Hipnotizando a mi cachonda madre - Capítulo 112
Los suspiros de mamá se calmaron, como si la resaca del intenso sexo hubiera pasado.
—Mamá, te lo pasaste bien, ¿verdad? ¡Tus caderas temblaban mucho! ¡Qué bien!~
—Ay, no sé… ¡Estoy tan aturdida! ¿Qué me pasó?~
Mamá tenía una expresión de asombro, como si su mente, que se había ido a Hong Kong, estuviera regresando.
—No… ¡Ay, qué mareo…! Pero… tú… ¿tú lo hiciste?~
Mamá preguntó, como si algo le pareciera extraño, aunque tarde.
—¿Yo? Todavía no.
—¿Qué? ¿Qué? Ah… ¿No lo hiciste?
Mamá se tocó abajo con una expresión de sorpresa.
—¡Es… es verdad! ¡Dios mío!
—Sí. Es que antes me ayudaste con la boca, así que me volví un poco insensible……
—¡Dios mío! E… ¡Entonces, yo… yo lo hice sola?!
Miré a mamá, que estaba increíblemente avergonzada, asentí con la cabeza en lugar de responder.
—¡Ay… qué hago! No, e… ¡Entonces, ¿lo viste todo? ¿Estando sobrio?
—¡Claro! ¡Vi y sentí cómo te excitabas, sudando a mares! ¡Mientras te penetraba con mi polla!—
—¡Estás loco! ¿P-por qué no me lo dijiste?
—¿Qué? ¿Que aguantaría sin correrte para que tú pudieras mover tu conchita a gusto y disfrutar de la polla de tu hijo? ¿Así?
—¡Aaah~, ¿qué soy yo de verdad?! ¡Ay, no puedo con esto! ¡Cómo puedes burlarte de mí hasta este punto!
Mamá frunció el ceño y se rascó la frente.
¡Verla quejarse así la hacía aún más linda y sexy!
Mi polla, que todavía estaba dentro de la conchita de mamá, comenzó a sentir un deseo creciente al frotarse con las paredes vaginales, que se sentían resbaladizas.
Moví suavemente las caderas, haciendo que mi pene, que llenaba por completo su conchita, se agitara.
—¡Oh, oh! ❤️
Mamá abrió los ojos de par en par, como si hubiera sentido algo de nuevo.
—¡Qué hago! ¿Por qué estás así otra vez? ❤️
—¿Por qué así? ¡Todavía soy joven! ¡Estoy en la flor de la edad para tener una erección! ¡Esto es lo más normal!
—¡Mamá! ¡Dios mío! ¡Dios mío! ❤️
La voz de mamá, sorprendida, sonaba emocionada.
—¿Papá no es así? ¿No puede hacerlo dos veces?
—¡Ahhh! ¡No sé! ¡No quiero hablar de eso!
—¡Qué bien! ¿Te sorprendió que aún no me hubiera corrido? ¡Mamá, cuando te excitaste antes, seguro pensaste que yo también me había corrido en tu conchita!
—¡Ay… no sé! ¡Habla más bonito! ¡Qué me estás haciendo de verdad!
—¡Qué bien! Mamá, ¡así eres más linda!
Impulsivamente besé los labios de mamá. Ella apretó los labios con una expresión de enfado.
—¡Otra vez! ¡Otra vez te quejas! A ver si así… ¡logro que abras los labios!
Levanté mis caderas al máximo y luego las presioné hacia abajo, encajando mi abdomen inferior entre los huesos pélvicos de mamá.
—¡Ah! N-no, ¡basta! ❤️~
—¡¿Qué basta?!
La metí por completo, luego retrocedí mi cuerpo hasta que el volante del asiento del conductor tocó mi espalda, la saqué por completo, y luego, con la sensación de perforar la pared del útero de una sola vez, la empujé hasta el fondo.
—¡Chhupuk! ¡Tzpeok!
—¡Kkheuheueuh! ❤️
Mamá echó la cabeza hacia atrás, soltando un gemido que la dejaba vergonzosamente destrozada.
¡Es como si su conchita, una vez «abierta», recibiera mi polla con más gusto!
¡Por eso dicen que el afecto carnal es aterrador!
Mamá jadeaba con los labios entreabiertos, sin fuerzas.
Empujé mi lengua entre sus labios y la besé profundamente.
