Batalla de Divorcio - BATDIV - Capítulo 194
Se puede mentir con la boca.
También se puede fingir que no sientes nada, poner una expresión de desprecio.
Pero el corazón que late a toda velocidad es algo que nunca se podrá ocultar.
Le vino a la mente la idea de que debía decir algo antes de que él se diera cuenta, pero la desesperación hizo que su mente se quedara en blanco.
—Sigue mintiendo. A mí me gusta. Así, cada vez puedo castigarte de esta manera.
En cambio, Maxim, que ya tenía a Daisy atada en sus brazos, no parecía tener la intención de esperar ni un segundo.
—Para ser honesto, no necesito la verdad. La verdad es algo que le hace falta a Daisy.
—¡Ay…!
—Yo… Haa, con Daisy me basta.
Mientras la inmovilizaba para que no se moviera, él restregó su cara contra la parte delantera de su ropa y murmuró palabras incomprensibles.
Levantó su mirada, un poco relajada por la excitación.
—Daisy puede hacer dos cosas. Decir la verdad ahora y detener esto.
Sus dos ojos de un azul intenso ya anticipaban la victoria y tenían un rastro de sonrisa. La rabia se acumuló en ella al ver su expresión.
—No me va a creer de todos modos, diga lo que diga.
—No, te equivocas. No te creo porque mientes.
Lo que él dijo no era mentira, así que ella no pudo responder.
Pero aun así, le daba miedo decir la verdad.
—O prueba que tu mentira no es una mentira.
Eso probablemente era imposible a menos que su corazón dejara de latir. Aunque lo odiara, aunque no estuviera a su lado, aunque supiera que estaba mal, aunque tratara de ignorarlo y huir… su corazón siempre latía por él.
Dado el caso, no había otra opción que insistir hasta el final.
—¿Cómo voy a probar eso? Mi, mi corazón solo… late porque se asusta cuando usted hace cosas raras de repente, ¡sin avisar! ¿No es obvio?
La excusa que balbuceó parecía tener sentido, ya que los ojos de Maxim brillaron con un destello de interés.
‘Eso es, esta es’. Daisy hinchó las venas de su cuello.
—¡Es como cuando un conejo se encuentra con un león y su corazón se acelera! ¡Es un instinto para sobrevivir!
—Bien, podría ser. Te creeré.
La excusa funcionó. Maxim lo aceptó de forma sorprendentemente dócil.
Él se enderezó y miró a Daisy, que estaba debajo de él.
Ella no podía moverse, con sus muñecas aún atadas en la mano de él.
—Entonces, la conclusión es que Daisy tuvo sexo sin sentido y sin sentimientos conmigo debido a una misión. ¿Es correcto?
—Sí. Es correcto.
—De acuerdo. Te creeré. A cambio, tengamos sexo sin sentido y sin sentimientos, tal como dices.
—¿Por qué la conversación va por ese camino?
Daisy frunció el ceño ante la propuesta absurda.
—Usaste el deseo. Mi deseo es que Daisy me dé un lugar para dormir por una noche. Creo que dormiré plácidamente si tengo sexo con Daisy una vez.
—…….
—De todos modos no te importa, ¿cierto? Si no tiene sentido ni sentimientos, ¿Qué cambia si un hombre y una mujer sin nada que hacer en la noche se acuestan?
—¿De verdad le gusta eso?
—Sí, a mí me gusta todo. Para mí es un honor hacer cualquier cosa con Daisy.
Maxim levantó una ceja con despreocupación y respondió de buena gana.
—…
‘Me va a volver loca’
Daisy, que de nuevo se quedó sin palabras por la incredulidad, se dio cuenta en ese momento.
‘Este es un juego ya arreglado para que este hombre gane’.
Como él dice que incluso el sexo sin sentido y sin sentimientos le gusta, sin importar lo que ella elija, Maxim obtendrá lo que quiere.
Verdad o reto (Truth or dare).
Era un juego que había conocido por primera vez hoy.
Daisy recordó las palabras que Maxim había dicho con tanta confianza antes de empezar.
—Sí. Pero estoy seguro de que solo diré ‘verdad’. Dudo que elija ‘reto’.
Él, como había anunciado, continuaría gritando ‘verdad’. Sin vergüenza ni pudor, tendría la confianza de responder cualquier verdad sin vacilar.
En cambio, Daisy no podía decir la verdad. Era obvio porque Maxim solo le preguntaría la ‘verdad que ella quería ocultar’.
Si ella mentía, él seguramente la castigaría o haría una propuesta difícil para que probara que era la verdad.
Entonces, ¿qué pasaría si ella elegía ‘reto’ en lugar de ‘verdad’?
En el momento en que ella eligiera un reto, Maxim le pediría que hiciera algo igual de difícil.
Desde el principio, no había forma de que ella pudiera ganar en esta situación.
