La sirvienta fugitiva es amada por el Gran Mago - Capítulo 132

En algún momento, Roina abrió los ojos. Vio a un hombre de ojos morados, que la miraba con nostalgia mientras derramaba lágrimas.

‘¿Por qué lloras?’

Instintivamente, quiso preguntar eso, pero su voz no salía. El hombre se arrodilló, apoyó la frente en el dorso de la mano de Roina y dijo con voz llorosa:

—Por favor…, no te vayas…

Entonces, la «Roina» que lo miraba, le apartó la mano con frialdad.

—Piensa en lo que hiciste.

Al mismo tiempo que pensaba «es un sueño», ya que su cuerpo se movía sin su voluntad, Roina volvió a la realidad.

—Ah.

Una lágrima rodó por la mejilla de Roina. Estaba acostada en la cama, y sobre ella, Ryu Hyeon, con los ojos morados de príncipe heredero, la miraba con el ceño fruncido y una expresión de dolor.

Era su verdadero rostro, sin la arrogancia que había mostrado al hablar con ella.

Todo su cuerpo le dolía como si la hubieran golpeado. Sabía que si se levantaba, le dolerían la espalda y la cadera. Aun así, Roina lo miraba fijamente. Había absorbido tanto su energía que su maná estaba al máximo.

—…¿Está satisfecho?

Ante esas palabras, Ryu Hyeon bajó la cabeza. Su expresión era de tormento y dolor.

—¿Te gusta tener mi cuerpo sin mi corazón?

Esas palabras salieron de su boca por sí solas. Roina sintió una extraña conexión. Por un momento, sintió que era la misma persona que en el sueño. Al oír el cambio en el tono de Roina, Ryu Hyeon se sobresaltó y la miró, con una expresión de incredulidad, pero también de emoción.

Roina levantó la mano y le acarició la mejilla. La suave piel del príncipe heredero se sintió en la punta de sus dedos. Se preguntó qué le pasaría al verdadero príncipe heredero si él se apoderaba de su cuerpo de esa forma. Un pensamiento irrelevante le vino a la mente.

—Pobre de ti.

Los ojos de Roina se tornaron dorados. Roina se levantó naturalmente y lo empujó por el hombro. Ryu Hyeon se apartó sin oponer resistencia.

—De nuevo, estás aferrándote a una mentira.

Roina le puso la mano alrededor del cuello y lo miró. Los ojos morados de Ryu Hyeon temblaron, y su alma se agitó.

—No puedes morir ahora, porque no es el momento del contrato. Ni ese cuerpo, ni tu alma.

Roina se inclinó y mordió suavemente los labios de Ryu Hyeon. Él, que la miraba con los ojos temblorosos, le agarró el cuello y enterró su cara en él. Como una persona sedienta que busca agua desesperadamente, él quería alcanzar lo más profundo de ella.

Roina lo aceptó por un momento, y luego lo empujó de nuevo. Él se apartó dócilmente. Su mirada se quedó embelesada en los labios de Roina y en sus ojos dorados.

—Y si yo muero, el que tendrá problemas eres tú.

Una sonrisa torcida apareció en la boca de Ryu Hyeon. Roina lo miró con calma. Sentía una lástima sincera por él, que la deseaba tanto, a pesar de haberse acostado con ella innumerables veces.

—No es el momento, regresa.

Roina solo susurró eso, Ryu Hyeon la miró como si estuviera hipnotizado, y asintió. Y entonces…

—Regresaré.

Como si lo cubriera una neblina negra, él desapareció.

Roina lo miró con indiferencia, y luego desvió la mirada.

Ya que él se había visto afectado por el incidente de la fiesta de Año Nuevo, este debía ser su límite. Probablemente, al verla, no pudo contenerse y causó este desastre. Como siempre lo hacía.

Era una persona que, por su codicia, quería devorarlo todo y terminaría cayendo. Se preguntó por qué no escarmentaba. Ese pensamiento le vino a la mente por sí solo.

De repente, sintió que una pieza rota había regresado. La energía dorada, que latía y se arremolinaba dentro de ella, por fin se había convertido en una parte completa de ella.

‘Era verdad. Yo, la de hace mil años, y yo, la de ahora, somos la misma persona…….’

Ella, que había reencarnado en otro mundo y simplemente había vivido, llegó a este lugar por la llamada forzada de Ryu Hyeon. Y para protegerla, el archimago reencarnó una y otra vez para encontrarla y ayudarla. Esto se había repetido de forma intermitente durante mil años.

