La sirvienta fugitiva es amada por el Gran Mago - Capítulo 145
Roina también sentía un placer que nunca antes había experimentado. Cuando su miembro se deslizó dentro de ella, una extraña sensación escalofriante recorrió su espina dorsal. Un intenso placer invadió todo su cuerpo y no pudo contener sus gemidos.
—¡Hng, ah! ¡Por favor, hng, ah, ah!
Eran una serie de ruidos vergonzosos. Lo sabía, pero no podía detenerlos. Su cuerpo, atado sin poder moverse, se estremecía. Las embestidas de Claude, que sentía por primera vez, eran violentas y dominantes. Aunque dolían y le causaban sufrimiento, también la envolvían en un éxtasis poderoso. Él solo se encargaba de que ella no huyera, y agarrándola por la pelvis, repetía movimientos instintivos. Era algo extraño. Quizá era el efecto del contrato. Y quizá…
‘Estoy siendo influenciada por la inexperta sensación de Lutan.’
—¡Maldición, urgh!
De pronto, Lutan embistió con fuerza dentro de ella y dejó escapar un gemido. El sonido de su piel golpeando la de ella era claro. Justo cuando su miembro penetró en su parte más profunda, se detuvo y, con un sonido de gluk, depositó algo cálido dentro de ella. Roina se estremeció al sentir que algo la llenaba.
Roina, que había logrado apartar las ramas que le cubrían la vista, se dio cuenta de su situación. Sus dos manos estaban atadas a las raíces del árbol por encima de su cabeza, la ropa que llevaba estaba casi completamente rasgada e inútil, y en su piel expuesta se veían las marcas de mordidas y succiones que Lutan le había hecho instintivamente. Sus piernas estaban completamente abiertas, y sus rodillas y muslos estaban firmemente sujetos para que no pudiera resistirse.
Lutan, que todavía estaba conectado a ella, le sujetaba la cintura y la pelvis, y la miró con una mirada aterradoramente intensa mientras movía sus caderas lentamente. Ahora, la unión de sus cuerpos, ya cubierta de fluidos y semen, emitía un sonido aún más fuerte. Como ya lo había experimentado, ella lo había presentido, pero el tamaño del miembro de él no disminuyó en lo absoluto, incluso después de haberse corrido una vez.
—Por, por favor… hmm, hng… No querías… uh, hacerlo conmigo, ¿cierto? ¡Hng!
—……..
Ella dijo esas palabras, pero parecía que Lutan no la oía. Sus ojos estaban perdidos; parecía que estaba fuera de sí por el placer que había sentido por primera vez.
Gluk, gluk, su miembro se movía lentamente, pero con firmeza. El movimiento de su gran miembro al entrar y salir de ella era evidente. Ya no tenía nada que le cubriera los ojos, así que podía ver su abdomen subir y bajar. Roina cerró los ojos con fuerza, pero eso no hacía que dejara de sentir sus movimientos. Él, poco a poco, aceleraba la velocidad, y Roina, atada, no podía resistirse. Intentó decirle que parara de nuevo, pero él actuaba como si no la oyera.
—¡Hng! ¡Ah, una vez es suficiente, Lutan! ¡Aaaang!
Una vez más, intentó usar su magia para liberarse, pero fue anulada de nuevo. Por primera vez, Lutan, cuyos ojos habían estado perdidos después de correrse, la miró. Él soltó un resoplido. Su cadera no dejaba de moverse.
—Mujer, ¿qué diablos hiciste? ¿Eh?
—Por favor, ¡detente! ¡Haa, hng, déjame hablar! ¡Aang!
“¡Déjame terminar de hablar!”, la frase que quería decir, se perdió en sus gemidos. Aunque lo hubiera dicho, Lutan probablemente no la habría escuchado de todos modos.
Mientras él se movía cada vez más rápido, el néctar de ella, mezclado con su semen, se convirtió en una espuma blanca.
—Haa, maldición, no puedo detenerme.
—¡Aang! ¡Hng! ¡Hng!
Lutan agitó una mano, y las raíces respondieron levantando un poco el cuerpo de Roina. Ella sintió que las ramas que la apretaban le dejaban rasguños de nuevo. Pero el continuo placer la hacía sentir menos el dolor. O, mejor dicho, casi lo sentía como placer.