—¡Heeeuuuuum! ❤️~
Mamá soltó un profundo gemido, levantó las dos piernas y apretó mi cintura con sus muslos.
Siento cómo mi polla se hunde más profundo en el interior de mamá.
Mientras succionaba los labios de mamá, apreté sus pechos con ambas manos, ¡»crac»!
La mandíbula de mamá se echó hacia atrás, mis labios se escaparon.
—¡Ha-huj! ❤️ ¡Heeung! ❤️~
Volví a sacar mi polla y la volví a meter hasta el fondo, para luego comenzar el movimiento de vaivén.
—¡Chhupuk! ❤️ ¡Chhupak! ❤️ ¡Zlgguk! ¡Zlpeok! ❤️~
—¡Ppuung! ¡Ppuk!~
Sonidos extraños seguían brotando de la suave conchita de mamá.
«Esos sonidos de ‘¡Ppuung! ¡Ppuk!’ ¿Son los ‘pedos vaginales’ de los que solo había oído hablar?»
En verdad, el cuerpo de mamá parece estar lleno de un encanto misterioso cuanto más lo toco.
—¡Ah! ❤️ ¡Aaaah! ❤️~
Mamá volvió a levantar las caderas y empezó a girar su trasero.
—¡Chhupuk! ¡Zlgguk! ¡Tzppuk! ¡Tzppuk!
—¡Qué hago! Yo… ¡siento que voy a acabar otra vez! ❤️ ¡Aaaah! ❤️
Las caderas de mamá se levantaron bruscamente, y justo cuando parecía que sus músculos de los muslos se concentraban en el centro, los músculos calientes de su conchita, luego sus caderas, comenzaron a temblar con espasmos.
Algo espeso y caliente se derramaba por la parte inferior de mis muslos, que estaban pegados a los suyos, e incluso goteaba ruidosamente en el asiento.
‘¡Maldita perra! ¡Parece que te corriste de nuevo!’
¡Fiuuuu…!
Las caderas de mamá volvieron a relajarse y, con mi polla todavía dentro, se giró hacia la derecha y se acostó de lado.
¿Una especie de desesperación por encoger el cuerpo?
La ayudé a acomodarse de lado, sacando mi polla solo a medias para que no se saliera del todo.
Por fin, mamá adoptó su postura favorita para dormir en la cama, la de «camarón».
Con las manos juntas sobre el pecho, encorvó la espalda y dobló las rodillas, encogiendo todo el cuerpo.
Así, mientras ella yacía de lado, yo amasaba sus nalgas con mi mano derecha y extendía mi mano izquierda hacia arriba para agarrar su pecho izquierdo, el que estaba más cerca de mí.
Al ver su rostro, ahora tenía una expresión de haber satisfecho por completo sus deseos, sin nada que lamentar.
Moví suavemente la polla que aún estaba insertada en las caderas de mamá, disfrutando del persistente placer de su conchita excitada.
Mamá, que suspiraba profundamente, se calmó.
—¿Te gustó?
Rompí el silencio primero.
—…Ya lo habrás visto todo lo que hice……
—Entonces, ¿cómo estuvo?
Mamá seguía evitando mi mirada.
—¡Si te gustó, solo dilo! ¿Te gustó más que cuando lo haces con papá?
Mamá tardó un momento en responder y luego asintió lentamente con la cabeza.
—¡Responde!
—S-sí… eso creo…
—¿Con papá también te excitas así varias veces?
—…No siempre es así.
—Entonces, a veces sí que te excitas varias veces, ¿eh?
—……
—¡Conmigo te haces la mojigata y te pones quisquillosa!
—¿Todavía te queda energía?
—¡Por eso te estoy penetrando ahora!
Incluso en este momento, al ver a mamá sorprendida, mi pecho se hinchó de orgullo.
¡Sin duda, un hombre es virilidad!
Me siento lleno de orgullo al ver que a mamá le gusta tanto.
—Pero… ¿cómo puedes aguantar eso?
Al escuchar a mamá, recordé la aplicación de hipnosis que tenía activada en mi teléfono, en el bolsillo de mi pantalón.
No sé si fue gracias a esa aplicación de hipnosis, o si fue porque me corrí una vez con la boca, pero de todos modos……
Mi miembro, que estaba dentro de la conchita de mamá, no estaba completamente erecto, pero mantenía la erección lo suficiente como para moverme a gusto dentro de su conchita.