‘Todavía no lo recuerdo todo’

Pero ya tenía una idea. Roina usó la magia, que ahora le era tan natural como respirar, para arreglar su ropa, y pensó.

Clic, shh.

En ese momento, la puerta lateral de la habitación se abrió. Como si le dijera que entrara. Roina la miró con curiosidad, y de repente, el colgante que llevaba en el cuello se abrió y emitió una luz brillante. La luz apuntaba directamente hacia la puerta abierta.

—¿Amor?

Roina no tuvo más remedio que levantarse y caminar unos pasos hacia la puerta. Cuanto más se acercaba, más sentía la extraña sensación. El interior de la puerta estaba envuelto en oscuridad, y no podía ver nada. Sentía una incomodidad pegajosa.

—…Es Ryu Hyeon.

Según el significado de Amor, debía haber una pieza de magia primordial al otro lado. Recuperar esta pieza era, en última instancia, el camino para recuperar a Castelo.

—Pero es peligroso ir sola.

Roina, que ya tenía experiencia en el palacio, negó con la cabeza. No hay que ser tan arrogante, ¿acaso no la había atrapado Ryu Hyeon de nuevo por moverse sola? Ella estaba pensando en eso.

¡Bang!

La puerta del otro lado se abrió.

—¡¡Señorita Roina!!

El dueño de la puerta que se abrió era Ethan, que jadeaba.

—¡Ethan! ¡Dónde ha estado!

—Eh, hola.

Y detrás de él, apareció una mujer musculosa y fuerte, una guerrera de Castelo.

Roina se sorprendió al ver a una persona desconocida, pero no lo demostró y le preguntó a Ethan:

—¿Quién es ella?

—Bueno, primero…

Ethan extendió su gran mano y abrazó a Roina. Solo entonces, Roina se dio cuenta de que había estado tensa todo el tiempo.

—Ah.

La luz dorada en los ojos de Roina finalmente se apagó.

—Me alegra que esté a salvo.

Ante las palabras de Ethan, Roina sintió un nudo en la garganta.

—Ah, ¿es mi cuñada? Es muy elegante y bonita. Mi chico es un poco inmaduro, pero hace bien lo que se le pide. Cuídela bien.

«Cuñada» no es un término que una mujer use normalmente.

Roina se contuvo de hacer esa corrección y la miró, mientras Ethan se llevaba una mano a la frente y suspiraba.

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Después de escuchar la historia de los dos, Roina se quedó en silencio, inmersa en sus pensamientos. Incluso con los recuerdos que habían vuelto, no estaba segura.

Frunció el ceño y dijo:

—Entonces, ¿Icardo sigue vivo sin importar cuántas veces lo maten, y cada vez que lo matan, sienten como si una parte de ustedes desapareciera?

—Sí, ¿verdad?

Camille respondió con demasiada naturalidad. Roina sintió una ligera familiaridad y negó con la cabeza. Aunque el estilo era diferente…

‘Me recuerda a Mary.’

Hablando de eso, ¿cómo estaría Mary? La última vez que supo de ella fue cuando le pidió a Joseph que la detuviera si intentaba ir a la capital después de la fiesta de Año Nuevo. Había estado tan ocupada con otras cosas que no le había quedado tiempo para pensar en ella.

Pero esta mujer era como un caballo salvaje, incluso más salvaje que Mary. Si Mary se sentía como una caballero de una familia noble, Camille parecía alguien que nunca podría ser domesticada por las leyes de los humanos.

Cuando Lutan se recuperara, tendría que ir a ver a Mary.

‘Lutan.’

Al pensar en él, su corazón volvió a dolerle. Echaba de menos sus ojos dorados y su cálido toque. Y ahora se había dado cuenta. Se había vuelto más claro después de lo que pasó con Ryu Hyeon. La razón por la que se sentía atraída por Lutan no era para recuperar su maná.

Era porque él la cuidaba. Porque la había salvado y se había sacrificado tanto por ella. El acto sexual con él era solo una pequeña parte de la razón.

En fin, no era el momento para seguir pensando en eso.

Roina volvió a mirar a Camille y habló.

—No soy experta en magia, así que no puedo estar segura, pero la razón por la que Icard no muere es probablemente por lo que hay ahí dentro.

Roina señaló con la mirada la puerta lateral. El espacio donde yacía una oscuridad que se tragaba la luz.