La Emperatriz que regresó en el tiempo - Capítulo 286
Eliana hablaba en serio. Si Layla cumplía su parte hasta el final, ella se encargaría de su futuro. Además, la razón por la que Labrante había accedido a transigir con Eliana era que atrapar al pez gordo del Duque Rosana era un logro más codiciado que el simple cabo suelto de Layla.
—Su Señoría el Sacerdote, podemos atrapar al Duque Rosana, que trafica con personas, a través de Layla Rosana. La Santa también estuvo de acuerdo.
—La Santa…
Ahora el joven tenía una expresión de shock. ¡Su venerada Santa había llegado a un acuerdo con la Gran Duquesa Howard…? Ariel era todavía demasiado ingenuo e inexperto para pensar políticamente y evaluar el valor. Eliana le explicó paso a paso, ajustándose al nivel del joven:
—Escúcheme bien, Su Señoría. Mi padre, el Duque Rosana, es el cabecilla del tráfico de personas. El tráfico de personas es un gran pecado condenado incluso por la Orden, ¿verdad?
—Así es. ¡Es un pecado!
—Pero mi padre ha estado cometiendo ese pecado en secreto, en las sombras. Lo ha hecho durante generaciones, por lo que ha acumulado mucha experiencia. Creo que no hace falta que le diga el poder que tiene la Casa del Duque Rosana.
—¡Qué terrible que una mala persona tenga tanto poder…! ¡Debe arrepentirse de inmediato!
Eliana le dijo al joven indignado con un tono punzante:
—Pero, ¿cree que ese tipo malo y poderoso se dejará atrapar tan fácilmente? Si queremos que ese hombre se arrepienta, tendremos que arrastrarlo bajo la Orden, ¿lo hará usted, Su Señoría?
Ante eso, Ariel se calló y puso los ojos en blanco. Pero pronto gritó con valor:
—¡Y-Yo lo haré! ¡Me convertiré en Gran Sacerdote en el futuro para atrapar al tipo malo y poderoso!
Ante eso, Eliana soltó una carcajada. Lamentablemente, el Gran Sacerdote Ariel de su vida anterior no pudo atrapar a su padre. Y a ella le urgía actuar, no podía esperar a que el joven que tenía delante creciera. Eliana lanzó el golpe de gracia al joven:
—¿No sería mejor acabar con el notorio pez gordo del Duque Rosana que con una mujer con una enfermedad terminal?
—¿Esa mujer… tiene una enfermedad terminal…?
Los ojos de Ariel se abrieron como platos. Esta vez, incluso Flint pareció un poco sorprendido. Eliana dijo con naturalidad:
—Sí, Layla se convirtió en la ejecutora de la maldición, sacrificando su propia sangre para usar magia oscura. Por eso el rastro de la magia oscura quedó marcado claramente en sus uñas. Pero Morgan, quien la trató, me dijo algo: sus uñas de los pies también están negras.
Ariel se quedó sin habla por el shock. No solo las uñas de las manos, sino también las de los pies. ¿No es esa una característica que solo se ve en los hechiceros oscuros? Pero esa mujer no es una hechicera oscura. Entonces…
—La magia oscura ya se ha abierto camino hasta sus dedos y se ha extendido por todo su cuerpo… No parecía haber usado magia oscura hace mucho tiempo… pero ha progresado muy rápido…
Ariel dejó caer los hombros. Eliana explicó con un rostro sombrío:
—Si Layla hubiera estado en buen estado de salud, no se habría enfrentado a la peor situación de ser terminal. Pero fue torturada por los inspectores del Emperador mientras estaba embarazada… y su estado era tan malo que el bebé no salía incluso después de la fecha prevista. Dio a luz en ese estado… y después resultó gravemente herida.
—¿Su estado de salud era tan malo?
Ariel se tapó la boca. Era una pecadora que había roto un tabú y recurrido a la magia oscura, pero sintió lástima por ella. Moriría pronto.
—Con razón estaba tan delgada… Yo pensé que era simplemente un efecto secundario de la magia oscura.
—El hecho de que Layla sea terminal todavía es un secreto. Recibirá un gran shock.
Eliana dejó escapar un profundo suspiro. Layla la había utilizado como tonta cuando eran pequeñas, pero aun así era su prima con la que solía pasar el tiempo. Sintió compasión. Parecía que todavía le quedaba afecto de sus días más puros y despreocupados.
—Es tan triste. Con razón solo pedía que no la torturaran… ¡Yo también presentaré una petición a los Inquisidores!
Ariel apretó los puños. Eliana entrecerró los ojos. ¿Este niño inocente se convertiría en el Gran Sacerdote Ariel…? Qué diferente era de su vida anterior. Le pareció fascinante.
—Escuché que previó mi parto en el Manantial de las Hadas e hizo venir a parteras y médicos. Estaba tan aturdida que ni siquiera pude darle las gracias.
Ante las palabras de Eliana, Ariel se ruborizó por la vergüenza.
—¿Prever? ¡No es para tanto! ¡Es solo intuición!
—Eso es previsión. Gracias a usted, mi hijo nació sano y salvo. De verdad se lo agradezco mucho.
