La Emperatriz que regresó en el tiempo - Capítulo 171
Eliana se desperezó al abrir los ojos.
‘Tengo sueño… ¿Debería dormir un poco más?’
Los ojos de Eliana se cerraron de nuevo. Pero un murmullo de conversación llegó a sus oídos. Le pareció oír “Bastian”…
Mientras tanto, Flint, que se había enterado por Gilbert de que Jane estaba lidiando con el comportamiento vergonzoso de Bastian, asintió.
—La próxima vez, Señorita Elisa se encargará de Bastian. Dile que cumpla con sus deberes de dama de compañía.
—Sí, Su Alteza.
Gilbert se rio y cerró la puerta. Flint se acercó a la cama y sonrió levemente al ver a Eliana levantarse, con el cabello alborotado. Sus ojos verdes estaban llenos de sueño. Flint la volvió a acostar y le susurró:
—Duerme un poco más. Debes estar cansada.
El hombre que la había cansado toda la noche puso una expresión desvergonzada.
—Pero si Gilbert vino, debe haber sucedido algo… Me pareció oír el nombre de Bastian…
—Debiste escucharlo mal.
Flint dijo sin inmutarse y volvió a dormir a Eliana. Ella parpadeó con los ojos somnolientos. Como él acababa de ducharse, le llegaba un aroma refrescante. Como estaba muy cansada, Eliana se quedó dormida al instante.
Al escuchar su respiración tranquila, Flint se metió bajo las sábanas. La abrazó como de costumbre, pero se detuvo. Como ella no llevaba nada puesto, sintió su suave piel de forma descarada.
Por un momento, su rostro se llenó de vergüenza y salió rápidamente de la cama. Se maldijo a sí mismo por sentir lujuria por una persona dormida y volvió a entrar al baño.
Eliana se despertó unas horas después.
Al ver la cama vacía, abrazó la almohada. Miró por la ventana y vio que el sol estaba en lo alto del cielo.
Aunque lo había ignorado mientras estaba medio dormida, parecía que Bastian estaba armando un escándalo. ¿Qué nueva exigencia estaría haciendo? ¿No estará peleando con Flint, verdad?
Eliana suspiró profundamente al recordar lo de anoche. Las palabras de Flint volvieron a su mente. Toda la noche, él la había abrazado y le había susurrado que la amaba. Pero Eliana no podía dejar de pensar en lo que había dicho en el sótano.
—No sabía que amarla sería tan difícil. Si lo hubiera sabido…
¿Qué habría querido decir después?
‘Si lo hubiera sabido… ¿Habría dicho que no me amaría?’
El contexto encajaba. Y si Eliana estuviera en su lugar, tampoco querría a alguien como ella. Qué egoísta.
En su vida anterior, Marcel solía decir cosas similares cuando se peleaban.
—Deberías saber que te aguanto porque te amo. Si pudiera retroceder en el tiempo, nunca me dejaría conmover por tus lágrimas. ¡Ni me enamoraría de ti!
Eliana maldijo y tiró la almohada. Se le subió la sangre a la cabeza al pensarlo. Él se enamoró y ahora le estaba reclamando. ¿Quién le pidió que la amara?
¿Será que Flint también piensa como Marcel? La cara de Eliana se entristeció.
Marcel era un hombre que le había hecho una ardiente confesión, prometiendo amarla por siempre. Ese sentimiento no era falso. Pero incluso ese hombre empezó a despreciarla cuando ella se metió en la política, pues sentía que ella invadía su terreno.
La confrontación de ayer con Flint también fue porque Eliana se había metido en la política. Y lo hizo, nada menos, que aliándose con el príncipe Valdemar, a quien Flint odiaba.
¿Debería dejarlo para no ganarse el odio de Flint?
Pero para sobrevivir, Eliana no podía detenerse. Primero, su esposo, Flint, debía estar seguro para que ella pudiera vivir en paz.
Al casarse con ella, Duquesa Rosana, él ya había tenido que cargar con una gran responsabilidad. Por eso, Eliana no podía quedarse de brazos cruzados. Ella se había convertido en una variable en su vida, ¿acaso no debía asumir su parte de responsabilidad?
La verdad es que no sabía que la situación de Flint sería tan complicada. Si lo hubiera sabido…
Eliana soltó una risa irónica. De todos modos, lo habría elegido. Al principio, se sintió atraída por el futuro en el que él destruiría el ducado de Rosana. Pero había otra razón crucial por la que lo eligió como esposo.