Maxim lo había calculado de antemano y la había metido en un juego que ella ni siquiera conocía, con la excusa de darle noticias de su tía y Mary Gold.
—Esto es injusto. ¿Planeó esto desde el principio?
—¿Qué cosa?
—Es un juego en el que, sin importar lo que elija, Max obtiene lo que quiere y yo solo me meto en problemas.
—Me descubriste.
—¡Eres un bastardo!
—Sí, un bastardo. ¿Apenas te das cuenta de que soy un hijo de p***? Te lo dije. Soy un experto en la batalla. La estrategia para una pelea siempre se crea para ganar.
Ella lo sabía. Lo sabía muy bien, pero cada vez que caía en su juego, sentía ganas de rechinar los dientes por su descaro.
—¡De verdad, no has cambiado nada! ¡Eres lo peor!
—Sí, no he cambiado nada. Soy lo peor.
A pesar de que Daisy gritaba furiosa, Maxim ni siquiera parpadeó.
Incluso repitió los insultos que ella le lanzaba, como para hacerla enojar aún más.
—Detesto que seas tan sombrío, que conspires, manipules a otros y al final los dejes inmovilizados… lo detesto.
—Reconozco que no he cambiado, y reconozco que soy sombrío. Soy esa clase de persona, y nunca dije que fuera a cambiar.
—¡Patán!
—Sí, soy un patán. Pero, Daisy, tú sí decías que ibas a cambiar, ¿lo hiciste?
Maxim se burló y añadió:
—Daisy, la carta que me dejaste cuando te fuiste… Estoy seguro de que recuerdas bien lo que escribiste en ella.
—…
—Dijiste que odiabas la ‘vida falsa’ que vivías por los demás. Te fuiste de mi lado para vivir la ‘vida de verdad’ que deseabas, ¿o no?
Sus palabras la golpearon como si le hubieran dado un puñetazo en la cabeza, y su mente se quedó en blanco.
Además, la siguiente pregunta la dejó sin habla.
—Tengo una pregunta más. ¿Ahora está viviendo la ‘vida de verdad’ que deseaba, señorita Isabella Travis?
Isabella Travis.
Era el nombre falso que había adoptado para esconderse de Maxim.
Incluso si solo era una medida temporal para escapar de él, ¿acaso solo su nombre era falso?
En ese momento, nadie a su alrededor conocía su verdadera identidad, y seguía viviendo una mentira.
Para alejarlo, se había autoengañado con la excusa de que no sería feliz si estaba con él…
Aunque lo amaba, se mintió a sí misma diciendo que no lo amaba y lo alejó.
Para mantener esa vida de mentira, hubo sacrificios inocentes, y fue por eso que dejó Waldeck.
Decidió empezar una nueva vida, y para lograrlo, incluso aceptó sacrificar cosas valiosas y huyó a ese lugar.
Ya habían pasado dos años, y nada había cambiado.
Daisy se sintió asqueada de sí misma por seguir viviendo una mentira.
‘Isabella Travis’ no podría vencer a Maxim von Waldeck.
Sin embargo, Daisy odiaba perder más que a nada en el mundo.
Había solo una forma de ganar en este juego vil, diseñado para que ‘Isabella Travis’ perdiera sin importar lo que eligiera.
—…Verdad.
Ser honesta con Maxim como Daisy, no, como Izzy con Max.
—Esta vez diré la verdad. Po-por favor, deme una oportunidad más.
—De acuerdo. Diga lo que quiera.
No podría seguir huyendo y esquivándolo para siempre.
Era un camino que ella había elegido, dejando atrás a las personas que amaba, solo para ella.
Ya sea un fracaso o un éxito.
Algo de lo que avergonzarse o de lo que estar orgullosa.
Al menos tenía que ser honesta consigo misma.
Daisy respiró lentamente para mantener la compostura y luego respondió:
—Pu-pues… así… así nomás…
¿Por qué se le quebraba la voz por algo tan simple? Daisy tragó saliva a la fuerza y continuó.
—He vivido así nomás. He luchado, así nomás, para intentar hacer algo nuevo. Aún… no sé si esta es la vida que quiero, pero… he hecho un gran esfuerzo.
—…
—Todavía no lo sé. Esto… es la verdad, de verdad.
Apenas terminó su confesión, un beso se posó en su frente.
—Lo hiciste bien.
—…
—Y muchas gracias. Debió ser difícil de decir. Por ser honesta conmigo.
Qué extraño. Por algo tan simple.
Solo había dicho la verdad, pero se sintió un poco aliviada. Su espalda, que se había puesto rígida, se relajó y sintió que se hundía en el sofá.
—Ahora es tu turno, pregúntame.
—…
—¿Verdad o reto? Haré todo lo que Izzy me pida.
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Merry
Iiiiiiii 🤭 que bueno se puso esto!
Siii Daisy, la verdad 🤭 no más mentiras, acepta a Maxim