Eliana sonrió. Su agradecimiento era sincero. ¿No pudo dar a luz a Theodore sin problemas gracias a la preparación de Ariel? Si las parteras y los médicos hubieran llegado tarde, el parto no habría sido tan sencillo.
—No, Su Alteza. Yo no tengo previsión. Eso es el poder de la Santa. Yo solo tengo muy buena intuición. ¿Su Alteza la Gran Duquesa no tiene también buena intuición?
Eliana parpadeó. Ariel añadió:
—Sus sentidos deben ser más agudos que los de los demás.
—Soy sensible, pero… ¿Intuición? Creo que sí tengo buena intuición…
Eliana dudó. Pero Ariel, emocionado, charló:
—¡Lo ve! ¿Su Alteza también es buena adivinando? ¡Yo también soy muy bueno! De hecho, yo… soy bueno jugando a las cartas. Siempre saco buenas cartas porque tengo suerte…
Ante eso, los ojos de Eliana se abrieron de par en par. Ella también solía sacar solo buenas cartas cuando jugaba. Las damas que jugaban a las cartas con ella en su vida anterior incluso la envidiaban.
—La Hada de la Suerte siempre bendice a Lady Lia. Dado que Su Majestad Marcel era el ‘Príncipe de la Suerte’, parece que su compañera, Lady Lia, también está llena de suerte.
Lizbet, la jefa de las damas de compañía del Palacio Imperial de Zacador, que la había servido en el pasado, también lo había dicho.
—¿Verdad? Le diré por qué.
En ese momento, Ariel extendió la mano y liberó poder sobre su cabeza. El poder divino dorado fluyó por su cabello. Pronto, su cabello castaño normal se volvió rosado. Ante ese cambio, los ojos de Eliana y Flint se abrieron con asombro.
—Este es mi verdadero color de cabello. ¿Se parece al de Su Alteza?
Eliana no podía apartar la vista del cabello de Ariel. Nunca había visto a alguien con cabello rosado de nacimiento como el suyo. Había visto muchos cabellos teñidos.
—Mis ojos también son rosados.
Ariel, que habló animadamente, se quitó el pendiente de su oreja. Entonces, sus ojos de color marrón claro se volvieron rosados.
—¿Eh…?
Eliana reconoció el pendiente en la palma de Ariel de inmediato. Era la otra mitad del pendiente que ella había buscado desesperadamente.
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Pamela, la nodriza que había robado el pendiente a Eliana, como se esperaba, lo había vendido como contrabando. El pendiente, considerado un misterioso y extraño artefacto mágico, vagó por varios lugares. Una mitad había regresado a manos de Eliana, pero la otra había ido a parar a la Torre de Magia Kessep, más precisamente, a manos del Maestro de la Torre.
Labrante quería hacerse con la causa de la ruina de Eliana en su vida anterior. Por eso, rastreó el pendiente hasta la Torre de Magia. Aunque el Maestro de la Torre se mostró obstinado por su sentido de propiedad, la experimentada Santa negoció con él y logró su objetivo.
Labrante le prestó esa mitad del pendiente al pobre muchacho que rescató de los apóstatas. El niño, criado para ser usado como sacrificio por el grupo de apóstatas, salvado por la Santa y que creció hasta convertirse en sacerdote, Ariel, señaló el pendiente y explicó:
—Esto no es un artefacto mágico, es un Objeto Sagrado. Por eso no se siente ninguna energía mágica.
Flint miró su espada. Ariel se apresuró a añadir:
—Es diferente de esa espada sagrada que le di, Su Alteza, o de los Objetos Sagrados comunes. El pendiente de Su Alteza… es mucho más especial.
Eliana expresó su duda:
—Si esto es un Objeto Sagrado tan especial, mi nodriza no lo habría vendido simplemente como contrabando. Lo habría enviado directamente a la Orden.
La Orden compra y colecciona Objetos Sagrados al precio más alto. Es famosa la historia de un noble devoto que donó un Objeto Sagrado a la Orden y, a cambio, tuvo una audiencia privada con el Papa. Pamela no podía haberlo ignorado.
Flint, que había estado escuchando atentamente las palabras de Eliana y Ariel, intervino:
—Por lo que sé, este pendiente… fue clasificado como un artefacto mágico cuando circulaba como contrabando. Es imposible que los magos no reconozcan un Objeto Sagrado.
Eliana se volvió hacia él. ¿Cómo sabía él sobre su pendiente…? Flint añadió con vergüenza:
—Bueno… lo supe por casualidad cuando usted hizo el encargo a Astin.
Flint usó la palabra ‘casualidad’ para suavizar el hecho de haber espiado el contenido del encargo en la oficina de Astin. Todavía le daba vergüenza revelar la verdad. Se adelantó antes de que Eliana preguntara más:
—Así que yo también puse un poco de mi parte para ayudarle. Parecía estar buscando este pendiente con mucho ahínco.
Eliana parpadeó atónita. En aquel entonces, él y ella solo se habían visto unas pocas veces. ¿Y Flint había ayudado a buscar su pendiente…? El rostro de Eliana se llenó de emoción.
