La sirvienta fugitiva es amada por el Gran Mago - Capítulo 34

Tic. Tic. Tic…

El sonido de gotas de agua cayendo regularmente era lo único que podía oír durante un tiempo desconocido. La comida se daba de forma irregular, dependiendo del humor del soldado que custodiaba la prisión en ese momento. Era común pasar días sin comer nada. El sentido del tiempo se estaba desvaneciendo gradualmente.

Una prisión fría, bloqueada por barrotes de hierro, una celda solitaria sin nadie, era difícil ver vida aparte del musgo resbaladizo y los ciempiés que pasaban ocasionalmente. El único humano que encontraba, el soldado a cargo, solo hacía su trabajo con rostro inexpresivo y no respondía a sus palabras.

Roberto, quien había torturado y pisoteado brutalmente al Ethan sobreviviente, un día se burló de él y desapareció. Lo había dejado solo. Esto lo atormentó con un profundo terror e impotencia más que cualquier violencia que se le hubiera infligido.

‘Señora Roina debe haber escapado bien’

Este hecho era su único consuelo. Pero había otra voz en su corazón.

Una voz terriblemente deprimente y extraña, como si estuviera sumergida en un pantano profundo.

– Ella será feliz sin saber nada. A costa de tu sacrificio.

—Eso es lo que yo quería.

Respondió con una exclamación decidida. Pero la voz persistió y se aferró a su corazón.

-Pero, en realidad, ¿no querías que ella se diera cuenta? Pobre de ti. Siempre te estás sacrificando.

—No.

Negó la voz con cansancio. Los problemas que había estado ignorando hasta ahora se abrieron paso desde las profundidades de su inconsciente y carcomieron su mente.

Él, como guerrero y descendiente del reino de Castro, había sido humillado al rendirse al imperio.

‘No había otra opción para proteger a mi familia y a mi pueblo’

– ¿De verdad crees que tu familia y tu pueblo están bien? Después de tu traición, ¿crees que el príncipe heredero los dejará en paz?

—Basta.

-¡Hermano! ¡Cómo pudiste hacer eso! ¿Esa mujer era más preciosa que nosotros? ¡Apenas la conocías!

—Basta.

-¿Acaso la recompensa por vendernos al enemigo fue solo eso para usted, Príncipe?

—Basta…..

-Estoy decepcionado de ti, Ethan.

—No…..

-Esa mujer no volverá contigo. Bien merecido, Ethan. Nos abandonaste y ahora te abandonaron a ti.

—¡¡¡Basta!!!

Al final, escuchó un eco en sus oídos como si alguien se riera a carcajadas. Esta voz lo carcomía persistentemente y lo cubría sombríamente. Como una sanguijuela. No importa cuántas veces la quitara, seguía pegándose y dejando pequeñas cicatrices. Era como si intentara arrastrarlo a un pantano de muerte.

‘Esto no es verdad. Es solo una alucinación’

Ethan se encogió, cubriéndose los oídos con ambas manos. Continuamente repitió para sí mismo que la alucinación que dominaba su mente no tenía sustancia.

El hecho más doloroso era que esta alucinación ya acechaba en el lugar más oscuro de su corazón y había aprovechado esta oportunidad para salir.

Su cuerpo temblaba independientemente de su voluntad. Su diosa ahora estaba grabada en su mente como una figura que se daba la vuelta con indiferencia y lo abandonaba. Lentamente olvidaba cómo hablaba realmente antes y con qué expresión lo miraba.

‘No puede ser’

Con desesperación, se retorció en su agonía. Su mente se desmoronaba cada vez más.

Chirrido- ¡Clang! ¡Clac!

El sonido de los barrotes de hierro abriéndose, el sonido de algo siendo colocado en el suelo.

La comida. Ethan levantó la cabeza con torpeza. Era el único momento en que podía pensar en otras cosas. Debido a las esposas y los grilletes que ataban sus brazos, era difícil hacer ejercicio adecuado, pero después de comer, recuperaría algo de energía y podría hacer un poco de ejercicio. Así pensó.

Ethan miró el plato de comida con ojos desenfocados y luego los abrió de par en par. Allí no había comida, sino otra cosa.

—Ugh.

Era la cabeza de una mujer, tirada con una expresión de dolor. Tenía el pelo revuelto y un aspecto sucio, pero Ethan sabía cuán elegante y noble inteligencia había mostrado este cabello en el pasado.

[Lo siguiente solo existe si el pueblo vive. No te equivocaste.]

Ella era alguien a quien él respetaba y amaba. Cuando él se entregó al Imperio Kailum, ella fue quien lo apoyó en silencio más que nadie.

—……Ma…dre.

Un grito bestial brotó. Nadie vio a ese Ethan. La oscuridad envolvió por completo al hombre que yacía postrado en el frío suelo de piedra, rugiendo. Decidió renunciar a ser humano. Nadie podría culparlo.

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—¡¿Qué?! ¡¿Has ido a la Torre de Magia?!

—Ah, en serio, me vas a dejar sordo.

