Hipnotizando a mi cachonda madre - Capítulo 72
Seguro que mamá se llevó un susto enorme…
Pero aun así, después de hablar así, siento que me he acercado mucho más a ella rápidamente.
Ahora siento que no habrá nada que no pueda decirle a mamá…
Y la confianza de que puedo hacer de mamá mi mujer a mi antojo hace que mi corazón lata ‘¡dubún dubún~!’ con emoción.
Estaba en el restaurante, después de pedir el almuerzo, imaginando las cosas que haría con mamá por la noche, cuando, como si lo supiera, me llegó un mensaje de mamá.
Con el corazón contento, revisé el mensaje rápidamente.
[Creo que hoy no podré llegar antes de las 7. Cenamos otro día]
‘¿Eh?’
[¿Por qué? ¿Pasa algo?]
[Tengo una reunión por la noche, así que creo que llegaré un poco tarde]
[¿Qué reunión?]
Mamá volvió a evadirme, la irritación comenzó a invadirme.
[Es algo mío~ De todas formas, podemos cenar juntos mañana por la noche]
[¡Que me digas qué reunión!]
‘¡Maldita, dijo que vendría a chupármela y ahora se está escaqueando!’
[No necesitas saberlo]
[¿Acaso vas a ir al bar de vinos de Tía Suyeon?]
El ‘1’ desapareció, pero no me llega ningún mensaje extraño desde hace un tiempo.
[¡Parece que tengo razón! ¿Vas a ir a ese bar de vinos, verdad?]
[Bueno, te digo que no necesitas saberlo~]
Pasaron unos diez minutos antes de que me llegara un mensaje de mamá.
Tenía un aire de inseguridad…
[¡Tenía razón! ¿Por qué? ¿Tía Suyeon te invitó a visitarla?]
[No es que vaya de visita, es que tiene algo de qué hablar conmigo, así que pasaré un momento~ Y ya que estoy, cenaré también~]
[¡Qué tonterías estás diciendo! ¡Vuelve a casa directamente después del trabajo! ¡Dile a Tía Suyeon que no puedes ir porque tienes planes conmigo!]
[Pero si podemos cenar juntos mañana~]
[Deja de decir tonterías y vuelve antes de las 7. ¡Y si quieres ir allí, primero pídeme permiso!]
[¿Qué significa eso para tu madre? ¿Por qué tengo que pedirte permiso?]
[¡Te digo que pidas permiso y punto! ¡No seas respondona!]
[¡Ay, madre mía~! ¿Por qué? ¿Qué le pasa de verdad a este niño?]
[¡Deja de decir tonterías y cancela tu cita con Tía Suyeon ahora mismo!]
[¡No quiero! ¿Por qué tengo que pedirte permiso para ir a ver a una amiga un momento?]
[¡De todas formas, hoy mismo vuelves a casa! ¡No te pongas respondona! ¡Si me enfado, iré al bar de vinos y te sacaré de allí a rastras! ¡Haz lo que te digo si no quieres pasar vergüenza!]
[¡¿Qué significa eso para tu madre?!]
[¡Qué va a significar! ¡Que vengas directamente después del trabajo! ¡No pienses en beber y hacer tonterías, vuelve a casa! ¡Te lo digo claramente!]
Al escuchar que mamá iba a ir al bar de vinos, lo primero que me vino a la mente fueron las fotos que vi en el celular de Tía Suyeon.
Estaba a punto de armar un escándalo por lo que hizo mamá, pero me estoy aguantando a duras penas.
Verla arrastrar así las cosas sin darse cuenta me hizo hervir la sangre.
[¡Si me entero de que fuiste allí sin mi permiso, de verdad que no te voy a dejar en paz! ¡Prepárate!]
Tenía ganas de soltar un ‘¡maldita sea!’, pero me contuve.
Los mensajes de mamá se detuvieron, como si hubiera caído en un silencio sepulcral.
Seguro que ahora está súper ofendida…
No, ¿súper enojada, más bien?
