Hipnotizando a mi cachonda madre - Capítulo 16
{Ay… ¿qué hago♡? Ahora parece que me está rozando descaradamente…♡♥}
La voz de mi madre, que suena confusa en mis oídos, sonaba débil.
Ahora que lo veo bien, el hombre que está detrás de mi madre tiene la espalda muy recta y parece muy confiado.
Además, aunque no se ve bien, su mano derecha está colocada sobre la parte superior derecha del trasero de mi madre.
¡No puede ser que incluso esté tocando el trasero de mi madre!
{¿Qué hago? Si mete la mano entre mis axilas, no podré evitarlo…♡}
La voz de mi madre volvió a sonar.
{Sigue tocándome el trasero~♡♥ Ay… me ahogo~♡♥}
Siento que mi madre está angustiada.
‘¡No puedo más! ¡Tendré que decirle que bajemos en la próxima parada!’
—Mamá, hay mucha gente… sería mejor bajar en la próxima parada y tomar un taxi…
Le susurré al oído, acercándome lo más posible a ella. ¡Incluso el suave vello de su nuca me resulta tan excitante!
—¿De verdad?… Estoy bien… Quizás mejore enseguida. ¿Tú estás bien?»
Mi madre me preguntó girando ligeramente la cabeza hacia mí.
Un dulce aroma emana de sus labios.
—Estoy bien, pero me preocupa que te canses, mamá.
—No, estoy bien. Si me canso demasiado, te lo diré, así que no te preocupes.
¡Guau!
Sorprendentemente, mi madre parece no querer bajarse.
No sé si es porque le da pereza cambiar a un taxi…
—Vale~
Renuncié a escapar de aquí por ahora.
Sentí cómo mi madre, que estaba encorvada, se enderezó y se agarró firmemente a la barra.
La espalda de mi madre se pegó naturalmente al pecho del hombre.
El trasero de mi madre, con sus prominentes curvas, está completamente presionado contra los muslos del tipo, como si estuviera atrapado.
Pero… veo claramente cómo la mano del hombre acaricia la cintura y el trasero de mi madre.
¡¿Ese bastardo no estará tocando los senos de mi madre?!
Imaginar los senos de mi madre siendo aplastados por la mano de ese tipo…
¡Guau! ¡Mi entrepierna está completamente erecta! ¡Erecta!
{Es demasiado descarado… ¿Qué hago? ¡Hasta con la mano! ♡♥ Ay… me estoy volviendo loca~♡♥♥ No quiero que toque mi pecho…}
La voz de mi madre sonó de nuevo.
Su tono es más bajo y suena excitada.
¿Será que…? ¿Mi madre lo está disfrutando?
{¡Qué hago! ¡Parece que algo está saliendo! ♡♥♥ ¿Qué hago? Si este hombre se da cuenta, qué vergüenza…}
¡Qué es! ¡¿De verdad?! ¡Mamá, no me digas que te estás mojando la braga?! ¡Ya tienes bastante flujo, no me digas que te estás corriendo otra vez como la última vez?! ¡Estás loca! ¡Mamá!
¡Mierda… esto es demencial!
¿En serio mi madre está disfrutando que un degenerado la manosee en el metro? ¿No puede estar deseando que se la folle…?
{¡Lo tiene tan duro! Siento cómo lo frota contra mi culo~♡♥}
{¿Qué haces, Chan-ho? Pensé que eras tú el que estaba pegado a mí…}
{¿Cómo se sentirá que algo tan enorme me penetre? ♥Con el pantalón, se siente aún más grueso♡}
{¡Es el doble de grande que el de tu padre! Si me lo metiera, acabaría al instante… ♥¡No puedo resistir!♡}
{Por esto odio el metro… Quiero ver su cara, pero por culpa de Chan-ho…}
{¡Ahora recuerdo aquella vez! ♡¿Qué hago?♥♡}
¡¿»Aquella vez»?!
¿A qué diablos se refiere? ¿Tendrá que ver con esa «estadística de violación» que apareció en su perfil?
Si yo no hubiera estado allí… Solo pensarlo me enloquece.
El tipo de traje comenzó a frotarse contra el culo de mamá sin disimulo: arriba, abajo, en círculos… como si nadie lo viera.
{¡Ah! ¿Qué hago? ♡No me atrevo a moverme…♥}
{Si sigue así… ¡yo misma haré algo!♡}
Los pensamientos de mamá resonaban en mi cabeza como un audiolibro obsceno.
¡Joder! Esto era igual de real que aquel «perfil de estado».
Mamá se había entregado por completo, arqueándose contra el tipo.
‘¡Putísima zorra! ¿Cómo puede quedarse quieta, empapándose mientras ese cabrón la humilla?’
Quería gritarle… pero mi corazón palpitaba como un tambor de guerra.
Mi polla estaba tan dura que me costaba separarme del hombre frente a mí.
