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Batalla de Divorcio - BATDIV - Capítulo 157

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  4. Capítulo 157
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Novel Info

Parece que se había quedado dormido sin darse cuenta. Maxim se despertó por un leve sonido. Hacía mucho tiempo que no dormía en una cama.

Siguió el crujido y vio a Easy haciendo algo en el sofá. Era donde ella había dejado su ropa antes. Se movía con bastante agitación, haciendo ruidos.

 

—Pareces ocupada.

 

Se hizo el dormido a propósito y, al verla, Easy se sobresaltó y detuvo bruscamente sus manos.

 

—Me molestaba que la ropa estuviera tirada en el suelo. Además, es un uniforme, y no quería que se arrugara… Pensé en doblarla y colgarla.

—Entiendo.

 

Intentaba parecer tranquila, pero había algo de titubeo en ella. Maxim se puso la bata y se sentó muy cerca de Easy. Como era de esperar, cuando su cuerpo se acercó más, los ojos de Easy se abrieron como los de un conejo asustado. Maxim metió la mano detrás de su espalda, que se había puesto rígida, y encontró algo familiar.

Era el revólver que Maxim siempre llevaba consigo.

 

—¿Todavía no ha corregido su cleptomanía?

—Estaba tirado en el suelo, me pareció curioso. Lamento haberlo tocado sin permiso.

—¿Lo quiere?

—Sí, es bonito.

 

Easy bajó las pestañas y confesó con sinceridad. «Sabiendo lo peligroso que es esto. Realmente no tenía miedo de nada.»

 

—La verdad es que desde pequeña siempre pensé que era genial. Lo de manejar un arma.

—Un gusto peligroso. Es la primera mujer que veo que dice que un arma es bonita.

—Por eso duermo con el Capitán, ¿verdad? ¿Me lo puede dar?

 

Normalmente, nunca pedía nada. Y por primera vez, lo que quería no era una joya, sino un revólver. Definitivamente tenía un lado peculiar.

Maxim le despeinó el cabello a Easy, como si la encontrara adorable.

 

—Eres una completa tonta. ¿Para qué lo quieres si ni siquiera sabes disparar?

—El Capitán puede enseñarme a disparar.

—Aunque sea bonita, una pistola es una pistola. Si juega con ella sin cuidado, se lastimará, así que dámela.

 

Cuando se lo quitó con firmeza, ella puso una cara triste, como si le doliera. Hoy, sus expresiones eran tan variadas que era un placer observarla. Incluso después de quitarle el revólver, Maxim no podía apartar los ojos del rostro de Easy.

 

—Libera tu tiempo el próximo fin de semana.

—¿Por qué?

—Para tener una cita antes de que nos volvamos a ocupar.

 

Era la primera vez que planeaban un próximo encuentro desde la noche en que se acostaron. Era una frase inesperada, y los ojos de Easy se abrieron un poco. Esperaba que se alegrara, pero su rostro era de alguna manera complejo. Si una cita la dejaba aturdida, ¿Cómo reaccionaría si le diera «aquello»?

Sintió una impaciencia inusual en él, como si tuviera que hacer algo. ‘¿Quizás ya lo vio?’

No, y si lo vio, ¿qué importa? Ya que las cosas estaban así, era hora de cambiar de plan.

 

—Encontró el arma. Pero parece que no encontró lo otro. O quizás, ya lo vio y está fingiendo no saberlo.

—….…

—Bueno, de cualquier manera, es mejor dárselo ahora que esperar.

 

Maxim sacó una pequeña caja del bolsillo interior de su chaqueta y se la ofreció a Easy.

Era un anillo de diamantes.

La destinataria del regalo seguía sin hablar, con una expresión de asombro.

 

—Pensé que te quedaría bonito.

—Capitán, yo……

—Realmente es bonito.

 

Maxim le puso el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de Easy, murmurando. Sintió la punta de sus dedos, atrapados, temblar ligeramente.

