En el jardin de Mayo - EEJDM - Capítulo 69
—¡Vaya! ¡Al parecer hay alguien que ha visto a Duque Battenberg en este barco!
La voz de Rosalyn, que transmitía aquel rumor, no sonaba para nada alterada. Resultaba extraño contrastar su mirada serena con un tono que, por el contrario, parecía algo forzado.
Cualquiera que no la conociera jamás habría creído que era la misma mujer que, momentos antes, agitaba la mano con sonrojadas mejillas, radiante de encanto. Aquella discordancia me hizo quedarme paralizada un instante.
—Dicen que quien difundió el rumor ha visto al Duque de cerca varias veces. Según el chisme, viajó a bordo vestido con el uniforme de la marina común, no el de oficial.
—¿El uniforme común, y no el de oficial? ¿Qué razón tendría Su Excelencia para hacer algo así?
—Las opiniones están divididas. Algunos dicen que fue para conspirar con el primer ministro; otros, que solo era por negocios. Y luego están los locos que…
—Shh, Rosalyn. La gente podría oírte.
Ella, que había empezado a enumerar teorías con creciente entusiasmo, soltó una risa cristalina ante mi advertencia. Al observarla mejor, me di cuenta de que el rubor en su rostro no provenía de la alegría, sino de la excitación y la ira.
Parecía como si hubiera sufrido algún insulto atroz. Aún recordaba vívidamente cómo sus labios, forzados en una sonrisa, temblaban ligeramente. Incluso ahora, más de una semana después.
—Vanessa. ¿No te intriga saber cuál es la última teoría?
No recordaba bien qué le respondí. Justo entonces, el sol comenzó a ascender en el horizonte, y los presentes en la cubierta prorrumpieron en exclamaciones de asombro.
Era difícil concentrarse en la conversación en medio de aquel bullicio. Más aún cuando el tema no me interesaba lo más mínimo. Mi actitud indiferente hizo que Rosalyn me mirara con expresión intrigada.
—Parece que el Duque no te interesa mucho.
—Pues claro… Nunca lo he conocido. Así que, haga lo que haga, no es asunto mío.
Mi respuesta seca la dejó desconcertada por un momento, hasta que soltó una risa vacía. Poco a poco, su rostro tenso se relajó, como si hubiera olvidado por completo su furia y frustración de minutos atrás.
—Tienes razón. No vale la pena prestarle atención a alguien así.
En ese momento, su reacción me pareció, sin saber por qué, hasta adorable. Sabía que Rosalyn no era de las que disfrutaban difundir rumores infundados, pero tampoco tenía espacio en mi mente para pensar mucho en ello…
Aunque, incluso de haber notado algo extraño en su comportamiento entonces, nada habría cambiado. Quizás solo habría podido consolarla mejor. Habría podido entender por qué regresó tan enfadada de algún lugar, aunque no se atreviera a decírmelo directamente…
¡EXCLUSIVA! DUQUE B INVIRTE EN EL SUR: ¿SU PAGO? ¡UNA MUJER?
Apreté con más fuerza el periódico sensacionalista de un penique que sostenía entre los dedos.
‘… se confirma su participación en la construcción del mayor hipódromo del sur, un movimiento que contradice su historial de inversiones previo. Aunque oficialmente se justifica como un esfuerzo por «equilibrar el desarrollo regional», fuentes cercanas aseguran que ha pactado un acuerdo con el conde E. El precio: la sobrina de su socio, Señorita V, una joven de alta cuna que acaba de alcanzar la mayoría de edad…’
El resto del artículo seguía con especulaciones exageradas o directamente falsas, pero el juego de iniciales —B y V— le daba un aura de credibilidad engañosa.
—Claro que no era un artículo de medios serios como The Ingrian o The Linden Daily.
Aun así, a veces una sola línea en estos tabloides que devoraban las criadas podía tener un impacto mucho mayor.
Basta con ver cómo había cambiado la actitud de las sirvientas que la conocían de cerca…
‘Deben creer lo que dice ese periódico amarillo’
pensó Vanessa mientras doblaba el tabloide sobre el montón de publicaciones que parecían una pila funeraria de tinta y papel. Catorce impresos en total: revistas femeninas, mensuales, cotilleos… ¿Cómo había llegado todo a este punto?
‘En realidad, ni siquiera he visto su rostro’
No es que el escándalo en sí le molestara. Incluso lo habría celebrado con los brazos abiertos…
‘Si no hubiera tenido una contraparte tan específica’
Que el rumor señalara a alguien concreto nunca era bueno. Y menos aún cuando esa persona era demasiado conveniente a ojos de los demás.