¿Por qué tanto grito y alboroto? Mailli refunfuñó con irritación. Le importara o no, Josef gritó a su hermana con ojeras profundas y ojos ligeramente inyectados en sangre.

—¡¿Por qué me dices eso hasta ahora, bruja?! ¡Yo he estado sufriendo en esta oficina mientras tú sola te divertías, hacías amigos y visitabas la Torre de Magia?!

Tiró la pluma y dejó escapar un grito ahogado. Mailli lo miró con incredulidad.

—Oye, ¿ahora te estás poniendo pesado? ¿Estás aburrido de la vida? ¿Quieres que te acabe?

—No, ¿qué dice, hermana? ¿Cuándo hice eso?

En el instante en que ella levantó el puño, Josef se sentó repentinamente con cortesía en su silla. De naturaleza inherentemente estudiosa, sabía muy bien que nunca podría vencer en fuerza a su hermana, una caballero con habilidades superiores.

‘Ese bárbaro’

—Se te nota en la cara que dices eso pero piensas cosas impuras. Saldrá todo si te sacudo.

—Hermana, este hermano se opone a la violencia y la coerción.

‘Por favor, habla como una persona civilizada, bárbaro’

Mailli se encogió de hombros.

—¿Tanto te envidia que haya ido a la Torre de Magia?

—¡Ah, claro! ¿Acaso no sabes que mi especialidad es la magia?

—Tienes como cuatro especialidades, ¿no? ¿Cómo se supone que me acuerde de todas? Economía, historia, y ¿qué más era?

—Para ser exactos, Economía Nacional e Historia Imperial, Filología Antigua y Magia. Solo son cuatro, apréndetelas.

Joseph habló con severidad y se subió las gafas. Incluso en ese pequeño gesto se notaba un profundo cansancio. Mailli incluso se preguntó si había estado explotando demasiado a su hermano.

—Que tengas cuatro especialidades es lo anormal. Si solo estudias así, ¿no te aburres un poco de la vida? Sal a ver el sol un poco.

—Ya tomo suficiente sol y hago ejercicio, al menos lo mínimo necesario.

‘Y tú, hermana, deberías alimentar un poco tu cerebro, está completamente vacío’, se tragó esas palabras. Josef era un adolescente que valoraba su vida.

—En serio, ese lugar es donde la gente que ha entrado durante décadas o siglos se cuenta con los dedos de una mano. No hay muchos registros. Uf, qué envidia.

Generalmente, solo los Grandes Magos podían crear y usar magia como si respiraran, el resto de los llamados magos eran en realidad personas que investigaban y combinaban fórmulas mágicas antiguas ya existentes para invocarlas mediante métodos complejos y que requerían mucho tiempo.

Para ellos, la oportunidad de presenciar la magia libre de un Gran Mago era en sí misma un evento trascendental que traería un nuevo aire al mundo académico.

Entre ellos, la Torre de Magia era la cuna de la magia espacial, de la cual aún no se habían revelado teorías adecuadas al mundo. Había registros de que todo, desde la entrada hasta la estructura, estaba hecho de refracciones, dobleces y uniones espaciales, pero ningún investigador que pudiera estudiarlo adecuadamente había entrado jamás.

Joseph sintió emoción solo con imaginar investigar nuevas fórmulas dentro de la Torre de Magia.

—Pero solo los invitados pueden ir……

Y él, que renunciaba rápido gracias a su enérgica hermana, murmuró con voz ligeramente desanimada.

‘Ah, por qué está así, en serio, qué raro le queda’

Mailli sintió un gran cargo de conciencia al ver a su hermano, lleno de sueños y expectativas, desinflarse como un globo pinchado y perder energía. De hecho, ella le había confiado toda la investigación básica y los asuntos familiares, aparte de las actividades externas que él odiaba, mientras ella disfrutaba de una vida cómoda.

—Ey, eh. Preguntaré si puedes ir.

—Hermana, ¿necesita algo?

—¡¡Ey!! ¡¡Incluso si te digo que sí sin más, te quejas!!

—¡¿Cuándo me has dado algo gratis alguna vez?!

El marqués, que pasó y vio la disputa de los hermanos por el ruido, negó con la cabeza y siguió su camino. Era un gesto que significaba que eran incorregibles, pero una sonrisa complaciente se dibujó en sus labios.

‘Me alegra que ambos estén llenos de energía’

Qué jóvenes son. Ambos están sanos, así que no hay que preocuparse por los herederos.

Aunque tenía ante sí el pesado tema del desafío al poder imperial, no se inmutó. No sabía a quién se parecía esa audacia.

Cuantos más colaboradores, mayor es el riesgo. Dado que el imperio tenía una historia de casi mil años, la autoridad, los ojos y los oídos de la familia imperial estaban desplegados de manera muy amplia y profunda.

Él ya había jurado lealtad al emperador como caballero, así que pensaba arriesgar su vida para mantener su palabra, pero sus dos amados hijos no tenían por qué hacerlo.

—Espero que, si surge algún problema, se quede en mi nivel.

Había tomado medidas, pero el corazón de un padre se preocupa cuando se trata de los hijos. Dejó escapar un profundo suspiro en secreto.