Batalla de Divorcio - BATDIV - Capítulo 116
Después de la reciente purga de espías, Maxim parecía preocupado por el estado de su esposa, quien debía haber estado interiormente conmocionada.
Aunque siempre la había protegido, su actitud hacia Daisy se volvió aún más cautelosa, como si estuviera tratando con cristales.
—Daisy, ¿quieres ir a Therese?
No solo eso, Maxim incluso le sugirió que visitara a su familia.
—¿A Therese? Ah, no… no hay necesidad… ¿Por qué de repente?
—Ha estado tan ocupada últimamente, ¿no? Y el ambiente en la mansión es un poco agitado. Creo que sería bueno que fuera y descansara bien.
Daisy se sentía aún más confundida por la actitud de su esposo.
Noah fue ejecutado por poseer veneno. Se desconocía si había otras razones o antecedentes que hubieran levantado sospechas.
De hecho, incluso intentar saber sobre ese asunto era algo que se hacía con mucha cautela.
En esta situación, Maxim no tocó a Rose y, en cambio, le propuso que fuera a Therese.
—No te preocupes por mí y ve a descansar. Puedes quedarte a dormir unos días con Rose.
—De verdad estoy bien… Además, la tía se sentirá sola.
—Es que yo no estoy bien. Simplemente me siento mal por haberte mostrado un lado tan rudo, tengo miedo de que si te cansas, huyas… No consigo sentirme tranquilo.
—……
—Mi tía fue quien primero se preocupó por usted. Me preguntó si no sería buena idea que fuera a visitar a tu familia un tiempo.
‘Así que la tía también estaba preocupada por eso’
Maxim también parecía seguir inquieto.
—Han salido artículos en el periódico sobre los espías. Usted también estuvo a punto de salir lastimada, así que aunque no lo digan en Therese, estarán muy preocupados por ti.
—……
—En cuanto terminen estos asuntos, me pegaré a usted hasta que se harté. Así que aproveche la oportunidad para tomar un respiro y vaya.
Al decir esto, se le hizo aún más difícil rechazarlo.
Él no parecía haberse dado cuenta de que Noah tenía conexiones con Therese.
O, ¿será que… lo sabía todo y, por el contrario, quería vigilarla?
Su cabeza le dolía, incapaz de entender sus intenciones.
Si realmente no le importaba, parecería extraño decir que no iría de todos modos.
Y en caso de que intercambiaran cartas, dando margen a la censura, pensó que sería menos arriesgado hablar directamente.
De todos modos, en Therese era posible un encuentro íntimo y, sobre todo, su seguridad estaba garantizada.
Así, Daisy decidió visitar la mansión de Conde Therese junto con Rose.
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Una atmósfera densa se posó en la sala de estar.
—Me enteré de la noticia. Dicen que hubo un gran alboroto en Waldeck.
La mirada de Conde Therese también estaba inusualmente baja. Daisy observaba fijamente a Conde Therese, que estaba sentado frente a ella junto a Rose.
—Lamento lo de Noah. Al menos me alegro de que ustedes no hayan resultado heridas.
—¿El Jefe le ordenó a Noah que envenenara al Gran Duque directamente?
Rose preguntó sin rodeos, Conde Therese soltó una risa ahogada.
—¿De qué estás hablando?
—Le encontraron veneno a la chica que trabaja en la cocina. Entonces, ¿cómo debemos interpretar eso?
—Cada misión debe mantener la seguridad. ¿Lo olvidaste? ¿Qué te pasa de repente? ¿Actúas como una aficionada?
—¿Es eso lo que nos va a decir ahora? Al menos a nosotras, que estamos en Waldeck, debería habernos dado una pista. Así podríamos habernos preparado.
La vena del cuello de Rose se hinchó.
—Ese día, le volaron la cabeza justo frente a mis ojos. No lo arrastraron a una sala de tortura para matarlo, sino que ese lunático le disparó y lo mató a la vista de todos. Daisy y yo casi morimos como perros, ¿y usted se ríe?
Era la primera vez.
La primera vez que Rose se rebelaba tan abiertamente contra Conde Therese.
Siempre solía refunfuñar por lo bajo, pero nunca se negaba a una misión y la llevaba a cabo dócilmente. Su voz al discutir era bastante exaltada.
—Sí. Fui un poco descuidado con ustedes. Lo admito y me disculpo. Lo siento.
—……
—Ahora que lo pienso, no di una orden para que se hiciera de inmediato. Fue solo una medida preventiva. No podemos dejar que nuestras princesitas se manchen las manos de sangre, ¿verdad?
