Batalla de Divorcio - BATDIV - Capítulo 188
Un deseo.
El caballo número 1 que escogió Daisy, ‘Ace Inmortal’, tenía una tasa de victorias bastante alta y siempre era considerado un favorito, por lo que la apuesta era relativamente baja.
Sin embargo, como las probabilidades de ganar eran altas, ella había hecho una elección segura.
En cambio, el caballo número 5 que escogió Maxim, ‘Estrella Milagro’, estaba lejos de ser un milagro, a pesar de su nombre.
Los aficionados a las carreras de caballos se burlaban de él llamándolo un «caballo de mierda» y, de manera constante, mantenía una tasa de victorias muy baja, por lo que estaba al borde de ser expulsado de las carreras de caballos.
Para ‘Estrella Milagro’, la carrera de hoy era su última oportunidad.
‘¿Va a competir contra el ‘Ace Inmortal’ con un caballo de mierda como ese?’
Era una pelea perdida, sin lugar a dudas. Era absurdo.
—¿Está seguro?
—Sí, uno no sabe si va a ganar o a perder hasta que lo intenta, ¿no?
Aun sabiendo que era una pelea que iba a perder, Maxim era descarado.
—Eso solo es posible cuando los resultados son similares. ¿No está haciendo esto a propósito para dejarme ganar?
—No. ¿Le parezco tan benevolente?
Claro que no, pero a Daisy le daba pena que un novato en el hipódromo hiciera una elección tan tonta. Para ser honesta, se estaba metiendo donde no la llamaban.
—Le daré una oportunidad especial para que se retracte de la apuesta. El ‘Estrella Milagro’ está a punto de ser expulsado hoy.
—Eso significa que está al borde del abismo. Que sea tan desesperado me gusta.
Aunque ella lo decía por su bien, Maxim lo tomó de una manera completamente distinta.
—Parece que Daisy se está confundiendo con algo. Una apuesta es una apuesta, estoy acostumbrado a las batallas.
—Hmm.
—Las peleas fáciles no son divertidas. Prefiero disfrutar de una pelea difícil en lugar de elegir solo las que sé que puedo ganar.
‘Si esa es su preferencia, no hay nada que pueda hacer, y ya sé que le sobra el dinero, pero, ¿apostar un deseo no es un poco arriesgado?’
—Max no es el que pelea, sino el caballo número 5. Y aunque me sienta mal por el caballo, el caballo número 5 es un poco malo…
—¿Por qué? A mí me gusta. El nombre es ‘Estrella Milagro’. Es muy bonito.
‘Si supiera lo desafortunado que es el ‘Estrella Milagro’, no habría hecho esa elección’
Maxim insistió hasta el final.
—No se meta en mis asuntos y preocúpese por usted, Daisy.
—No cambiará de opinión después, ¿verdad?
—Por supuesto que no. Cuando la recompensa es grande, el riesgo también lo es. Si pierdo, aceptaré la derrota. Quiero lograr mi sueño de un cambio de vida.
‘El sueño de un cambio de vida’
Maxim citó el lema absurdo que había visto en la entrada.
—Usted ya ha logrado tanto, ¿y todavía le queda algo por lograr? Es demasiado ambicioso. La gente se burlaría si lo escuchara.
—No me importa lo que piense la gente. Para lograr un cambio de vida, uno debe apostar con una recompensa así de grande. Con esa recompensa del ‘Ace Inmortal’, uno no logra un cambio de vida, sino que se convierte en un apostador compulsivo.
—De verdad, solo vengo de vez en cuando. Solo vengo cuando quiero comer un perro caliente, como hoy.
—¿Y quién dijo lo contrario?
Se sintió aludida por lo de «apostador compulsivo» y se molestó sin razón.
Venir de vez en cuando a comer un perro caliente y ganar un poco de dinero era la alegría de Daisy.
Y él lo llamaba un juego de azar compulsivo. Se sintió avergonzada sin motivo.