Pero no sé por qué me excita tanto ver a mamá obedecer mis órdenes sin rechistar cuando me pongo firme…
Con esto, seguro que no fue allí, y cuando llegue a casa más tarde, ¡va a armar un berrinche tremendo!
En cuanto terminó mi clase, volví temprano a casa para prepararme para recibir a mamá.
Primero, saqué de la caja la panty sexy y el dildo que había comprado por internet la última vez y los puse sobre la cama.
La última vez los usé torpemente después de hipnotizar a mamá, pero hoy estaba decidido a intentarlo con ella completamente consciente.
Incluso si no llego al dildo, al menos pienso ponerle las varias pantys sexys que compré, una tras otra.
Claro que mamá se horrorizará, ¡pero tengo que insistir como sea!
Solo de pensarlo, mi entrepierna se hincha pesadamente de nuevo, mi corazón late con fuerza, ¡un deseo pervertido de follarme a mamá a toda costa comienza a ‘reptar~reptar~’ dentro de mí!
Pasadas las siete y media, finalmente se escuchó la puerta abrirse y mamá entró en el recibidor.
Como esperaba, a diferencia de lo habitual, entró sin decir nada, con una expresión dura, se quitó los tacones y entró rápidamente a la sala de estar, dirigiéndose al dormitorio.
—¡Llegaste temprano!
Dije primero, para tratar de cambiar el ambiente.
—¡Tú me dijiste que volviera temprano! ¡Haces lo que te da la gana!
—¿Ya cenaste?
—¡No tengo ganas de comer!
Mamá abrió la puerta del dormitorio sin siquiera mirarme.
—¡¿Que si ya comiste?!
Corrí detrás de mamá y le agarré el brazo izquierdo.
—¡Te dije que no quiero comer! ¡Suéltame!
—¡Entras y ya estás de mal humor! ¡Si te pregunto algo, deberías responder!
—¡Ya respondí!
—¡Esa no es una respuesta! ¡Solo pusiste mala cara y te enojaste!
—¡Otra vez con eso! ¡Siempre diciendo cosas raras!
—¡¿Qué haces yendo por ahí a beber y buscar problemas?! ¡Te digo que vuelvas rápido a casa, ¿y te pones de mal humor y respondona?!
—¡Ya entendí! ¡Ya entendí! De todas formas, no tengo ganas de cenar, ¡así que suéltame! ¡Voy a entrar a descansar!
—¡Otra vez poniéndote de mal humor!
¡Bien hecho, justo lo que esperaba! Agarré la muñeca de mamá con la mano izquierda y le di una palmada en el trasero por encima de la falda.
¡Fuerte, como si estuviera castigando a una niña pequeña!
—¡Ay! ¡Duele!
—¡Qué exagerada! ¡Ven aquí!
Agarré firmemente la mano de mamá y la llevé hacia el sofá de la sala, dándole otra palmada en el trasero.
El sonido seco del golpe resonó por toda la sala.
—¿Por qué haces esto de verdad? ¡Te digo que estoy cansada!
Sentí que el ánimo de mamá decayó un poco.
La agarré del antebrazo y la empujé hacia el sofá, mientras seguía golpeándole el culo ‘¡zas! ¡zas!’.
—¡Aah!
Mamá, de espaldas, fue empujada hacia el sofá.
Le di otra palmada en el culo mientras la empujaba, sus rodillas tocaron el sofá.
—¡Zas!
Le di otra palmada en el culo a mamá mientras la empujaba hacia adelante por los hombros.
Empujada por mi fuerza, mamá apoyó las rodillas en el sofá y se agarró al respaldo con ambas manos.
¡Se creó una postura en la que no estaba completamente boca abajo, sino en una posición incómoda sobre el sofá!
‘¡Bien hecho!’
Golpeé las abultadas nalgas de mamá por encima de la falda ‘¡zas! ¡zas!’.
—¡Duele!
Mamá extendió la mano derecha hacia atrás y se acarició el culo.
El bolso que llevaba colgado del hombro cayó sobre el sofá con un ‘¡plop!’.
Agarré la cintura de mamá y la jalé hacia atrás, haciendo que sus abultadas nalgas se tensaran hasta el punto de que parecía que iban a romper la falda.