 

—Para ser sincero, todo esto lo hago para tranquilizarme. Siento que solo así, manteniéndote atada, podré estar un poco más tranquilo.

—……

—¿No te gusta?

 

Easy, que llevaba el anillo y había permanecido en silencio por un buen rato, respondió con voz ligeramente ahogada:

 

—……No, es bonito.

 

 

 

 

 

 

⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅

 

 

 

 

 

 

La entrada del teatro estaba abarrotada de gente que venía a ver la función. Era su primera cita formal.

Maxim había conseguido entradas para la ópera en el Teatro Real. Como era una función muy popular, las entradas se habían agotado rápidamente, y tuvo que presionar a su secretaria y pagar un sobreprecio para conseguirlas. Se había vestido elegantemente, en lugar de usar su uniforme militar, y se había peinado el cabello hacia atrás.

‘¿Y si no me reconoce?’

Se hizo esa tonta pregunta mientras revisaba sus zapatos pulcramente lustrados.

Maxim alternaba la mirada entre los dos boletos y su reloj de bolsillo. A medida que se acercaba la hora límite de entrada, la gente apresuraba el paso. Los que se saludaban frente al teatro también comenzaron a moverse, uno a uno. En medio de todo, solo Maxim permanecía inmóvil.

Le había dicho que iría a buscarla, pero ella se había negado, diciendo que tenía cosas que hacer, y habían acordado encontrarse en la entrada. Nunca antes había esperado a alguien con tanta ansiedad.

‘¿Llegará tarde?’

 

—Suelo revisar mi reloj por costumbre. Los espectadores son más sensibles al tiempo de lo que se cree.

 

No, imposible. Maxim recordaba las costumbres de Easy. Cuando se acostaban en el camerino, incluso si él le quitaba el reloj para que no pudiera ver la hora, ella mandaba a alguien para que le diera la hora.

‘¿O me dejó plantado?’

¿Quizás le puso el anillo demasiado de repente? Si lo pensaba bien, el orden de las cosas había sido un desastre desde el principio; fue una confesión terriblemente egocéntrica y egoísta. Aunque no le había propuesto matrimonio abiertamente, nadie ignoraría el significado de un anillo en el dedo anular izquierdo.

……Aunque, en general, así era.

Aun así.

Al final, no pudieron acordar nada ese día. Ese hecho lo inquietaba constantemente. La expresión de Easy al mirar el anillo había sido bastante compleja. Le resultaba difícil adivinar sus pensamientos, así que los repasaba una y otra vez, y se atrevía a especular. No podía negar que estaba al borde de perder la cabeza por las divagaciones sin conclusión.

Ahora que lo había experimentado, por fin lo entendía.

Por qué la gente se atrevía a confesar su amor y a hacer promesas desgastadas de permanecer juntos para siempre… Empezó a darse cuenta vagamente. Era por la ansiedad. Miedo a perderla. Miedo a que se fuera.

No podían soportarlo sin decirlo.

 

—Hablemos cuando nos veamos. Cuando nos veamos…… te lo diré de inmediato.

 

Mientras Maxim murmuraba, consolándose a sí mismo, vio el rostro que había estado esperando a lo lejos.

 

—……Llegaste tarde.

 

Murmuró para sí mismo, aunque era imposible que ella lo escuchara. Sus ojos se encontraron.

Sus ojos, que siempre se curvaban dulcemente cuando lo reconocían, eran de alguna manera extraños. No era la primera vez que la veía. Su corazón latía extrañamente.

‘Tengo que ir a buscarla. Siento que solo me sentiré satisfecho si la traigo de inmediato’

Paradójicamente, incluso teniéndola a la vista, sentía que solo así podría sentirse tranquilo. No importaba si no respondía nada. Solo si ella estaba a su lado.

Justo cuando Maxim estaba a punto de dar un paso hacia Easy.

 

¡Bang!

 

Un disparo solitario resonó, un dolor desgarrador le atravesó el hombro. Los gritos de la multitud, que se dispersaba en caos, zumbaban en sus oídos.