Agarrando las caderas de mamá, que yacía de lado, la penetré y la saqué suavemente, «zas-zas», hundiéndome a mi antojo en su conchita, donde la abertura estaba pegajosa y húmeda.
—Tú… ¿no… no vas a acabar?
—¡Así también me gusta! Si acabara, me sentiría decepcionado y vacío. Me gusta así, penetrando la conchita de mamá.
—…Ya puedo parar…
—¿Ya te satisficiste?
—No sé… estoy tan aturdida que no puedo pensar en nada.
—¿De verdad no sabías que no me había corrido?
—S-sí… de verdad, estaba tan aturdida que no sabía nada…
—Eso significa que te gustó tanto.
—No sé…
—¡Ahí va de nuevo!
Extendí mi mano izquierda, agarré el pecho de mamá y empecé a buscar y a tocarle el pezón con los dedos.
—N-no hagas eso…
—¿Por qué? ¿Es demasiado estimulante?
—Ya lo sabes.
—A mamá también le gustaba que le chuparan el lóbulo de la oreja. Antes, cuando lo hicimos la segunda vez, al chuparte el lóbulo de la oreja mientras te penetraba, te viniste completamente.
—¿Cuándo dije eso?
Mamá empezó a hacerse la inocente otra vez.
—¿Quieres hacerlo una vez más, sintiéndolo bien esta vez?
—¿Otra vez?
—Te la meteré suavemente, así que trata de sentir cómo te penetra mi polla.
—¿Tú vas a acabar esta vez?
—Depende de cómo lo hagas tú, mamá.
—¿Cómo lo estás aguantando?
—Papá no aguanta así, ¿verdad?
—…….
Un momento después, mamá asintió lentamente con la cabeza.
—¡Mamá, ya no tengas sexo con papá!
—¿Acaso eso depende de mí?
—A mamá también le gusta que la penetre la polla de papá, ¿eh?
—¡Ay, no sé! Basta de hablar de eso.
Seguí retorciéndole el pezón y luego lo acaricié de nuevo.
—¡Ah, hyu-hoot! ❤️
Mamá suspiró profundamente y echó la cabeza hacia atrás.
—N-no hagas eso, por favor…
La voz de mamá se había humedecido de repente.
Siento la conchita de mamá retorciéndose y un calor que emana de ella.
—¡Mamá, toco tu pezón y tu conchita se calienta de nuevo!
—¡Por eso te digo que no lo hagas, por favor…!
—Mamá, sabes que tu conchita es súper sensible, ¿verdad?
—¡No sé! ¿Crees que soy así? ¿Con quién más has hecho esto?
—Tú eres la primera, mamá.
—¡Chist! ¡Mentira!
—¡De verdad!
—Pero, ¿por qué eres tan bueno?
—¿Soy bueno? ¿Esto es ser bueno? ¿Soy mejor que papá?
Mamá volvió a cerrar la boca con fuerza.
—Supongo que es por ver muchas películas para adultos.
—¿En ellas sale todo esto?
—Mamá, seguro tú también has visto películas para adultos, ¿verdad?
—¡No! ¡Cuándo!
—Estás mintiendo.
—De verdad que no.
—Entonces, la próxima vez, tendremos que ver películas para adultos juntos, mamá. ¡Tendré que imitarlas contigo, haciendo como en el sexo de las películas!
—N-no… por qué ibas a imitar eso…
La voz de mamá se estaba humedeciendo. Parece que a ella tampoco le desagrada…
Concentrándome en la sensación de abajo, saqué la polla a medias, la volví a meter y empecé a moverla rítmicamente.
—¡Chhupuk! ❤️ ¡Zlpeok! ❤️ ¡Chhugguk! ❤️—
Ahora, el sonido familiar de la conchita de mamá brotaba rítmicamente.
—Mamá, ¿tú también escuchas este sonido?
—Ay, ¡por favor, basta! ❤️
—Mamá, parece que te gusta que te penetre mi polla incluso después de excitarte tanto, ¿eh? Se está humedeciendo de nuevo.
—N-no… ❤️
—Mamá, no pienses en irte, esta vez disfruta el sabor de mi polla sintiendo de verdad.
—No puedo hacer eso…
—¿Ah, sí? Mamá, ¿quieres ponerte boca abajo?
—¿Aquí, ahora?
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