De todos modos, a Daisy le pareció que él era muy imprudente, pero si era una pelea que ella iba a ganar, no había necesidad de evitarla. Si conseguía el derecho a pedir un deseo, no perdería nada, al contrario, saldría ganando.
‘¿Qué deseo debería pedir?’
Aún no lo había pensado, pero sería útil usarlo cuando el hombre la pusiera en una situación incómoda.
Mientras pensaba por un momento, Daisy escuchó el anuncio de que la carrera estaba a punto de comenzar.
Ya no había tiempo para dudar.
—¿Puedo decirle mi deseo después de que se sepa el resultado?
Maxim asintió sin dudarlo.
—Como usted prefiera, Daisy. Yo también lo haré así.
—¿Cualquier cosa sirve?
—Claro.
—De acuerdo. Acepto la apuesta.
Sonó la señal, y la carrera comenzó. Los caballos corrieron con ferocidad. El sonido de los cascos resonó en el suelo, y el polvo se levantó.
—¡Ace Inmortal! ¡Corre!
Daisy agarró su boleto de apuesta y comenzó a animar.
Alrededor de ella también había muchas personas que habían apostado al número 1, ‘Ace Inmortal’, con la esperanza de ganar una pequeña cantidad de dinero, por lo que el ruido de los gritos de ánimo se hizo más fuerte.
—… Por favor, por favor, por favor.
Daisy murmuraba repetidamente, sin quitarle los ojos al caballo número 1.
En cambio, la mirada de Maxim estaba fija en Daisy.
Aunque había hecho una apuesta imprudente que todos evitaban, parecía que no le importaba el resultado, y solo la miraba a ella.
‘¿Por qué dice ‘por favor’? ¿Qué es lo que desea con tanta desesperación?’
En realidad, a Maxim no le interesaba el poco dinero que podía ganar en las carreras de caballos.
Aunque lo había negado cuando Daisy lo había confrontado, el propósito de la apuesta era simple.
‘Escuchar el deseo de su esposa’
Si el caballo número 1, ‘Ace Inmortal’, tenía una alta tasa de victorias y el caballo número 5, ‘Estrella Milagro’, tenía casi ninguna posibilidad de ganar, era aún mejor.
Quería que Daisy ganara, y no le importaba lo que fuera si eso podía hacerla sonreír.
Incluso si era algo muy pequeño, quería hacerlo por ella.
Cuando estaban juntos en Baldec, él había estado ocupado, y con la excusa de que tenía que proteger a Daisy, en realidad no había hecho mucho por ella.
Aunque Maxim había elegido convertirse en el objetivo de Daisy a propósito, su relación era una farsa por una misión, por lo que ella no podía pedirle nada con tranquilidad.
Maxim siempre se había imaginado.
‘¿Qué habría pasado si nosotros…?’
¿Qué habría pasado si se hubieran conocido como un hombre y una mujer comunes, sin esa relación?
‘Si ocurriera un milagro y eso fuera posible, ¿podría haberla tenido a mi lado?’
Mientras estaba lejos de Daisy, pensaba en eso sin falta todos los días. En ellos, amándose como un hombre y una mujer normales. Como marido y mujer.
Siempre lo deseó y se lo imaginó.
Según los planes de Maxim, el caballo número 1, ‘Ace Inmortal’, debía ganar, y el caballo número 5, ‘Estrella Milagro’, debía tener dificultades, como siempre.
Sin embargo, la situación se desarrolló de forma completamente distinta a lo esperado.
Tan pronto como el caballo número 5, ‘Estrella Milagro’, que iba en último lugar, giró en la esquina, se metió en el grupo de adentro y acortó la distancia con los demás caballos.
Después de eso, fue una sorpresa tras otra. Al entrar en la recta final, el ‘Estrella Milagro’ se acercó al ‘Ace Inmortal’, que iba a la cabeza.
—¡No! ¡Contra un caballo de mierda como ese…! ¡Ace! ¡Fuerza!