¿Habría movido las caderas al compás de él si yo no estuviera?
Podía imaginarla: conteniendo gemidos, los labios mordidos…
El muy imbécil ni sospechaba que yo era su hijo. Frotaba su erección contra ella como un trofeo, como si me dijera:
‘Mira qué puta más rica me encontré’
Y lo peor…
¿Por qué coño esto me excita tanto?
Era como si YO fuera el que embestía a mamá…
¿A esto le llaman «satisfacción vicaria»?
{¡Ah~! Estoy empapándome ahí abajo~♥♥ No puedo aguantar más~♡♥@@#$%}
A diferencia de antes, cuando se mantenía erguida, las rodillas de mamá flaquearon y todo su cuerpo pareció derretirse.
Sostenía el pasamanos con torpeza, y el sudor bajo su axila había empapado ya la blusa.
Conozco demasiado bien cómo se pone cuando está excitada. Ahora mismo, podía ver cada detalle de su estado:
Su braga debían estar ya irremediablemente empapadas, hasta el punto de que la miel debía estar escurriéndole por los muslos.
Ah… ese mismo jugo que empapaba los ciruelos morados en su interior.
No lo había visto con mis ojos, pero…
¡Cualquier hombre con dos dedos de frente lo notaría! Por eso ese cabrón se atrevía a actuar con tanta seguridad.
—Próxima estación: Nakseongdae. Nakseongdae. Las puertas se abrirán a la derecha
La voz automatizada sonó como un martillazo.
El tipo del traje agarró a mamá por la cintura e intentó arrastrarla hacia la salida.
‘¡Eh, hijo de puta! ¿Te crees que has encontrado una puta fácil?’
Mamá se retorció, forcejeando, hasta que giró la cabeza hacia mí con ojos suplicantes y extendió la mano.
—Hijo… ¿cuándo bajamos? ¿Esta no es nuestra parada, verdad?
dijo, pegándose a mí como un escudo.
—Tres estaciones más. Ahora bajará gente.
respondí en voz alta, fingiendo normalidad mientras me acercaba a ella.
El hombre retiró la mano como si le hubiera quemado y se dirigió rápidamente hacia la puerta, seguido por su cómplice.
‘¡Basuras…!’
La rabia me hervía por dentro, pero al ver a mamá, solo pude sentirme ridículo.
—Hacía mucho que no tomábamos el metro… Siempre está abarrotado en el centro.
dije, forzando una sonrisa para calmarla.
Mi rostro debía estar escarlata. El de ella también.
—S… sí.
murmuró mamá, desviando la mirada hacia adelante, incómoda.
Su mejilla izquierda ardía escarlata.
El sudor empapaba su espalda, pegando la blusa a su piel como una segunda dermis.
Y ese trasero… redondo como un melocotón maduro, moldeado por la falda ajustada.
No podía borrar de mi mente la imagen de esos bastardos frotándose contra ella en el metro.
Finalmente bajamos en el centro.
—Hay que salir por la boca número 2…
dije, buscando el letrero.
—¡Ahí está.
A unos 10 metros, una flecha señalaba la salida.
—Qué bien, ahí también hay baños. Espérame aquí, hijo. Voy un momento.
—Te acompaño. Yo también necesito ir.
—¡No hace fal—! Bueno… está bien.
Mamá caminó rápidamente, los tacones repiqueteando contra el suelo, las caderas balanceándose con un ritmo hipnótico.
Era la imagen misma de una ejecutiva elegante…
Pero yo sabía la verdad.
Sus bragas debían estar empapadas, su sexo palpitando de excitación reprimida.
¡Mierda!
No podía dejar de imaginar esos ciruelos morados que alguna vez se hundieron en su interior.
¿Y esos cabrones?
¿Qué habrán sentido al frotar sus pollas contra ese culo perfecto?
¿Habrán corrido ahí mismo, manchando su falda?
¿Lo habrá notado mamá?
Si yo no hubiera estado allí…
¿Se la habrían llevado a rastras?
El recuerdo de esa «estadística de violación» en su perfil regresó a mi mente.
¿Habrá sido así como sucedió? ¿Arrastrada por unos desconocidos en una noche de borrachera?
Mamá era más frágil de lo que parecía.
¡El mensaje!
Saqué rápidamente el teléfono del bolsillo.
Era la app de hipnosis.
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[Se inicia la lectura mental por activación de ondas cerebrales en el sujeto hipnótico registrado.]
[La funcionalidad puede verse afectada según el nivel de activación de las ondas cerebrales.]
[La lectura mental no está disponible durante estados hipnóticos.]
[Este servicio solo opera para usuarios registrados con datos personales completos, sujeto a puntos acumulados.]
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¡Joder! ¡Hay que ser un puto genio para desarrollar esta app de hipnosis!
Lo de la «activación de ondas cerebrales» seguro que está relacionado con la sensibilidad del útero…