Batalla de Divorcio - BATDIV - Capítulo 156
Era hora de que saliera.
Hoy, Izzy está tardando más de lo normal.
Maxim volvió a sacar su reloj de bolsillo para comprobar la hora. Estaba moviendo la punta de sus zapatos una y otra vez, quizás por la impaciencia.
Salió.
Era obvio que estaba enojada; me vio, pero fingió no hacerlo mientras caminaba.
—Llegas tarde. Ya había terminado hace rato.
Después de ver la función de la noche, Maxim, que la esperaba a la salida del teatro, la saludó y la siguió.
¡Qué indiferente! Ni siquiera volteó.
—¿Ya ni me vas a saludar?
—….…
—O, ¿me estabas esperando en el camerino, mi amor?
Sin duda me había esperado. Easy no respondió, con una expresión de altivez.
Había ido a la capital a ver la función sin avisarle a propósito.
Incluso durante la función, nuestras miradas se cruzaron.
Era lo más normal del mundo. Había estado mirándola desde el mejor asiento sin quitarle los ojos de encima ni un segundo.
—Perdón, pero cambié de estrategia. En lugar de benefactor, seré un fan. Acercándome muy cortésmente.
—Esto no parece muy cortés que digamos. Me está siguiendo sin mi permiso.
Maxim dio pasos largos para adelantarse y se interpuso en el camino de Easy.
Luego, inclinó la parte superior de su cuerpo para mirarla a los ojos.
—Me dijiste que no me muriera. Como gracias a eso no me morí, no me trates como a un fantasma.
—Qué alivio. Que siga vivo.
Qué raro. Normalmente, aunque estuviera enojada, si nuestras miradas se cruzaban, solía reírse sin motivo. Pero hoy, Izzy estaba extraña.
—Vine porque quería verte.
—Vino porque quería acostarse conmigo, seguro.
—¿Cuándo hay tiempo para dormir si Izzy está al lado?
Por lo general, terminábamos discutiendo interminablemente con bromas sin sentido, pero hoy la conversación se cortaba una y otra vez.
Maxim inclinó la cabeza con curiosidad y levantó la comisura de sus labios.
—¿Eh? Dije que vine porque quería estar contigo.
—Entonces, si no hay sexo…….
Easy intentó decir algo, pero dudó.
—¿Si no hay sexo?
—…¿Igual estaría bien para usted?
—¿Por cuánto tiempo? ¿Toda la vida?
Ella sonrió por un segundo. Se le veía conteniendo la risa que se le escapaba.
Una vez que derribaba esa barrera levemente, a partir de ahí las cosas se volvían un poco más fáciles.
Maxim se llevó la mano al pecho, como un noble rindiendo pleitesía a la realeza, e hizo una reverencia.
—Considero que es una tortura bastante cruel, pero si Su Majestad la Reina ordena la castidad, no me queda más remedio que obedecer.
—Ya basta. Sé que el capitán no aguantará.
—Si es muy difícil, puedo resolverlo con mi amante secreta y luego venir.
La provoqué a propósito. Me ignoró con facilidad.
Mi «amante secreta» es solo la mujer del colgante. Izzy no parecía tener el menor interés.
El que se queda con las ganas soy yo.
Jugué y salí perdiendo, pero no importaba porque la persona que quería ver estaba frente a mí.
—¿Hay algo que quieras hacer?
—¿Yo?
—Sí, dime. Haré todo menos sexo.
Easy dudó un momento y luego abrió la boca con cuidado.
—Mmm… quiero ir a comer pastel.
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¡Qué rico come!
Maxim observaba fijamente a Easy, quien, con la barbilla apoyada en la mano, cortaba el pastel con el tenedor y lo metía en su boca sin parar.
Si hubiera sabido que un simple pastel de crema la haría tan feliz, se lo habría comprado mucho antes. No había tenido tiempo, ocupado en el trajín. Demasiado tarde me di cuenta.
