La sirvienta fugitiva es amada por el Gran Mago - Capítulo 94

‘¡Maldita sea!’

Josef sintió que la señal mágica se cortaba desde lo profundo del palacio imperial y apretó los dientes. La había perdido. Una especie de bloqueo mágico había ocurrido. Podría intentar un rastreo mágico, pero él no era un monstruo como un gran mago, así que le llevaría mucho tiempo hacerlo.

Pero no es que no tuviera ninguna pista. Pudo ver al Príncipe Heredero, con un aspecto sospechoso, pasar frente a él.

Josef observó en silencio la espalda del Príncipe Heredero mientras se escondía y desaparecía. Parecía estar de un humor extrañamente bueno.

Quedaba una hora para la medianoche; seguramente se habría marchado para preparar el ritual. Esperó hasta que el Príncipe Heredero desapareciera por completo.

‘Seguro que salió de esa pared’

Josef echó un vistazo al lugar de donde había salido el Príncipe Heredero. Una pared del palacio imperial que a simple vista parecía normal. Él se acercó y la tocó, sintiendo la textura de una pared sólida. Sintió algo con la punta de los dedos y siguió sus sensaciones para identificarlo.

‘….…Como esperaba’

Había antiguas escrituras grabadas. Las antiguas escrituras, que a un mago normal le costaría incluso una semana, por no hablar de decenas de minutos, él las interpretó con anotaciones en un instante.

Una vez que terminó de juzgar, interpretó las escrituras y al mismo tiempo activó la magia a la inversa. Entonces la pared se ablandó y absorbió su mano. Josef no se resistió y dio un paso adelante.

Tener que arriesgarse personalmente para obtener información del enemigo no iba con su temperamento. Frunció ligeramente el ceño. Pero en un asunto que requería seguridad, era mejor que él actuara directamente en lugar de involucrar otros elementos inciertos. Y, sobre todo, si este plan tenía éxito, no tendría sentido sin ella.

‘Lady Roina’

¿Qué habría pasado si él se hubiera dado cuenta y hubiera actuado un poco antes? Un ligero arrepentimiento permaneció, dejando un sabor amargo en su boca. Pero el arrepentimiento, por muy rápido que llegue, siempre es tarde. Ahora era el momento de actuar.

Josef observó el paisaje cambiado de la habitación. Un espacio claramente hecho de magia. Una habitación que parecía una inversión de color del palacio imperial original. Pensar que tal espacio estaba escondido en el palacio imperial. Josef no pudo evitar su asombro mientras recorría el espacio.

‘Parece una mazmorra’

Las mazmorras que, según se decía, eran creadas por monstruos antiguos. Eran lugares donde no sería extraño que ocurriera todo tipo de cosas extrañas, y eran cunas de magia, pero un mago normal nunca podría entrar solo. Era obvio que sería devorado.

Esas mazmorras solo podían ser investigadas por eruditos después de que un gran mago las hubiera purificado. Como los grandes magos habían estado eliminando constantemente a esos monstruos durante casi mil años, ahora no se podían encontrar mazmorras vivas como esta. Josef solo había encontrado registros en textos antiguos y los había leído.

Él leyó los rastros de magia escondidos por todas partes. No tenía la capacidad de leer la energía en tiempo real, pero los símbolos y el lenguaje antiguos eran su especialidad. Todo lo que parecía un patrón elaborado le parecía una oración en movimiento con un contexto.

Movió los labios y trazó las fórmulas con los dedos, completando la ecuación.

‘Algo está escondido aquí’

Puso la mano en el suelo y activó la magia a la inversa. Como era un lugar lleno de magia, era posible hacer que la magia grabada funcionara con menos maná.

Sin embargo, Josef, que no tenía mucho maná innato, sintió un ligero mareo al sentir que su energía era succionada y se mordió los labios. Era una energía oscura y desagradable. Sentía como si fuera a devorar su vida y alterar su ser. Pero apretó los dientes y resistió. Porque no era el momento de caer.

Cuando activó la magia correctamente, algo como un enorme huevo de oscuridad surgió de repente.

Josef, invadido por la debilidad, se desplomó.

—Ja, ¿qué es esto?

Dejó escapar una risa hueca. Dentro de la oscuridad redonda, con tentáculos negros entrelazados, dormía el Gran Mago.

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Un calabozo rodeado de una oscuridad viviente, lleno de un frío gélido y una humedad pegajosa. El reverso de un espléndido palacio imperial. Ese era el lugar donde Roina estaba encerrada. No sabía desde cuándo el palacio imperial había sido un espacio así, pero este lugar se había convertido en un sitio extraño, envuelto en magia oscura a cada momento.

Había venido a buscar a Lutan, que había sido capturado, y al final ella también fue atrapada. Para colmo, había mostrado una imagen tan vergonzosa frente a Lutan. Incluso si escapara de esta situación, ¿podría mirarlo a la cara correctamente? Todo se había vuelto incierto.