En ese caso, su tío haría lo imposible por empujarla hacia ese hombre. Y luego, esgrimiendo el honor de una dama, exigiría una dote desorbitada. Si las cosas llegaban a ese extremo, preferiría un escándalo más explosivo —como un embarazo antes del matrimonio— que rebajara su valor de un golpe. Algo tan vergonzoso que ni siquiera valiera la pena venderla como esposa.
Sobre todo después de conocer a River Ross… Vanessa contuvo un jadeo áspero.
‘Esto no pinta bien’
El plan original de esta fiesta en el barco era solo sembrar rumores vagos, como testimonios difusos. Lo suficiente para generar desdén, desprecio, la marca de una mujer demasiado frágil para sostener una familia. Pero justo tenía que ser…
‘¿Que me señalan como pago por una inversión?’
La magnitud del escándalo se le antojaba abrumadora. Al menos, que el nombre de Battenberg estuviera involucrado era un alivio: mientras durara su sombra, ningún hombre se atrevería a acercarse a ella. Pero eso solo era temporal.
¿Y si el interés decayera? ¿O si el rumor tomaba un giro siniestro? Por ejemplo, que la próxima semana circulara que «el duque ya se aburrió de la mujer que compró»… Solo imaginarlo le nublaba la vista.
‘Entonces sí vendrían. Esos hombres que pagan por una noche en su cama’
¿Acaso su tío, ansioso por lucrarse con su matrimonio, defendería su honor en tal situación? ¿Resistiría la tentación del dinero y garantizaría su seguridad? Una cosa era clara: de no haber encontrado aquel testamento, habría confiado en él como una tonta.
‘Porque creí que, al menos, guardaría un mínimo de decencia humana’
Ahora solo podía rogar que el nombre de Duque Battenberg permaneciera a su lado. Él no se quedaría de brazos cruzados ante este escándalo… Al menos no hasta que ella ganara suficiente dinero para ser independiente.
‘Qué lío’
Enterró el rostro en las manos, ahogándose en frustración. ¿Cómo había escalado todo tanto?
—Señorita.
Alzó la mirada hacia Mary, cuya expresión estaba tan agotada como la suya. La doncella sostenía un auricular telefónico con cuidado y susurró:
—Hay una llamada para usted. Creo que debería atenderla.
—¿Una amiga? ¿Es Rosalyn?
—Parece que es otro amigo. Dijo que si mencionaba a ‘Logan Dawson’, lo reconocerías…
Era extraño recibir una llamada de alguien con quien solo había intercambiado unas pocas palabras en el barco. Dadas las circunstancias, era mejor ser cautelosa con los contactos externos, pero después de todo, él había sido el puente entre ella y su bisabuelo. Negarse habría sido descortés.
Vanessa se acercó a Mary y tomó el auricular.
—¿Hola? ¿Logan Dawson?
—Vanessa. Por fin te conectan. La operadora parecía novata; le costó un siglo poner la llamada.
Se le escapó un suspiro audible.
—¿Llegó bien aquello?
—Por supuesto. Aunque eso fue hace ya una semana… Gracias por preocuparte.
—Bueno, al menos veo que sigues con vida. Con los tabloides obsesionados contigo, pensé que ya te habrías derrumbado.
El alivio en su voz le arrancó un suspiro involuntario. Casi logró que sonara a risa.
Llevaba días sin poder contactar a Rosalyn, y fingir normalidad mientras cargaba sola con este caos empezaba a agotarla.
—¿Qué ocurre?
—La última vez que hablamos, parecías ignorarlo todo. Eso no me dejaba de dar vueltas en la cabeza.
Ahora entendía el suspiro y la mirada preocupada de Logan cuando le dijo: ‘Vanessa, vas a necesitar un corazón de acero’. Apretó el auricular con fuerza.
—Logan Dawson… ¿Acaso sabías desde entonces que estos rumores surgirían?
—Lo intuí. Pero ese día lo confirmé.
—¿Cómo diablos se extendió todo esto?
—Desde que corrió el rumor sobre el ferrocarril y el hipódromo en el sur. Antes, se debatía si el duque realmente invertiría… pero si lo hacía a esa escala, era obvio que especularían sobre una mujer. Incluso su «vacación» repentina en el sur encajaba. Y tras la ceremonia de zarpe, para la prensa fue un hecho.
—¿Y tú lo sabías desde el principio?
Logan soltó una risa abrupta.
—En serio, Vanessa, ¿nunca prestas atención?
Madara Info
Madara stands as a beacon for those desiring to craft a captivating online comic and manga reading platform on WordPress
For custom work request, please send email to wpstylish(at)gmail(dot)com
Merry
Gracias por el capítulo Asure 🫰