—Flint…
De repente, la atmósfera entre los dos se volvió dulce y melosa. Ariel se aclaró la garganta, sintiendo que estaban a punto de besarse. Entonces, Eliana se alejó discretamente de Flint. El muchacho volvió a hablar mientras el hombre suspiraba de decepción.
—Aunque los magos son sensibles al Poder Divino, tanto que les gusta a los clérigos con Poder Divino, no son buenos en la identificación de Objetos Sagrados. ¡Cuántos magos hay que confunden un Objeto Sagrado con un artefacto mágico, lo diseccionan y lo destruyen!
Ariel negó con la cabeza brevemente y continuó:
—Además, el poder imbuido en el pendiente de Su Alteza no es Poder Divino común, sino Poder Divino Antiguo. Es un poder que se extinguió por completo en el pasado, pero está imbuido en la herramienta y se transmite a las generaciones futuras. En nuestra Orden llamamos a estos objetos sagrados, como este pendiente, Objetos Sagrados Antiguos.
Ariel añadió que el ‘Artículo genuino de Makariserra’, perdido en el pasado, era también uno de ellos. Flint, que escuchaba con atención, preguntó:
—Entonces, ¿mi esposa tiene buena intuición porque posee un Objeto Sagrado Antiguo?
—Puede ser, o puede que no.
La respuesta de Ariel fue enigmática. Por su parte, la frase ‘Poder Divino Antiguo’ le resultaba familiar a Eliana. La repitió varias veces con la lengua y soltó un jadeo. Había leído esas palabras en las escrituras relacionadas con Makariserra.
—Ese Poder Divino Antiguo, ¿es acaso el poder de las Hadas…?
—Sí, es el poder de las Hadas, comúnmente llamadas ‘Hadas de la Suerte’.
La expresión de Eliana se volvió ambigua ante la respuesta de Ariel. Flint preguntó directamente:
—Pero eso no es solo una leyenda?
—Las leyendas no son ficción, Su Alteza el Gran Duque.
Ariel respondió con firmeza y continuó:
—Hace mucho, mucho tiempo, las Hadas existieron. Eran llamadas ‘Hadas de la Suerte’ por su habilidad de dar buena fortuna. Cualquiera que recibiera la bendición de un Hada experimentaba buena suerte. Cualquier criatura que estuviera con un Hada era seguida por una racha de buena suerte.
Ariel explicó que la mayoría de los mitos relacionados con las Hadas de la Suerte, con los que crecen los niños del continente, se basaban en hechos reales. Incluso dijo que existían otras especies como los Elfos o los Dragones, además de las Hadas.
—Las leyendas dicen que… el Dios, enojado por la codicia humana, los llamó a todos al Reino Divino, ¿no es así?
Eliana preguntó con una expresión un poco incómoda. Le avergonzaba hablar en serio sobre historias que solo los niños inocentes se tomaban en serio. Ariel asintió y respondió:
—Su Alteza tiene razón. Pero en todas partes hay personas lentas o que no pierden la esperanza, ¿verdad? Había Hadas que no pudieron regresar porque la puerta del Reino Divino se cerró, o que se quedaron por voluntad propia.
Esas Hadas se cortaron las alas y se disfrazaron por completo de humanos. Sin embargo, si se enamoraban de un humano y tenían un hijo, inevitablemente se volvían infelices. Esto se debía a que sus hijos poseían claramente las características de las Hadas: cabello rosado y ojos rosados. Ellos se convirtieron en objeto de codicia a lo largo de las generaciones.
—La Orden protegió a los mestizos de Hada. Siempre hay locos cegados por la suerte en alguna parte. Por eso, la Orden ha trabajado arduamente durante mucho tiempo para enterrar la existencia de las Hadas como ficción. Esto es para proteger a los descendientes de las Hadas que apenas quedan en el mundo.
Por eso, el Hada de la Suerte se convirtió en una antigua leyenda, una historia para creer o no. Pero, ¿será porque las Hadas realmente existieron en el pasado? Los continentales, en particular, amaban la ‘suerte’ y usaban muchas frases relacionadas con ella.
—Ahora, nadie cree ya en la existencia de las Hadas. La sangre de Hada también se ha diluido mucho con el paso de las generaciones. Podríamos decir que el rasgo ha desaparecido por completo. Pero a veces, muy, muy rara vez, hay personas que heredan esa sangre de forma intensa, como Su Alteza o yo. Yo soy una especie de mutación, por eso mis ojos también son rosados.
Ariel sonrió, curvando sus ojos rosados. Su cabello rosado, un poco más oscuro que el de Eliana, se balanceaba sobre su hombro.
—En la Orden, el nacimiento de personas con cabello o ojos rosados se compara con la probabilidad de ser alcanzado por un rayo. Yo, bueno… yo he sido alcanzado dos veces.
Ariel se rio. Eliana pensó en silencio. Ella había heredado ese raro rasgo de Hada de su madre y recientemente se lo había transmitido a su hijo. ¿Cuál era la probabilidad de eso…? Sería justo decir que era la probabilidad de ser alcanzada por dos rayos y un relámpago.
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Farah T
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