La Emperatriz que regresó en el tiempo - Capítulo 97
—Su Alteza.
Eliana tomó la mano de Flint y solo entonces él recobró la compostura. El cuerpo de Eliana se elevó por un instante. Flint la alzó suavemente en brazos y la bajó del carruaje.
Las asistentes se afanaron para que el dobladillo del vestido no se arrugara. Los invitados, que observaban cada detalle, susurraban:
—Las asistentes tienen mucho trabajo por culpa del novio impaciente.
Las risas de los invitados se perdieron en la música. Al ritmo, Pavel avanzaba esparciendo flores.
Aquellos con buen ojo se dieron cuenta de la identidad del paje, y algunos vieron el emblema imperial bordado en los guantes. Que Príncipe Pavlesika fuera el paje en la boda del Gran Duque Howard…
Miraron de reojo a Hereise.
Pero Hereise, en realidad, no podía apartar los ojos del novio y la novia.
Eliana, de la mano de Flint, caminó con paso ligero por el pasillo de flores. Una sonrisa deslumbrante adornaba su hermoso rostro.
Como correspondía a la Dama Rosana, llamada la flor de la alta sociedad, la novia era sumamente hermosa. El novio también era imponente y de aspecto muy apuesto; eran una pareja hecha el uno para el otro.
Las asistentes de la novia, incluida Jane, soltaron el dobladillo del vestido de novia en un punto determinado y se retiraron. Se aseguraron rápidamente de que ya no fuera necesario sostenerlo. Sería un desastre si la novia tropezara con el largo dobladillo. Pero Eliana avanzó con estabilidad y elegancia.
Los pasos de la pareja se detuvieron frente al Gran Sacerdote Marco, quien oficiaría la ceremonia.
En las manos del novio y la novia se colocaron velas blancas puras, y sobre sus cabezas se puso una corona circular blanca pura. La corona, hecha de hilos finos y blancos puros, estaba unida en una sola pieza.
Cuando se encendieron las velas nupciales, los invitados se levantaron de sus asientos. El Gran Sacerdote comenzó la misa de matrimonio con solemnidad.
Hereise no podía concentrarse en la santa misa de matrimonio. Solo podía ver el cabello rosa pálido de Eliana moverse sutilmente con la brisa.
—……Por la presente, estos dos hijos de Dios se aceptan mutuamente como compañeros. Este matrimonio, unido por Dios, es un pacto que no se romperá por ninguna prueba, y un compromiso decidido por la libre voluntad de ambos. El novio y la novia jurarán ante Dios amarse eternamente.
Las coronas nupciales y las velas que unían al novio y la novia fueron retiradas, y los invitados se sentaron. Hereise se sentó solo después de que su asistente lo jalara del brazo.
El novio y la novia se miraron y se tomaron de las manos. El Gran Sacerdote recitó la parte final del juramento.
—¿Juras, novio, tomar a la novia como tu compañera de por vida y amarla eternamente?
Flint miró a Eliana a los ojos y movió los labios.
—Lo juro.
A Eliana le pareció que sus ojos parpadeaban un poco. Parpadeó una vez, y cuando volvió a mirarlo, los ojos gris plata de Flint estaban tan serenos como de costumbre.
—¿Juras, novia, tomar al novio como tu compañero de por vida y amarlo eternamente?
Eliana bajó la mirada y respondió:
—Sí.
El siguiente paso de la ceremonia fue el intercambio de anillos. Había dos pares de anillos dentro del estuche. Eliana parpadeó con curiosidad. Y al ver uno de los anillos, sus ojos verdes se abrieron de par en par.
—Esto es……
—Es el anillo con el sello de Howard.
En el dedo anular de la mano derecha de Eliana se colocó el anillo con el sello y en el dedo anular de la izquierda, el anillo de bodas. Mientras Eliana miraba aturdida, Flint le besó el dorso de la mano.
Solo entonces Eliana le puso los anillos, uno en cada mano. De alguna manera, sintió un cosquilleo en el corazón y su rostro se sonrojó. A pesar de que era solo un procedimiento formal de la boda.
Seguramente se había embriagado con el aroma de las flores.
Flint sonrió ampliamente al ver las mejillas sonrojadas de Eliana.
Los rostros se acercaron y los labios se tocaron brevemente antes de separarse. Eliana, sorprendida, casi deja caer el ramo.
La sala estalló en vítores por el beso del novio y la novia. La orquesta cambió la música a una marcha nupcial.
Flores cayeron por todas partes mientras Flint y Eliana caminaban por el terciopelo dorado. El vestido de novia blanco, bañado por el sol, brillaba con un resplandor plateado.
Una sonrisa radiante floreció en el rostro de Eliana, como si las flores se abrierán. Parecía una novia verdaderamente feliz.
Los ojos azules que captaban la sonrisa de la novia estaban aturdidos. El corazón de Hereise latía como si fuera a estallar. Eliana, sonriendo junto a Flint, era la más hermosa del mundo.
‘Es natural que la novia sea la más hermosa el día de su boda.’
Pero Hereise sintió como si algo enorme se le hubiera desprendido de una parte de su corazón.
Era una sensación de pérdida.
Sentir una pérdida cuando nunca se había tenido, era realmente extraño.
‘¿Será que me doy cuenta de que no la odiaba, sino que la amaba?’
No sabía por qué esa frase le venía a la mente de repente. Había sido una pregunta que Flint le había hecho.
Se burló de su propia estupidez.
