La sirvienta fugitiva es amada por el Gran Mago - Capítulo 70

Él acarició lentamente su cintura y vientre, y luego acercó sus labios para estimularla con su peculiar lengua. Su lengua se sentía realmente extraña. La temperatura de su cuerpo era bastante baja, por lo que las partes de su cuerpo que no estaban en contacto con ella se sentían frías.

—Mmm.

—Qué sonido más lindo.

Él rió suavemente y lamió su bajo vientre con su lengua suave y húmeda. La sensación húmeda y desconocida hizo que su cuerpo temblara. Aunque una serpiente blanca cubría peligrosamente la parte superior de su pecho y su pubis, de un movimiento en falso, su cuerpo quedaría completamente expuesto. Mientras intentaba tensar su cuerpo, que se había relajado, ella no intentó moverse bruscamente ante ese pensamiento.

Además, sus dedos se deslizaban suavemente sobre su piel, estimulando sus zonas erógenas, y su lengua se movía con demasiada habilidad.

Era extraño. Lo normal sería sentir repulsión por su comportamiento desconocido, pero la sensación era demasiado placentera.

Cuando Roina se encogió ligeramente, incapaz de rechazarlo activamente debido al placer, él la besó suavemente en la frente y se apartó de su cuerpo. Aparte de eso, la serpiente que la envolvía no se fue, por lo que Roina seguía sintiendo una sensación peculiar cada vez que el cuerpo de la serpiente la rozaba.

—No se preocupe, Roina. No tengo intención de asustarla, así que no la tocaré más. Es solo una mala pasada mía, no pude dejar pasar la oportunidad.

Dijo él, guiñándole un ojo. A pesar de sus palabras, su mano permaneció mucho tiempo sobre la suave piel de ella, quizás con un poco de pesar. Se relamió los labios y sonrió ligeramente.

—Entonces, ¿por qué la ropa?

Sintió que su lengua, más rígida que antes, se relajaba. Con el tiempo, su cuerpo se aflojó un poco más. El cuerpo de la serpiente, para ser sinceros, se sentía mejor de lo que esperaba, pero no era algo que quisiera usar en lugar de ropa.

Entonces él dijo con ligereza:

—Bueno, para ver mejor su cuerpo… me gustaría decir, pero en realidad, es para evitar que el Gran Mago la rastree.

‘Todo está lleno de rastros de esa persona, ¿no lo sabías? En ese estado, no importa dónde estuvieras, él podría sentir tu ubicación de inmediato’

dijo él, con los ojos bien abiertos como si fuera una persona inocente.

Ella no lo sabía. Roina no estaba segura de hasta qué punto debía creerle, pero aun así, sus palabras la hicieron pensar que Luthan podría ser capaz de hacer algo así.

—Podrías haberme puesto otra ropa…….

De todos modos, si las cosas habían llegado a este punto, ¿no habría visto ya su cuerpo desnudo? No podía entender por qué la dejaba así, completamente desnuda. Ante sus palabras, él sonrió dulcemente.

—¿Y perderme este hermoso paisaje? Sería una lástima.

¿Qué? Roina lo miró con perplejidad ante sus palabras, que no tenían ningún sentido común. Él solo se encogió de hombros una vez.

—Además, a nuestro Biu solo sabe quitar la ropa.

Dijo, mirando a la serpiente blanca. La serpiente sacó la lengua varias veces y luego volvió a frotar su cabeza debajo de la barbilla de ella. Parece que el nombre de esta serpiente es Biu.

—Entonces, deme algo de ropa……. Y, aunque creo que es inútil decirlo ahora, ¿podría tener un poco de modales?

Cuando ella habló con descaro, Hyun finalmente rio, levantó ambas manos y se dio la vuelta. Solo entonces su mente pareció haber vuelto casi por completo a la normalidad.

Cuando ella se levantó, la serpiente, como si lamentara la partida, la envolvió lentamente una vez más antes de deslizarse. Era una serpiente realmente grande. La parte ventral blanca de la serpiente era sorprendentemente suave al tacto y tenía una extraña adicción. Sin embargo, le preocupaba un poco que rozara la parte superior de su pecho y sus partes íntimas de forma tan descarada, casi como si fuera intencional. «Dice esas cosas, pero en realidad, ¿no será esta serpiente controlada por él?»

La habitación en la que se encontraban era un poco más grande, llena de objetos de estilo oriental. Aunque los muebles antiguos y pesados eran inevitables, debían haberlo decorado con pequeños objetos que pudieron traer. Estaban dispuestos con buen gusto, y solo eso le daba al lugar una atmósfera marcadamente exótica.

Al mirar a su alrededor, vio una camisa que le quedaría a ella sobre la mesa de noche, junto a la cama. No se veían pantalones ni ropa interior. Pero como no estaba en posición de ser exigente, simplemente se puso la camisa. Afortunadamente, era una camisa de hombre holgada, por lo que le llegaba hasta los muslos.

