La Emperatriz que regresó en el tiempo - Capítulo 6

—¿Por qué dices algo así? Él es el Emperador de Zacador y mi esposo. ¡Cuida tus palabras! 

—Es un hombre que juega descaradamente con muchas mujeres. Por eso, incluso para Su Majestad, la palabra ‘Emperador’ antecede a ‘esposo’, ¿no es así? 

Flint golpeó donde dolía. La mano de Eliana, agarrando el reposabrazos, temblaba. Sus ojos estaban rojos. Parecía que las lágrimas podían caer en cualquier momento. 

—Marcel es el Emperador. Los hombres de Bianteca tampoco aman a una sola mujer, ¿verdad? 

—El Emperador de Bianteca no toma varias esposas. Por lo menos, los hombres biantecanos saben que tal comportamiento es vergonzoso. ¿No es ridículo? Zacador permite oficialmente muchas esposas, pero aún así desprecian a los hijos ilegítimos. 

—¿Por qué me dices eso a mí, la Emperatriz de Zacador? 

—Porque encuentro repugnante la cultura de Zacador. ¿No lo haces tú? 

Incluso antes de llegar al palacio de Zacador, Flint había sabido que no podría cumplir el deseo de Demian Rosana de llevar a Eliana a casa. Incluso entre sus aliados, la gente tenía dudas. Con solo ver su actitud ahora, estaba claro que Emperatriz Eliana y Duque Rosana eran enemigos jurados. 

Aún así, Flint tuvo que venir a Zacador. 

—Por favor, trae a mi hermana de vuelta. Entonces te ayudaré a derrocar a mi padre. Revelaré todos los crímenes que ha cometido. Entregaré todas las pruebas. Quiero que mi hermana regrese a casa. Quiero paz en nuestra familia. Si eso sucede, apoyaré a Príncipe Heraith. 

Duque Rosana era el peor enemigo de Príncipe Heraith. Todas las dificultades que Heraith había enfrentado fueron por su culpa. Para derribar esa raíz del mal, se hizo un trato con el hijo del Duque. 

—No puedo prometer nada. Pero intentaré hacer la oferta. 

—Ella querrá volver, seguro. Mi débil hermana no tiene hijos—¿cómo podría sobrevivir en esa posición para siempre? Lia es ignorante como una niña. Necesita protección. 

Debería haber sido suficiente con mostrar algo de esfuerzo, pero Flint Howard estaba haciendo todo lo posible para persuadirla. Sin embargo, tan pronto como Eliana escuchó el nombre de Demian Rosana, perdió los estribos. 

—Si es una idea de Demian Rosana, entonces definitivamente no puedo estar de acuerdo. ¿Qué tipo de trato hiciste con ese hombre? 

—Prometo tu seguridad. 

—No confío en las promesas. No tengo nada que ofrecer, así que no hay trato. 

La Emperatriz declaró firmemente que no podía creer en las promesas. Parecía que contenía el peso de toda su vida. 

—No puedo sentir paz bajo el poder de Rosana. ¿Entenderías si dijera que la vida en Bianteca era más aterradora que la vida en Zacador? 

Ella había sido una niña atrapada en una botella de cristal hecha por su padre. Incluso después de crecer, esa botella de cristal nunca se rompió. Intentó encontrar la felicidad dentro de ella, pero las grietas comenzaron desde adentro. Al final, la destrozó con sus propias manos. 

Todo su cuerpo estaba cortado y ensangrentado por el vidrio roto, pero había valido la pena. Eso es lo que significaba el libre albedrío. Finalmente había escapado. No podía volver a entrar en esa botella por sí sola. 

—Ya no quiero ser utilizada por la familia Rosana. ¿Quieres que vuelva a llevar el nombre de Rosana, para convertirme en la herramienta del pequeño duque? ¡Prefiero llevar el nombre de Zacador y vivir peligrosamente como una vela en el viento! 

Aunque fue claramente un fracaso, Flint fue persistente. La conversación prolongada continuó. Pero no importa cuán terco sea uno, no se puede ganar contra la persona que tiene la última palabra. 

—…Déjame darte un consejo. Sería más útil para ti borrar a personas como Demian que confiar en ellas. ¿Alguien que busca la corona del emperador debería temer una desgracia así? 

—No planeo usar la corona del emperador. 

Flint respondió con firmeza y le pidió a Eliana que lo reconsiderara. Estaba demasiado emocionada en este momento. 

—Por favor, piénsalo de nuevo, con una mente clara. Yo, Flint Howard, no Demian Rosana, prometo protegerte. ¿No quieres vivir el resto de tu vida en paz? 

Cuando Flint hizo una señal con los ojos, su hombre liberó a la criada principal, que había sido retenida por la fuerza. 

—Si te decides, ven al invernadero del Palacio de la Emperatriz dentro de tres días, a esta hora. Te estaré esperando. 

—No esperes. Que tengas un viaje seguro en tu difícil camino. 

Los ojos verdes se encontraron con los ojos gris plata. Flint habló claramente. 

—Te prometí paz. 

Tan pronto como Flint salió del dormitorio de la Emperatriz, la criada principal se arrodilló y suplicó. 

—Por favor, toma una decisión por tu propio bien. Me dedicaré a llevarte a casa. Te seguiré hasta que muera. 

La criada principal era leal. Ella daría gustosamente su vida por la Emperatriz. Era obvio por qué cedió a la amenaza de Flint. Quería salvar a su ama. 

Eliana anhelaba la paz, pero odiaba aún más a Demian Rosana. Su odio era más fuerte que su voluntad de sobrevivir. No podía dejar que él controlara su vida. Nacidos el mismo día, los gemelos siempre le habían dado la espalda. A veces, la herían profundamente y dejaban cicatrices que nunca sanaban. 