No podía olvidar esa mirada inquebrantable que él le había mostrado en su vida anterior.
La mirada que le había dado cuando se había escondido en el palacio de la emperatriz de Zacador, prometiendo paz y proponiendo que regresara, había conmovido su corazón.
Cuando tiró de la cuerda de la campana, Lina entró rápidamente y la acompañó al baño. El vapor se elevaba de la bañera llena de agua caliente.
—¿Cuándo lo preparaste?
—El Gran Duque ordenó que se preparara el baño en cuanto la Gran Duquesa se despertara. Dijo que usted estaría muy cansada…
Al oír eso, el rostro de Eliana se sonrojó al recordar la noche anterior. Lina recordó lo que Flint había dicho y se lo transmitió.
—El Gran Duque salió para ayudar a los residentes del territorio. Dijo que esperaba que la Gran Duquesa no se sintiera decepcionada por su ausencia cuando se despertara.
—Qué…
—Aunque también dijo que necesitan hablar más sobre lo de ayer.
Ante el comentario de Lina, Eliana suspiró.
‘Claro. No podía dejarlo pasar’
—Me parece que el Gran Duque también se ha dado cuenta de mi identidad.
Lina murmuró con un rostro sombrío. Tan pronto como Flint la llamó, vio la escena en la que él estaba amenazando a Max. En ese momento, Flint le había quitado el dispositivo de comunicación mágica a Max y lo había activado.
La figura que apareció en la esfera de cristal era Astin, que había recuperado el dispositivo de Valdemar. Flint miró a Lina una vez y luego le dijo a Astin con frialdad:
—Hay otra vida que salvé anoche. Paga por las vidas de los tres.
Esas tres vidas eran el asesino Sober, a quien había perdonado, las de Max y Lina.
Los ojos de Flint estaban llenos de una sed de sangre tal que parecía que rompería la esfera de cristal. Max y Lina temblaron, temiendo que Astin los abandonara. Afortunadamente, Astin no era del todo desleal.
—Si ya sabe todo, ¿qué más quiere saber? ¿Quiere que traiga a Lord Valdemar?
—No necesito a ese bastardo. ¡Solo dime lo que ella quería!
En ese momento, Valdemar apareció detrás de Astin. El rostro de Flint se volvió aterrador. Valdemar, que solo llevaba una túnica por encima, tenía un rostro relajado.
—Tu Gran Duquesa quería la muerte de mi hermano. Ella me apoya a mí, no a ti. Astin y yo estamos ocupados divirtiéndonos, así que voy a colgar. Qué descortés.
Cuando la comunicación se cortó, Flint arrojó la esfera de cristal. Al ver la esfera destrozada, Max gritó sin hacer ruido.
Como Flint le había ordenado a Lina que guardara silencio, ella no podía contarle a Eliana lo que había pasado. Lina estaba mentalmente agotada por haber sido interrogada por Flint.
Para la mala suerte de Flint, Lina y Max no sabían mucho. La alianza entre Astin y Valdemar era algo que solo unos pocos de los líderes del gremio sabían, y ellos no estaban en ese nivel. Por eso, Flint no pudo descubrir ni un solo detalle del trato entre Eliana y Valdemar.
—¿Qué está haciendo el príncipe Bastian?
Al escuchar la pregunta de Eliana, Lina recobró el sentido y respondió.
—Está platicando con Señorita Elisa.
—Pobre Elisa, debe estar sufriendo. ¿Y Jane?
—Está con el vizconde Jiménez. Parece que están discutiendo sobre los suministros de ayuda.
Tan pronto como terminó su baño, Eliana se dirigió a la sala de tocador y comenzó a arreglarse. Las sirvientas que la esperaban se movieron rápidamente. Ellas sabían que el segundo príncipe Bastian estaba ansioso por ver a la Gran Duquesa.
⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅
—Príncipe Bastian, Gran Duquesa Howard ha llegado.
Al oír las palabras del secretario, el rostro de Elisa se iluminó. ¡El segundo príncipe de Zacador hablaba demasiado! Además, sus palabras eran solo quejas y descontento, lo que la estaba agotando.
—¡Gran Duquesa Howard! Venga, por favor. ¡Casi se me sale el cuello de tanto esperarla!
A diferencia de la impaciencia de Bastian, Eliana entró muy tranquila. Apenas se sentó, Bastian protestó. Elisa se retiró rápidamente y salió de la sala.