Quizá ese era su propósito, pues Lutan la agarró por la nuca y unió sus labios con los de ella. El beso de antes parecía haberle gustado mucho. Él le mordió los labios e invadió su boca, y a Roina también le pareció increíble. El maná de ambos circuló de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. El movimiento torpe pero lujurioso de su lengua cubrió la de ella hasta la raíz.
Su miembro, que llenaba su interior, entraba una y otra vez con fuerza, y por la fuerza de él, ella fue sacudida una y otra vez.
La energía de ambos parecía infinita, y la conexión se repitió una, dos, tres veces… Roina, envuelta en un placer intenso, fue perdiendo la memoria, hasta que finalmente se desmayó.
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—Uhm…
—…¿Ya te despertaste?
Cuando Roina abrió los ojos de nuevo, era medianoche. Se levantó y miró a su alrededor; la habitación se sentía similar a la torre de magos.
‘¿Será que su gusto por la decoración ha sido el mismo desde entonces?’
Sabía que era un pensamiento inútil, pero no pudo evitar que se le viniera a la mente.
—¿Ahora sí está listo para escucharme?
Para su sorpresa, él desvió la mirada y observó un cuadro en la pared. Tenía un rostro serio y atractivo, pero su actitud era claramente de evasión. Probablemente era consciente de que, habiendo olvidado toda su dignidad, se había aferrado a ella para satisfacer sus deseos.
—Hmph, ¿cuál es tu relación con Hyun? ¿Y qué me hiciste a mí?
Roina exhaló un leve suspiro. Parecía que iba a ser una larga historia.
—Primero, hay algo que debe saber: yo vengo del futuro.
—…¿Qué?
—Vengo de unos mil años en el futuro, así que no sé lo que sucederá en el futuro cercano de esta época. Pero lo que sí sé es que, en algún momento, usted y yo, mil años después, quedamos unidos por un contrato, y eso fue obra de Hyun.
Al oírla, Lutan se quedó pensativo.
—¿Por qué?
—…Para poseerme, según él.
—¿Poseerte a ti?
Lutan levantó una ceja, intrigado. Esta vez, Roina no pudo evitar suspirar.
—No sé si es la verdad. Pero él lo dijo, y que planea separar a mis contratantes y absorberlos uno por uno. Lutan, a usted también lo afectó.
Sus ojos dorados se posaron en Roina, con una mirada tranquila y profunda. A diferencia de cuando estaban juntos, sus ojos estaban llenos de razón e intelecto. Roina se puso nerviosa sin querer. No sabía por qué, pero la presencia de Lutan la hacía sentir así. Era una persona de la que se hacía consciente solo por estar ahí. Al parecer, la época de hace mil años no era la excepción.
—Parece que no mientes.
Se pasó una mano por el cabello y exhaló un “ja”. Parecía que su orgullo había sido herido.
—Así podría controlar tu existencia por completo. Y él, que originalmente no podría interferir en el mundo, podría actuar libremente. Como es un método ilícito, las reglas del mundo se deformarían un poco, pero a ese tipo no le importaría. Es un plan muy típico de Hyun…
Bajó la mirada y se fijó en Roina. Ella le sostuvo la mirada, sin esquivarla.
—¿Por qué asumiría ese riesgo para tomarte a ti?
—…No lo sé.
Roina también quería saberlo. ¿Por qué una persona así se obsesionaba con ella? Solo deseaba que la dejara en paz.
—Y lo más importante, yo quiero romper esos contratos. Creo que podré hacerlo cuando recupere todo mi poder, así que estuve buscando un artefacto y terminé viajando al pasado.
—Así que eso es… Es difícil de aceptar, pero, sorprendentemente, parece que no mientes, así que tendré que aceptar esa premisa por ahora.
Lutan exhaló un leve suspiro. Todos los hechos estaban intrincadamente entrelazados.
—Sí. Y cuando nos conocimos, su estado no era normal, así que pensé que tendría que hacer algo para que recuperara la razón… Aunque parece que una sola vez no fue suficiente.
—Eso… lo siento. Pero también debes considerar que si consumamos el contrato, nuestra conexión se hará más fuerte. No creo que pase nada malo con solo fortalecer la conexión, pero ¿cómo crees que actuará Hyun?
La miró con una mirada intensa. Roina se sintió nerviosa de nuevo y tragó saliva.
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