—Hermana, apoya a tu esposo y conviértete en Emperatriz de Zacador. Padre te ayudará, yo también. Esa es la única forma en que tú y tu esposo pueden sobrevivir.

Hubo un tiempo en que Eliana esperaba que Demian realmente se preocupara por ella como una hermana. Así que confió en él y le dio su amor. Se dedicó a su futuro y obedeció las órdenes de su padre. 

—La familia debe estar bien para que puedas vivir con orgullo en una tierra extranjera. ¿Sabes cuánto dinero gastó la familia para que tu esposo se convirtiera en emperador? Necesitas devolver eso. Deja de pensar en cosas inútiles y haz lo que tu padre te dice. Envíame un informe sobre cuántas tropas tiene Duque Jonas. 

—Hermana, he incluido hierbas que ayudan con el embarazo. Cuídate y asegúrate de tener un hijo. No te preocupes. El Emperador Marcel te adora. El hecho de que sigas siendo Emperatriz a pesar de no tener hijos lo demuestra. Por cierto, ¿cuántas tropas tiene Duque Jonas? ¿Y es cierto que el Papa visitó Zacador? Nuestra familia está pasando por dificultades en este momento. Ayúdanos. 

Eliana no podía darle la espalda a su familia en apuros. Así que, como Emperatriz, como esposa de Marcel, hizo cosas que nunca debería haber hecho. Robó secretos de estado de la oficina del Emperador y copió información militar para pasársela a los espías. 

Todo era para destituir al Príncipe Heredero de Bianteca y reemplazarlo con alguien que su padre apoyara. Estaba atormentada por la culpa. Le estaba mintiendo a su amado esposo y traicionando a la gente de Zacador. Incluso después de toda su dedicación, la familia Rosana la abandonó cuando más la necesitaba. 

—Demian, estabas equivocado. Marcel ya no me ama. Ahora tiene otra amante. Ni siquiera le importa lo que haga. Estoy cansada de temblar de miedo cada vez que como, preocupada de que haya veneno. Seguramente seré envenenada. Me envenenaron de nuevo… duele mucho. 

¿Y sabes qué más? Dicen que una mujer estéril como yo no puede permanecer como Emperatriz. Me quitarán mi título. Tengo miedo. No puedo soportarlo más. Quiero volver a Bianteca. Voy a divorciarme de Marcel. Por favor, ayúdame a volver a casa. Te lo ruego. 

¿Y qué respondió Demian a su grito desesperado de ayuda? 

—¿Estás loca? ¿Divorcio? Debes estar fuera de ti por el veneno. ¿Por qué debería la familia Rosana arriesgarse por ti? En el momento en que menciones el divorcio, cortaremos todo el apoyo y negaremos todo. Eliana, deja de ser estúpida y sonríele al Emperador Marcel. Él es del tipo que llora de alegría si actúas dulcemente. Compónete. Después de todo lo que nuestra familia hizo por ti, ¿crees que el divorcio tiene sentido? Es mejor ser destronada que divorciarse. Sopórtalo. Lo has hecho bien hasta ahora. No actúes débil. 

Ese día, Eliana sollozó sosteniendo la carta de Demian. Al final, hizo lo que él dijo. Aguantó y se quedó como Emperatriz. Pero renunció a toda su confianza y amor por su gemelo. También renunció a la lealtad a su familia. 

Eliana no podía confiar en la gente que la había traicionado. Por eso rechazó fríamente a Flint, incluso cuando habló de paz. 

Pensó: Nunca hubo paz en mi vida desde el principio. Algunas personas simplemente no tienen ese tipo de vida. Pero no podía olvidar la mirada en los ojos de ese hombre. La impedía dormir. 

Viviendo como Emperatriz de Zacador, había aprendido a leer a la gente. Tal vez fue por años de observar a su padre. Tenía buenos instintos. Y sus instintos se habían agudizado después de años con su esposo. A veces, podía decir cómo era alguien solo con sus ojos. Ese sentido la había salvado más de una vez. 

Los ojos de Flint Howard eran molestamente honestos. Tristemente, parecía alguien en quien se podía confiar. Eliana nunca había visto ojos como los suyos antes. Estaban llenos de pura sinceridad, sin rastro de mentiras. Alguien con ojos así haría cualquier cosa para mantener su promesa. 

Por eso no pudo evitar sentirse conmocionada. 

—…¿Podría realmente… vivir en paz? 

Sus instintos le decían que tomara su mano. Que él la protegería incluso de Demian Rosana. Que esta podría ser su última oportunidad de abandonar Zacador. Eliana susurró a su criada como un suspiro. 

—Elizabeth… ¿Crees que esto es una bendición, no otra desgracia? 

Su expresión se nubló. 

—El hada de la suerte estará contigo, Su Majestad. Por favor, haz lo que desees. 

—Tal vez esta sea una bendición de los dioses que tuvieron piedad de mí……

Los instintos de Eliana generalmente eran correctos. Pero incluso más fuertes que sus instintos era su desconfianza hacia el Duque Howard. 

Las promesas se pueden romper en cualquier momento. ¿Cómo puedo creer que esos ojos no cambiarán? 

Si tomaba la mano de Duque Howard, su vida volvería a ser controlada por Demian. De padre a esposo y ahora a su hermano gemelo. Incluso si eran familia, no podía confiar en ellos. Demian Rosana le había enseñado eso. 

—Su Majestad, es Vivian. La traje en silencio, como ordenó. 

Eliana se frotó suavemente el estómago, justo debajo del pecho.