Daisy, con el rostro ansioso, comenzó a gritar.
‘La carrera se está poniendo interesante’
Aunque, ver la cara de Daisy, llena de angustia, era más interesante que la carrera en sí.
Tal vez era su naturaleza malvada, pero cuanto más angustiada se veía Daisy, más emoción sentía Maxim.
Cuando se acercaron a la línea de meta, el ‘Estrella Milagro’ se adelantó por un margen muy pequeño y, al final, la victoria final fue para el caballo número 5 que había elegido Maxim.
—¡No, ah…!
En el momento en que se decidió la victoria, Daisy se cubrió la cara con ambas manos. Su rostro estaba aturdido.
Algo debía estar mal.
‘De todas las cosas, ¿por qué el milagro del ‘Estrella Milagro’, que nunca había estado ni siquiera en los primeros lugares, tenía que suceder hoy?’
No solo había perdido sola, sino que había hecho una apuesta de un deseo con su futuro exmarido. No podía estar más indignada.
—Qué hago. Gane.
La suerte de hoy no estuvo del lado de Daisy, sino del lado de Maxim.
—…….
—¿Será que se le clavó una espina en el casco al ‘Ace Inmortal’?
No había animado durante toda la carrera y había reaccionado con indiferencia. Pero, al ver su regocijo después de la victoria, Daisy se sintió muy molesta, pero no tenía nada que decir porque una apuesta es una apuesta.
—… Es increíble.
—¿Por qué es increíble? La desesperación a veces crea milagros como ese.
Maxim ya conocía el poder de la desesperación.
Por desear a Daisy.
Por salvar a Daisy.
Podía saberlo con solo ver lo persistente que había sido al seguirla a lo largo de sus vidas.
Daisy, que no tenía forma de saberlo, tenía el rostro desanimado.
—……
—Bueno, el nombre hizo honor a sí mismo. ‘Estrella Milagro’. Por eso siempre he dicho que los nombres son importantes.
Incluso el ‘Ace Inmortal’ no puede vencer un milagro que nace de la desesperación.
—Tenga.
Maxim le entregó su boleto de apuesta, los ojos de Daisy se agrandaron.
—¿Es para mí?
—Sí, aún no estamos divorciados. De todas formas, lo correcto es que la esposa administre el dinero.
—Pero si entra en mi bolsillo, no volverá a salir… No tengo conciencia cuando se trata de dinero.
—De todos modos, tome esto y deje de apostar. Yo solo me llevaré el derecho al deseo.
—¿Que deje las carreras es el deseo de Max?
—Claro que no. ¿No sería eso muy ruin de mi parte?
‘Qué descaro. No va a salirse con la suya tan fácilmente’
Maxim soltó una risita.
—El perro caliente estuvo muy rico. Y me divertí en la cita con usted, Daisy.
—No fue una cita, así que no se confunda.
‘Qué altanera’
Maxim sonrió levemente.
—Con esto, le habré pagado el valor de la horquilla y me habrá sobrado.
‘En el fondo, le gusta’
Daisy, fingiendo que no le importaba, tomó el boleto de apuesta y caminó delante de él.
—El día está nublado. Parece que va a llover pronto, así que entremos.
Maxim caminó detrás de su linda nuca.
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Ya era muy tarde por la noche.
Estuvo nublado desde la tarde y una fuerte lluvia comenzó a caer por la ventana.
—Está lloviendo mucho.
Daisy, que acababa de bañarse y se preparaba para acostarse con su negligé, miró la ventana con preocupación.
Toc, toc.
‘¿Quién será a estas horas?’
Al oír el repentino sonido de los golpes, Daisy se puso el chal que estaba colgado en el perchero.
Por si acaso, tomó el revólver que le había dado Maxim, abrió la puerta de madera.
—Vengo a usar mi deseo.
Había un hombre muy peligroso parado frente a la puerta.
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Merry
Iiiiiiiii🤭
Emocion! Gracias por el capítulo Asure!