—Me enteré de lo de anoche. Si Gran Duque Howard hubiera aceptado nuestra petición de entregar al asesino, habríamos logrado que soltara la sopa, ¡aunque tuviéramos que romperle un par de huesos!
‘Si los caballeros de Howard no pudieron hacer hablar al asesino, ¿cómo lo harías tú?’
Eliana respondió con desinterés:
—No sabía que la delegación de Su Alteza contaba con un experto en tortura.
—Gran Duquesa, ¡esos asesinos se atrevieron a atentar contra la vida de un miembro de la realeza! ¡Además, mi hermano casi muere!
Tan pronto como el emperador Alexandre de Zacador se enteró de que Marcel casi moría, le ordenó regresar. Con la frase “la misión de sublíder de la delegación era demasiado para ti”, le dio un permiso generoso para que dejara todo lo que quedaba en manos de su hermano mayor. Marcel no pudo desobedecer la orden llena de preocupación de su padre y tuvo que regresar a su país.
—Y gracias a eso, Su Alteza sobrevivió. Gracias a que su hermano sirvió de escudo.
Bastian se detuvo al escuchar las palabras de Eliana. Él todavía no le había agradecido a Eliana por haberlo salvado.
—Ah, sí. Gracias por salvarme en ese momento.
Bastian dijo, un poco avergonzado pero con una voz llena de sinceridad.
—Fue una excelente decisión. Admiro su ingenio. Por supuesto, mi vida es más valiosa que la de Marcel.
Si Marcel lo hubiera escuchado, se habría desmayado. Pero como Marcel no estaba, nadie interrumpió la conversación entre los dos.
—Claro que sí. Su Alteza es alguien que está destinado a grandes cosas. Cualquiera habría tomado esa decisión.
Con las amables palabras de Eliana, los ojos de Bastian brillaron intensamente. Los príncipes de Zacador que anhelaban el trono eran muy débiles ante ese tipo de halagos. Bastian sonrió de oreja a oreja y dijo:
—Usted, sin duda, entiende lo que es más importante. Es muy inteligente.
La situación política del gran imperio de Zacador era un tema de interés para todos los países del continente. Aunque la lucha por el trono de Zacador se desarrollaba discretamente, muchos países ya estaban preparándose para el futuro, pronosticando con cautela quién sería el próximo emperador.
El único país que era la excepción era el imperio de Bianteca, donde la sucesión pacífica se daba por tradición. Bianteca consideraba que la sangrienta lucha por el trono de Zacador era vulgar. Quizás por eso, cuando la lucha se intensificaba, se alegraban y se dedicaban a condenar abiertamente ese comportamiento.
Por eso, a Bastian le agradaron tanto las palabras de Eliana, una ciudadana de Bianteca. ¿Una alta noble de Bianteca, ni más ni menos que Gran Duquesa Howard, lo consideraba el próximo emperador? ¿Quizás me apoya?
El rostro gentil y amable de la Gran Duquesa parecía lleno de buena voluntad. Al menos, así lo vio Bastian. Él habló sin parar.
—Así que, Gran Duquesa. ¿No dejará de ponerme a la señorita Elisa? Le diré un secreto especial por haberme salvado la vida. Le prometí a mi esposa que no me casaría de nuevo antes de subir al trono.
Una idea pasó por la mente de Eliana. ¿Por qué usar solo una espada para deshacerse de Marcel? Bastian también era una excelente espada.
Eliana habló con una mirada profunda.
—Aunque haya obtenido el apoyo de los oficiales al casarse con la señorita Waldheim… hizo una promesa muy grande. Hay muchas cosas que un hombre puede conseguir con el matrimonio. El primer príncipe, Valdemar, se casó dos veces.
Bastian chasqueó la lengua. Valdemar tenía una esposa principal y una concubina. Y las familias de ambas lo ayudaban en su lucha por el trono, poniendo en juego la suerte de sus casas. Además, la esposa principal de Valdemar había dado a luz a un hijo, por lo que el primer príncipe tenía un buen estatus como heredero.
En comparación, Bastian no tenía hijos varones, solo tres hijas. Pero él levantó la barbilla y dijo:
—Bah. No pienso tener muchas familias políticas.
Eliana se burló por dentro. Al principio, Marcel también había dicho algo parecido. Pero todo cambió después de que subió al trono.
—¿Quiere que le diga un buen método para ganar la batalla? Me sorprende que no lo use, es el mejor.
Bastian aguzó el oído ante las palabras de Eliana.
—¿Qué cosa?
Madara Info
Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress
For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com