Estuvo masticando sin parar. A pesar de tener la boca pequeña, ya casi había terminado una rebanada.
Le había dicho que le daría todo menos sexo. Al ver sus labios llenos de crema y masticando, Maxim tuvo una sucia imaginación: llenarle esa boquita con su pene y correrse.
No se sabía si era consciente o no de que la miraba con ojos oscuros y maliciosos. Cuando Easy terminó su plato, Maxim le ofreció el suyo.
—¿El capitán no va a comer?
Sus ojos redondos eran adorables. Maxim, en lugar de responder, le sujetó la barbilla a Easy y se inclinó. Luego, muack, le lamió la crema de los labios.
—Ya comí.
Quizás fue un acto inesperado, la cara de Izzy se puso roja como un tomate.
—Está delicioso. Vale la pena comerlo con la mente en blanco.
—… Usted, ah, dijo que no haría estas cosas.
Después de todo lo que hizo, ¿es necesario sonrojarse tanto por un beso tan corto?
Hoy estaba actuando de manera inusualmente recatada.
—No dije que no besaría.
—Como sea.
Easy, con el ceño fruncido, miró a su alrededor y susurró en voz baja:
—Como sea, no haga cosas raras en público. Todos nos están mirando.
—Que miren lo que quieran. A mí no me importa.
Maxim entrecerró los ojos con dulzura y añadió:
—Ya sé, así que no refunfuñes y come. Parece que te gusta mucho este pastel.
—Originalmente me gusta todo lo dulce. Y especialmente, este pastel es famoso por ser «el sabor del cielo», pero me daba un poco de vergüenza venir sola… así que no había podido venir.
Era una preocupación realmente trivial, sin importancia.
A él no le interesaban los demás, y odiaba de verdad que la gente hablara sin parar cosas inútiles.
¿Será porque era Izzy? Me parecía inmensamente adorable verla revelar algo que no le había preguntado como si fuera un secreto importante.
—Entonces, la próxima vez volvemos a comer juntos.
No era gran cosa, pero era la primera promesa que Maxim le hacía a Easy.
Significaba que regresaría a salvo, y que estaría a su lado lo suficiente como para compartir esas pequeñas trivialidades.
—……
¿Acaso lo tomaría como palabras vacías?
Izzy permaneció en silencio, con una expresión de alguna manera compleja.
Esto tampoco importaba. Ya se lo mostraría con hechos más tarde. Decidido, Maxim cortó un trozo de pastel con el tenedor y lo acercó a los labios de Izzy.
—Vamos, come rápido. Y luego vamos a tener una cita decente.
En cuanto el dulce tocó sus labios, ella lo aceptó por reflejo como un pajarito, Maxim soltó una carcajada.
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Después de la función, a esas horas de la noche, las opciones eran limitadas.
Habían decidido tener una cita «decente», así que beber alcohol estaba descartado. Simplemente pasearon por el mercado nocturno, caminaron y caminaron juntos por las calles iluminadas.
De repente, Easy se detuvo frente a un viejo teatro de vodevil. Justo a tiempo, la función de medianoche estaba a punto de comenzar.
No era un lugar de renombre, sino uno donde actores de tercera presentaban comedias mediocres por unos pocos centavos.
—Capitán, me duelen las piernas. ¿Y si entramos aquí?
—¿En serio?
—Sí, siempre me pregunté cómo se sentiría ver una obra de otros.
No es que no hubiera otras funciones además de esos teatros baratos. Si hubieran elegido otro día, habría óperas con actores profesionales, conciertos o ballets.
Dejar de lado esas buenas opciones para ir a un vodevil tan deprimente… Normalmente, jamás habría puesto un pie en un lugar así, pero aun así…
Hoy habían decidido hacer algo diferente, algo que no fuera sexo.
—Está bien.
Impulsivamente, entraron sin siquiera mirar de qué se trataba la obra.
Y para Easy, a quien le encantaban los dulces, Maxim compró una bolsa entera de caramelos que vendía un vendedor ambulante y la llevó consigo.