Ryu Hyun, quien para entonces ya se había puesto su característica bata, se dio la vuelta y la miró con una sonrisa. Su torso seguía desnudo, revelando su pecho y abdomen. Antes, con el caos, no se había dado cuenta, pero a pesar de su apariencia, exhibía una musculatura bastante firme y densa.

Roina le dijo:

—…¿No tienes ropa decente?

—Lamentablemente, no llevo ropa de mujer conmigo. Y mis pantalones parecen que se te caerán.

‘Ah, esa imagen también sería bastante agradable de ver. Pero solo yo quiero verla’

Roina lo miró con una expresión de disgusto. Tener que usar solo una camisa holgada sin nada debajo, por mucho que intentara pensar en ella como un vestido, la vergüenza no desaparecía. Aunque, extrañamente, no sentía mucha repulsión hacia él, la vergüenza no se desvanecía. Incluso se sentía un poco más avergonzada que cuando estaba completamente desnuda. No estaba segura si era porque la extraña sensación de euforia había desaparecido.

—¿Secuestrarme así de repente? ¿Qué diablos está pensando?

—Hmm, como dije antes, es una de mis malas y perversas bromas; no pude dejar pasar la oportunidad. Ese arrogante Dragón Amarillo necesita saber lo afortunado que es.

Dijo él, mientras vertía agua caliente en el juego de té que estaba sobre una bandeja en la mesa. Las hojas de té, secas y encogidas de color negro, flotaron en el agua. Un aroma fragante pareció subir con el vapor. Clic, él cerró la tapa del pequeño juego de té. Era un juego de té de cerámica con forma de pequeña tetera, un zisha hu.

Al ver por primera vez una forma familiar en este mundo, Roina, quien originalmente amaba el té, sintió otra emoción extraña.

—Por supuesto, tener a Señorita Roina a solas por un momento también será un gran placer para mí. Es una oportunidad difícil de conseguir.

—Entonces, dejemos de hablar de estas cosas triviales.

dijo Roina con el ceño ligeramente fruncido. No podía evitar la sensación de que él divagaba sin tocar el tema importante.

—Hablemos de su verdadera intención al traerme aquí.

Él vertió el agua del zisha hu en otro recipiente dispuesto a un lado. Esto evitaba que el té se macerara demasiado tiempo. Luego, inclinó la tapa y la miró de nuevo. El fragante aroma del té llenó la habitación.

—Usted……

—¿Desea que ese bastardo no muera?

Los ojos de Roina se abrieron de par en par. Él, como si la conversación anterior hubiera sido una farsa, había dado justo en el clavo de lo que ella quería.

—Sí, lo sé. El secreto detrás de su muerte.

—¡Entonces…!

—Shh.

dijo él, levantando el dedo índice a sus labios. La manga de su ropa holgada se deslizó, revelando su brazo fuerte y largo.

—Si le cuento esa historia, ¿qué hará por mí, señorita Roina?

—¿Eh?

Roina se sintió confundida. Era un hombre que realmente hacía lo que quería. Él había orquestado toda esta situación y ahora, sin cesar, retomaba el control de la conversación.

—¿Decir eso significa que quiere algo de mí?

—En efecto, es usted, señorita Roina. ¡Qué inteligente!

Volvió a cubrirse la boca y rió. Su risa resonó suavemente.

Él dio un paso largo y se acercó a ella. Aunque era delgado, era un hombre mucho más grande que ella. Su sombra se proyectó sobre su cabeza.

Sus ojos morados, que antes solo mostraban un toque de picardía, ahora la miraban con una agudeza inconfundible. Su intensa mirada recorrió su cuerpo sin disimulo, y su lengua carmesí se deslizó sobre sus delgados labios. Una aura letárgica y peligrosa emanaba de él.

Roina retrocedió un poco sin darse cuenta. La única camisa que cubría su cuerpo parecía inútil, se sintió completamente desnuda.

—¿Y si lo que quiero es su cuerpo?

Con un paso largo, mucho más grande que el que ella había dado para retroceder, él se acercó de nuevo. Mientras lo hacía, las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba, pero sus ojos no sonreían en absoluto. Sus pupilas parecieron brillar rojas por un instante.

—Si me diera también su corazón, sería maravilloso, pero eso no será posible, ¿verdad? Porque su corazón lo tiene ese codicioso Dragón Amarillo. ¿Pero qué tal esto? ¿Y si su cuerpo la compartiera con él?

‘Imaginar la expresión de desagrado de ese Dragón Amarillo me da un placer inmenso’

dijo él, mientras pasaba la mano por el cabello de Roina. Su mano, de alguna manera, se había vuelto fría de nuevo. El escalofrío le recorrió la piel cuando sus dedos fríos tocaron su nuca y cuero cabelludo.

—A cambio, le haré sentir muy bien. ¿Qué le parece? Me parece una buena oferta.

Él inclinó la cabeza y le susurró al oído. Una voz de serpiente se aferró a su garganta, sin soltarla. La serpiente blanca, que había desaparecido en algún lugar, volvió a subir por su tobillo.

Glup.

Ella lo miró con ojos vacilantes. Sus ojos seguían mostrando un brillo rojo de deseo.