y pregunté, Misty y los demonios asintieron con gran tensión.
La mayoría de los que se habían ofrecido a regresar a su hogar eran aquellos que habían recuperado sus corazones.
Los que habían decidido vivir sin corazón sorprendentemente querían convivir con los humanos en el mundo mortal, y yo les aconsejé que se quedaran en el norte o que fueran al castillo de Maron.
Misty dijo con timidez:
—No hacía falta que nos diera dinero para los gastos……
—Allí necesitan monedas de oro del mundo demoníaco.
La altura de las monedas de oro apiladas como montañas en la cámara del tesoro del castillo de Maron había disminuido mucho gracias a eso, pero no me arrepentí de nada. Porque Misty me había heredado todo lo que había logrado en el mundo mortal: sus gremios de comerciantes, sus grupos de mercenarios y toda la riqueza que había acumulado.
Fue un negocio rentable, sin duda.
Les dije a los demonios:
—No tienen por qué ponerse tan nerviosos.
—Sí.
—No sé a dónde da esta puerta en el mundo demoníaco, pero como no se ha oído ningún ruido desde el interior en toda la mañana, debe ser un área rural deshabitada.
—Sí.
—Empiecen de nuevo desde cero allí. Pueden ir todos juntos a una ciudad. O pueden buscar al musculoso, quiero decir, a Ibratan. Aun así, es un Gran Duque de nombre, seguro les ayudará.
—Entendido.
—¿Nos vamos?
Estaba a punto de cruzar la puerta primero, en lugar de los demonios nerviosos, cuando Misty se acercó, me tomó la mano y me jaló hacia atrás.
—Entraremos nosotros primero.
—¿Por qué?
—Por favor, permítanos hacerlo.
Era una petición, pero sonaba firme. Sabía por qué hacía esto. Si la puerta estuviera mal o si caían en un lugar equivocado, él planeaba sacrificarse primero en mi lugar.
—¿Qué pasa? ¿Estás pensando en mí?
—Por supuesto. Usted es nuestra diosa.
—Como soy una diosa, quiero entrar primero de una manera genial.
—No haga eso. Aún debe despedirse.
Misty me empujó suavemente hacia atrás y se paró frente a la puerta con los demonios.
Eran decenas de ellos. Quizás casi un centenar. No podía saberlo con exactitud, pero de los cientos que fueron sacrificados por la Iglesia, ellos eran todo lo que quedaba.
Su equipaje era sencillo. Pensé que llevarían todo tipo de cosas en sus maletas de viaje, pero parecían no querer llevarse nada del mundo mortal, contentos con unas pocas prendas de ropa y un puñado de monedas de oro.
Misty respiró hondo y exhaló.
—Entonces.
No dejó palabras de agradecimiento ni de despedida. Pensé que eso era muy propio de él. Sentí su voluntad de irse sin resentimientos ni apegos.
Misty fue el primero en cruzar la puerta, y los demonios que lo seguían, tomados de la mano, desaparecieron en la puerta en fila.
Aunque casi un centenar de demonios se movían, todo era silencio. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, pero no se escuchaba ni un sollozo.
Mientras los veía cruzar la puerta al mundo demoníaco a salvo, abracé a Valen.
—No llores.
—Sí…….
De repente, me acordé de Illien, quien me había confiado a Vanadis antes de morir. ¿Habría previsto ese pobre Aquapher que llegaría un día como este, al pedirme que cuidara al niño que amaba como a su propio hijo?
Vanadis no pudo responder por mucho tiempo a mi pregunta de si iría al mundo demoníaco. Con su rostro inexpresivo, balbuceó algo y luego salió corriendo hacia la orilla del lago, sin regresar hasta el amanecer. Había llorado al enterarse de que me había despertado, pero parecía que se había encariñado demasiado con el castillo de Maron.
Aun así, pensé que Vanadis diría que regresaría al mundo demoníaco. Después de todo, ese era también el deseo de Illien.