La mirada de Maxim seguía fija en los ojos de Easy. Sus ojos estaban rojos. Sus ojos vacíos, parecían huecos, como los de alguien que había perdido el rumbo.

Y ese fue el último encuentro que Maxim recordaba con Easy.

 

 

 

 

 

 

⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅

 

 

 

 

 

 

—Aún no debe levantarse.

—…Ya está.

 

Maxim, recostado en la cama del hospital, se incorporó a pesar de la insistencia de su ayudante. Una bala le había rozado el hombro y le habían dicho que su vida no corría peligro.

 

—El culpable.

—Fue capturado.

 

El ayudante le entregó unos documentos, Maxim los tomó en silencio. Ya sospechaba quién era. Pero simplemente no quería creerlo. Prefería que hubiera sido una ilusión momentánea. No, incluso si no era una ilusión…

 

[NOMBRE EN CLAVE: EASY]

 

En el instante en que vio ese nombre en los documentos, sus pensamientos se detuvieron como por arte de magia.

 

—No ha abierto la boca a pesar de la tortura.

—……

—Ah, y… con el debido respeto, pidió que le devolvieran esto, Comandante.

 

Era el anillo de diamantes que Maxim le había regalado aquella noche.

 

—¿Qué hacemos?

 

El ayudante preguntó con cautela. Según los revolucionarios, la sentencia era fusilamiento. Preguntar una vez más era probablemente para añadir un procedimiento de interrogatorio personal, sabiendo que ella había sido la mujer de su superior antes de ser capturada por intento de asesinato, o para discutir el trato específico de la prisionera.

‘¿Por qué lo hizo? ¿Por qué de repente……?’

Su mente estaba llena de preguntas. Pero Maxim ya lo sabía. Esa pregunta no tenía sustancia. Era una ilusión que él mismo había creado a la fuerza, porque no quería creer.

El nombre en clave Easy se había acercado a él porque era una espía, había intentado asesinarlo porque era una asesina.

¿Habría otra razón? No cambiaría nada preguntarle en persona. Se sentía desolado.

……Y Easy. Todavía eres la misma. Me olvidaste.

Estábamos destinados a entrelazarnos de nuevo, exactamente de esta misma manera. No vi ni un paso más allá. Tontamente, al igual que tú me liberaste cuando éramos niños, yo mismo me ofrecí a ser tu perro otra vez.

 

—La verdad, estoy un poco decepcionada. Al menos esperaba que el Comandante fuera diferente.

 

‘¿Qué esperabas de mí?’

 

—No, solo… quería intentar algo así.

 

No, no tú. Yo esperaba algo de ti.

 

—Quiero hacerlo con el Comandante.

 

‘¿Por qué le di un significado que no tenía? Al igual que yo cuando era niño, tú también… solo me usaste. ¿Por qué?’

Sentía que se volvería loco.

 

—Pase lo que pase, no confíes en nadie más. Solo confía en ti mismo y sobrevive a toda costa.

—Por favor, prométele esto a tu madre.

 

Las últimas palabras de su madre resonaban en su cabeza. Haber confiado en alguien. No, haber intentado confiar. Se sentía estúpido por haberse sumido en una ilusión creada por él mismo y haber soñado con un futuro dulce, aunque fuera por un momento.

 

—Simplemente, según el procedimiento……

 

Maxim apretó fuertemente el anillo en su mano y respondió con voz medio ahogada.

 

—Nombre en clave Easy, ejecútenla por fusilamiento.

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Comments for chapter "Capítulo 157"

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1 Comment

  1. Merry

    Ay!!’nn el capítulo se me hizo tan corto jajaja, que pasará, ya quiero saber., quiero que sean felices juntos 🙁

    Estoy obsesionada con esta novela, muchas gracias por el capítulo d hoy Asure! Que tengas una excelente semana.

    julio 28, 2025 at 12:29 pm
    Responder
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