Pero aun así, Roina no cayó en la desesperación. Caer en la desesperación era exactamente lo que el Príncipe Heredero deseaba. Una energía dorada se retorcía dentro de ella. Haría lo que pudiera hacer ahora.

‘Puedo escapar’

Pero Roina pensó eso, sentada en el frío suelo del calabozo. Aunque era la primera vez que venía a este espacio, la estructura de esta magia le era familiar.

La magia de este lugar era la misma que la de la habitación del Príncipe Heredero donde estuvo encerrada, en ese tiempo que se sentía tan lejana.

Este palacio imperial era un lugar con un circuito mágico que había estado dormido desde la antigüedad. No había forma de saber si el Príncipe Heredero lo sabía y lo estaba utilizando, pero si ella pudiera usar ese circuito mágico a la inversa, sería completamente posible escapar.

Ella echó un vistazo al caballero que estaba de pie fuera de las barras. El problema era esa persona. Un caballero envuelto en un aura de muerte, que no se sabía si estaba vivo o muerto. Podría ser un gólem hecho de magia y no un humano. Su inmovilidad la hacía sentir aún más así.

Roina se acercó al caballero, detectando el circuito mágico. La punta de sus dedos tocó el suelo y sus sentidos se extendieron por toda la habitación. Su ceño se frunció involuntariamente en el espacio lleno de energías de muerte violentas que no la obedecían.

‘Concéntrate’

Roina se mordió los labios. Como antes, solo necesitaba conocer el eje de este lugar. Si lograba controlarlo, podría hacerlo como antes.

Lenta pero seguramente, su energía alcanzó toda la habitación. Buscando el circuito que sería la llave para salir de este lugar.

‘……¿Por qué no está……?’

El sudor le perló la frente y le corrió por la barbilla. Tuk, una gota de sudor cayó al suelo. En ese momento, el caballero negro la miró. Ella, sin darse cuenta, extendió sus sentidos hasta el caballero. Había logrado leer incluso su energía.

—¿Ah?

Lo había encontrado. El cuerpo de ese caballero, por sí mismo, era la llave de esta habitación.

Al darse cuenta de eso, Roina inmediatamente retiró su energía. El caballero la miraba directamente. Sintió cómo su nuez de Adán se movía, gluup, por la tensión. ¿Sería porque su identidad era desconocida, o porque se había movido por primera vez desde que llegó aquí? Al enfrentarlo, la tensión la invadió.

—¿Por qué me mira así?

Roina preguntó con voz temblorosa. Por alguna razón, sentía un déjà vu. Su energía, el tamaño de su cuerpo, la forma de sus movimientos, todo le resultaba un poco familiar. ¿Por qué? ¿Por qué sería? Estaba confundida.

Él se giró lentamente para mirarla por completo. No se le podía ver el rostro porque llevaba una armadura oscura y el yelmo completamente bajado. Pero para salir de aquí, tenía que derrotar a esa persona, o conseguir su cooperación. Ella lo miró con ojos vacilantes. Sentía un ligero mareo.

Clank-

De repente, él extendió una mano hacia ella. Roina, sorprendida, echó la cabeza hacia atrás. La mano cubierta por la armadura negra se detuvo justo frente a ella. Como si fuera a sujetarla.

Roina, apretando el corazón que latía con fuerza por la sorpresa, miró atentamente al caballero. El yelmo cubría su rostro, y por las aberturas de los ojos, vislumbró los ojos marrones del otro. Los ojos, antes opacos y sin brillo, cambiaron ligeramente de expresión al encontrarse con los suyos. Y luego, una clara y nítida ira los llenó.

‘No puede ser’

Una hipótesis cruzó la mente de Roina. Pero ella rápidamente rechazó esa idea.

‘No, es imposible’

No podía ser él. Esos ojos cubiertos de odio, el caballero que escuchaba mecánicamente las palabras del Príncipe Heredero, no podía ser él.

—……He estado esperando que usted viniera aquí.

Como si no hubiera hablado en mucho tiempo, una voz quebrada salió de su boca. Roina abrió mucho los ojos. Su corazón pareció detenerse con un sonido clunk.

—Al mismo tiempo……

El caballero levantó una mano y se quitó el yelmo. Sus dedos entraron en el yelmo y este se desprendió fácilmente.

—Esperaba que no viniera.

El yelmo golpeó el suelo con un sonido metálico.

Frente a sus ojos, el caballero de cabello y ojos castaños, que parecía un desierto, reveló su rostro. Frunció el ceño y exhaló un aliento que parecía a la vez triste y enojado. Simplemente distorsionó su expresión. En lo profundo de sus ojos complejos, se escondía un anhelo extrañamente retorcido.

—¿Por qué, por qué regresó a este lugar?

‘Después de haberme abandonado’

Era como si escuchara las palabras que él no pronunció. Roina contuvo el aliento. Él parecía un animal herido. Aunque ya no era la imagen que ella conocía, no cabía duda de que era él.

—……¿Etan?

Hace mucho tiempo, el que la ayudó a escapar del palacio del Príncipe Heredero y se sacrificó, Etan, estaba frente a sus ojos.