Hereise no era un tonto que no conocía sus propios sentimientos.
Pero tampoco era tan ingenuo como para arrepentirse de un descubrimiento tardío y sumirse en la tristeza.
Así que, tan pronto como se dio cuenta, lo dejó de lado. La amistad con Flint era lo suficientemente grande como para eso.
—Felicidades a los dos. Espero que vivan felices.
Hereise se acercó a la novia y al novio con su rostro usualmente radiante y les deseó lo mejor.
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La recepción nupcial después de la boda tuvo lugar en el salón principal de la mansión. Los invitados charlaban sin cesar sobre la lujosa boda de hoy. Se desarrolló un escenario de evaluación disfrazado de cumplidos.
—Por más que lo veo, no parece obra de Marquesa Cyclamen. Parece que es cierto el rumor de que los Duques prepararon la boda ellos solos.
—El Gran Duque no tiene tales habilidades… Debe ser obra de la Gran Duquesa. Como era de esperar de Dama Rosana.
Un noble, recientemente ocupado con los preparativos de la boda de su hijo, miró a su alrededor con ojos agudos. «Nosotros también debemos instalar ese candelabro.»
—La alta sociedad del Norte cambiará para ser aún más sofisticada. Los eventos organizados por la Gran Duquesa traerán un nuevo aire. Espero que le guste disfrutar de la alta sociedad.
Una dama noble del Norte susurró mientras abanicaba.
—¿Cuándo organizará una merienda? Me gustaría que mi hija le cayera bien…
En ese momento, un joven noble abrió mucho los ojos y exclamó:
—¡Mamá, mira! ¡Parece que es el pastel de bodas!
—¡Por Dios! ¿Cuántos pisos tiene?
Cuando apareció el gigantesco pastel de bodas, hecho por varios pasteleros, todos exclamaron con admiración. Flint y Eliana, cambiados a sus trajes de recepción, sostuvieron juntos el cuchillo y cortaron el pastel.
Al ver esto, el pastelero de la mansión Howard se secó las lágrimas en secreto. Pensar en todo el esfuerzo que le había costado hacer ese pastel de siete pisos era motivo más que suficiente para llorar a mares.
Durante los preparativos de la boda, después de que Eliana viera el diseño inicial del pastel y trajera a varios pasteleros externos, él se había sentido internamente impactado.
Desde el principio, Eliana había dado la impresión de que los postres de la mansión Howard no eran de su agrado. El pastelero sintió la amenaza de perder su trabajo. Afortunadamente, Eliana no lo reprendió por falta de habilidad, incluso después de probar los postres que los pasteleros externos habían presentado.
‘Es una persona tan exigente con los sabores como elegante…….’
Mientras tanto, cuando Flint besó el dorso de la mano de Eliana, la orquesta comenzó a tocar una música romántica. Eliana sonrió dulcemente, y Flint le tomó la mano y dio el primer paso. Era costumbre que el primer baile de la recepción lo bailaran solos los dos protagonistas de la boda.
—Ah…….
Flint vaciló un momento, perdiendo el ritmo, pero Eliana lo condujo hábilmente hacia el centro. Y el baile, que se ajustaba perfectamente al ritmo y la melodía, se desarrolló a la perfección.
—¿Por qué estás tan nervioso?
Flint respondió con vergüenza:
—Hace mucho tiempo que no bailo…….
—Quizás deberíamos haber practicado antes.
Los cuerpos del hombre y la mujer estaban muy juntos. Era natural al bailar.
Pero Flint sintió que el rostro de Eliana estaba demasiado cerca. Así que la hizo girar. Aunque fue un poco repentino, Eliana mostró movimientos elegantes.
—¿Está bien?
—Es solo un baile.
Eliana era una persona acostumbrada a todo lo que se mostraba en público. Había sido educada para que incluso respirar pareciera elegante, así que bailar no era nada.
Podía bailar correctamente con los ojos cerrados, sin importar qué música sonara. Además, debido a su vida como emperatriz en su vida anterior, no se ponía nerviosa a pesar de ser el centro de atención de tanta gente.
La canción terminó en un instante.
Flint detuvo a Eliana, justo cuando ella pensaba que debía bailar con el Príncipe Heredero, el invitado más importante.
—¿Quisiera bailar una pieza más?
Eliana sonrió dulcemente.
—Por supuesto.
Al terminar la primera canción, los nobles se lanzaron a la pista de baile. La segunda canción era una melodía con un tempo un poco más rápido. Esta vez, Flint no se puso nervioso y guio a Eliana. El dobladillo de su vestido dibujaba un arco, formando hermosas figuras.
Los ojos de Flint permanecieron fijos en Eliana. Eliana sintió esa mirada un poco cálida y bajó los ojos. Flint, pensando que esa reacción era nerviosismo, dijo con firmeza:
—No se preocupe. Nunca la soltaré.
Solo había aprendido y practicado los bailes de sociedad por obligación, pero de alguna manera, Flint sentía que esta actividad le resultaba muy placentera. También le gustaba la cercanía, tan cerca que podía sentir su aliento. Y le gustaba que sus ojos verdes transparentes solo reflejaran su propia imagen.
Cuando terminó la segunda canción, Hereise apareció a grandes zancadas. Había pensado que la segunda canción sería suya, y como sintió que la tercera también le sería arrebatada, se acercó directamente a la pareja.
—El novio es demasiado posesivo. ¿Me cederías el siguiente baile?
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