Sin embargo, él eligió quedarse en el castillo de Maron. Corrió como un ciervo loco durante toda la noche, apareció cubierto de hierba y dijo con jadeos:
Que quería vivir en el castillo de Maron.
—Valen.
—Sí.
—¿Debería haber traído a Vanadis también?
—Yo creo que ese chico debería quedarse en el castillo de Maron.
—¿Por qué?
—Todavía es un niño.
¿Decirle «niño» a Vanadis, que hacía mucho que había llegado a la edad adulta, con una apariencia que estaba entre un dumpling y un panecillo al vapor?
¡Por favor!
Valen bajó de mis brazos y se paró en el suelo con sus propios pies. Sus resistentes zapatos de cuero sonaron tac-tac. Sus cortos brazos y piernas estaban cubiertos con una camisa y pantalones de viaje, atados con una suave cuerda para que no se cayeran y con un bonito lazo.
—Nosotros también vamos.
—¿Ah, sí?
Ózen, Vitor y Cyril, que habían salido a despedirme, nos miraron con caras de asombro. Parecía que era porque yo, quien se suponía que iría sola, estaba tomando la mano de Valen.
—¿Qué miran?
Les dije como si me estuviera excusando:
—Si voy sola, me siento sola.
Y ni siquiera Valen era el único que me seguía al mundo demoníaco.
—¡Ay, no puedo con esto! ¡Siempre eres inútil sin mí! ¿Cómo puedes irte sin preparación alguna, así sin más? Y tú también, Valen. Si Señorita Haley actúa sin pensar como una niña, tú deberías darle un buen consejo.
Era Campanilla.
Campanilla trajo tres maletas con dificultad y nos dio una a cada uno.
—Tomen. Esta es la maleta de Valen.
—Sí.
—Esta es la maleta de Señorita Haley.
—¡Pesa!
—¡No seas exagerada!
—Se supone que soy una diosa, pero esto es demasiado humilde. Llevo un vestido, sabes.
—¿Quién le dijo que se pusiera eso?
Campanilla y Valen, con ropa de viaje, zapatos y una pequeña mochila a la espalda, se pararon a mis costados. Tomé la mano de Campanilla con mi derecha y la de Valen con mi izquierda.
Luego dije con solemnidad:
—¡Volveremos!
—Qué cosas dice, de verdad. Qué vergüenza.
Campanilla me jaló la mano con fuerza y dio un paso dentro de la puerta del mundo demoníaco.
Dije:
—Escuchen bien. Somos los tres mosqueteros inofensivos.
—¿Qué significa eso?
—Un hada bebé y un demonio bebé que perdieron su hogar, una mujer delicada que los cuida. Ese es nuestro concepto. Parece que los demonios también tienen compasión, así que hay que hacerse los pobres para conseguir comida. Si muestras que tienes dinero, enseguida se te pegarán los mendigos.
—Por una vez, dice algo sensato.
—Señorita Campanilla, creo que es por aquí.
—Oh…….
Al salir de la puerta, el paisaje era desconocido.
Podía sentir a Campanilla y Valen pegados a mí, con claras señales de nerviosismo a pesar de sus palabras. Me puse la capucha y saqué un bastón de madera delgado y largo para apoyarme.
—Vamos.
Con un ¡Poom! del bastón, una hoja fresca y verde brotó.
Junto con una fragancia familiar y refrescante.
Asure: Por fin, terminamos el libro 2 de la novela. Arrancamos el ultimo libro de la novela. Segun spoilers en NU, el libro 3 no pasa nada, habrá que leerlo. Aunque a veces esos ‘spoilers’ realmente no generan confianza, por experiencia termina siendo diferente a los comentarios. Según yo, creo que son los haters que abundan en todos lados. A continuar
Madara Info
Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress
For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com
Jacqueline
Fue genial, me encantó, y espero más la verdad está historia siempre te pone con altas expectativas, pues no sabes cómo reaccionará la diosa y la campanilla, pero quiero seguir su nueva aventura…. Gracias!