El interior del teatro estaba oscuro. Estaba casi completamente a oscuras, excepto por el escenario iluminado.
¿Sería por la hora tardía? Los asientos estaban escasamente ocupados. Había todo tipo de público: borrachos con un fuerte olor a alcohol, despatarrados en sus asientos; trabajadores cabeceando, agotados después de un duro día de trabajo; y cortesanas que pasaban el rato con sus clientes.
Ellos se sentaron a propósito en el rincón más alejado, separados de los demás espectadores.
No recordaba de qué trataba la obra. Solo sabía que era un melodrama con una historia de amor infantil. Pero Easy la observaba con ojos serios.
En lugar de la obra, Maxim solo miraba el rostro de Easy.
Ella era más clara en su desarrollo, más hermosa y más interesante que la obra de teatro de baja calidad.
Cuando había una escena divertida, se reía con la inocencia de una niña, como si le pareciera lo más gracioso del mundo.
Cuando sus ojos se entrecerraban dulcemente, al ver sus pestañas revolotear como mariposas, por extraño que parezca, quería tocarlas con la punta de los dedos.
En las escenas tristes, lloraba. Cuando grandes lágrimas caían de sus ojos enormes, en lugar de sentir lástima, solo pensaba lo hermosa que se veía al llorar. Sinceramente, ver sus pestañas húmedas y pesadas por las lágrimas era un espectáculo.
¿Será por eso? Cuando se entregaban a la pasión, él la arrinconaba a propósito, la molestaba y la hacía llorar.
Ya la había visto llorar antes. Y era adorable verla frotarse los ojos húmedos con el dorso de la mano, fingiendo que nadie la había visto.
Quizás era un deseo excesivo, pero deseaba que tanto su risa como su llanto fueran solo para él.
¿Cuánto tiempo había pasado? Easy apoyó suavemente la cabeza en el hombro de Maxim.
—¿Por qué, tienes sueño?
—No, solo… Quería hacer algo así.
Volvía a hacer cosas que no solía hacer. Izzy esta noche era realmente extraña. Tenía muchas más demandas de lo usual y actuaba de forma inusualmente caprichosa.
Dicen que si una persona hace cosas que no acostumbra, se muere. Pensé si acaso se estaba yendo a morir, pero a la vez, me sentía tan bien que no paraba de sonreír.
No sabía cuánto había anhelado el momento en que Izzy se apoyaría en él. Su pecho se hinchaba de alegría, pero al mismo tiempo se sentía extraño.
—¿Estoy pesada?
Lo miró fijamente sin decir nada, y debió parecerle extraño. Cuando Easy le preguntó con los ojos muy abiertos. ¡Choc! Maxim inclinó un poco la cabeza y le dio un beso corto.
—No, es que eres bonita.
¡Choc, choc!
Con pesar, la besó un par de veces más. Le apretó la mano de Izzy, que descansaba sobre su rodilla, conteniendo a duras penas su deseo de ser indecente.
Pero.
—Capitán.
En el momento en que giró la cabeza al oír su llamada, sus labios se unieron suavemente.
—… ¿Nos vamos a dormir ahora?
—Dijiste que no tenías sueño. Parece que sí.
—No.
¡Choc!
Con otro breve beso, Easy susurró suavemente:
—Quiero estar con usted, Capitán.
Era la primera vez. La primera vez que Easy deseaba el sexo. Y también sería la última.
Asure: Un lector me dice porque uso Izzy y Easy, explico: El autor para monólogos y diálogos de Maxim, usa Izzy; el reto Easy. Obvio que si usas GT va ser todo Izzy, pero la realidad es otra. Espero sea ayuda
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Merry
Gracias por el capítulo de este día Asure! Maxim está perdido pro Izzy 🤭 me encanta
Y como que la ultimaaaaa, tan pronto, se separaran y le
Harán cocowash a ella 🤭 …
Bonito fin de semana
Merry
Gracias por la aclaración de Izzy e Easy
✨🫰