La marca de la panty se hizo claramente visible alrededor de sus tensas nalgas.
El voluminoso pecho colgaba hacia abajo, tensando aún más la blusa blanca.
¡Solo verla así, boca abajo en el sofá, hizo que mi pinga se pusiera completamente duro y comenzara a palpitar con fuerza!
¡Otra tanda de azotes en el trasero de mamá, algo que ya había intentado varias veces!
Cada vez que golpeaba sus carnosas nalgas, la carne temblaba y la sensación pegajosa en la palma de mi mano era increíble.
Mamá también parece saber cuánto le duele cuando la azoto, ya que saca el trasero hacia atrás y adopta una postura adecuada.
Como si me pidiera que no le pegara tan fuerte~
¡Mamá ya debe estar acostumbrada a mi mano!
¡Seguro que ya tiene bastantes moretones en el trasero!
No sé cuánto se desvanecerán los moretones cuando papá venga el fin de semana, pero si se fija un poco, notará las marcas de mis manos.
Mamá ahora adoptó una postura completamente boca abajo, sacando el trasero hacia atrás.
Es una postura increíble que me permite extender la mano izquierda hacia adelante y agarrar perfectamente su pecho caído.
‘¡Esta es la misma zorra que por la mañana me chupaba la pinga con sus labios y lengua calientes, haciendo ruidos de ‘¡chup chup♡~’!’
—¡Mamá, abre más las rodillas!
Diciendo eso, le masajeé suavemente las caderas que se habían levantado tensas como las de un gato enojado.
¡La sensación de la tela de la falda, tan tersa que se siente aún más suave, parece derretir mi corazón!
Poco después, mamá comenzó a mover las caderas, abriendo las rodillas hacia afuera.
Entonces, pude ver la parte inferior de una panty de encaje negro que rodeaba sus redondas caderas.
‘¡Mierda! ¡Si lo hago bien, podría quitarle la panty a mamá!’
Subí la falda un poco más, y finalmente casi toda la panty que cubría las nalgas de mamá quedó a la vista.
¡Una panty fina de seda que se pegaba a sus abundantes caderas, dejando ver la piel!
Estaba tan tensa que parecía que se iba a romper, la hendidura del valle, el centro de ambas nalgas, apenas se podía ver.
Con la mano izquierda subí más el dobladillo de la falda, pasando la curva más ancha de sus caderas y subiendo hasta la cintura, donde la elasticidad que tenía se redujo.
En pocas palabras, ¡ahora solo una fina tela de falda colgaba de la cintura de mamá!
Lo único que cubría las nalgas de mamá era una fina panty de seda que apenas dejaba entrever la piel blanca de sus nalgas.
Sobre ella, alternando la palma de mi mano izquierda y derecha, le di azotes ‘¡zas! ¡zas!’
Mamá dejó escapar un gemido ‘¡ahk!’, hundió la cara en el antebrazo que sostenía el respaldo.
Sentí que una estimulación intensa se transmitía hacia la vagina de mamá.
¡Wow~ Mamá, pillada en toda regla!
Me muero por bajarle la panty, pero si mamá se da cuenta de que intento quitársela, no se quedará quieta…
Por ahora, solo poder ver y tocar el culo de mamá así me tiene extasiado.
Ah~ ¡Quiero restregar mi polla contra el trasero de mamá!
Mi entrepierna está completamente erecta, ¡no puedo detenerme aquí!
Primero, bajé lentamente la cremallera y saqué mi polla por la abertura de la panty.
Mi pinga, erecta y dura como una mazorca de maíz bien madura, colgaba justo por debajo de mi vientre, casi tocando la panty pegada al culo de mamá.
Mamá, sin saber si se da cuenta de mi situación o no, todavía tiene la cara escondida en su antebrazo, manteniendo su culo bien levantado.
—¡Mamá, tu culo de verdad me excita mucho!
Dije en voz alta a propósito para que mamá me escuchara.
¡Creo que de verdad me voy a volver loco por este culo tan apetitoso de mamá!