Cuando Conde Therese admitió francamente su error, Rose, con una expresión aún insatisfecha, se vio obligada a guardar silencio.
—¿Daisy está bien?
Conde Therese, girando la mirada hacia Daisy, preguntó con cautela.
No, no estaba bien. Un colega había muerto ante sus ojos y sentía como si finalmente hubiera despertado de un sueño.
Para Daisy, que estaba aturdida como si le hubieran echado un cubo de agua fría, su falso esposo seguía siendo amable y atento.
A pesar de que para él era algo natural, le pidió comprensión y perdón, confesando su pasado como si realmente se hubieran convertido en una familia.
Y, maldita sea.
Daisy no pudo evitar comprender su historia de odio hacia la facción revolucionaria.
—…Te amo.
—¿Sin importar qué tipo de persona sea yo…?
A la pregunta que había soltado impulsivamente, él respondió sin dudar:
—Por supuesto.
Me odiaba a mí misma por ceder, en el fondo, a esos dulces engaños. Era lo peor.
—…Estoy bien.
En momentos como este, Daisy respondía conscientemente. Que estaba bien. Se auto-adoctrinaba con cada respuesta.
‘Todo estará bien’
Se tranquilizaba repetidamente.
—Qué alivio. Se los digo porque deben saberlo: la situación no es nada buena. Según informes de inteligencia, uno de los agentes del lado de la Reina fue descubierto y confesó que había un espía en Waldeck. Quizás por eso el Gran Duque estaba tan obsesionado con encontrarlo.
—……
—Yo también lamento esta situación, es una lástima por el difunto Noah… pero soy el líder y no puedo evitar pensar desde la perspectiva de la organización. Afortunadamente fue Noah, si ustedes hubieran sido descubiertas, las cosas se habrían complicado mucho.
Therese murmuró con un tono calmado.
La imagen de Noah, sonriendo y guiñando un ojo como si intuyera el final, apareció vívidamente ante sus ojos.
Y ese pudo haber sido el final de Rose, o su propio final. Daisy se mordió el labio inferior con fuerza.
—Hace mucho tiempo que la vida de la gente común estaba en ruinas, y finalmente estalló una guerra, por lo que buscábamos responsabilizar a la realeza. Ya sabrán que la opinión pública se inclinaba en esa dirección incluso antes de la guerra.
No era una mentira. Incluso sin la guerra, el apoyo a la monarquía había disminuido notablemente debido a las sucesivas hambrunas. La organización pensó que la guerra pondría fin a eso.
Pero el héroe de Antika, Maxim von Waldeck, había revertido la situación en un instante con una victoria inesperada.
Intentaron llevar a cabo la abdicación según la recuperación temporal del sentimiento popular, pero Maxim se alió con la Reina, y la historia cambió por completo.
—Como habrán visto en los periódicos, a pesar de muchos rumores y problemas, la alianza de Gran Duque Waldeck con el lado de la Reina parece ser segura. Aunque tiene un defecto de linaje en comparación con el Príncipe Heredero, esa parte parece estar estimulando el apoyo del pueblo.
—……
—Se ha vuelto muy problemático.
La mayoría de los medios ya eran favorables a Maxim.
Y desde cierto momento, incluso los medios con una inclinación algo tibia hacia Egonia, comenzaron a publicar artículos favorables no solo sobre Maxim, sino también sobre Daisy, la Gran Duquesa de origen plebeyo.
Era evidente que había algún tipo de acuerdo con la Reina.
De este modo, se desató la «responsabilidad por la guerra», creando una confrontación entre el Príncipe Heredero, que representaba a las viejas fuerzas responsables de la guerra y la ruina del pueblo, Maxim, el héroe que salvó la nación y era cercano al sentir popular.
Naturalmente, la opinión pública estaba del lado de Maxim, y el actual rey, al haber expresado también su voluntad de abdicar, debía tomar una decisión.
A medida que la opinión pública se inclinaba, la opinión del Parlamento, que votaba por la elección del rey, también se inclinó inevitablemente hacia Maxim.
Para la facción revolucionaria, que fundamentalmente buscaba la disolución de la realeza, este se había convertido en el escenario menos deseado.
—Y no se puede negar que tu popularidad, Daisy, también contribuyó a eso. ¿Lo admites?
—……
—Después del evento de caridad, te convertiste en la santa de Antika. No fue un evento social formal de nobles, sino que realmente ayudaste a los niños del orfanato, lo que parece haber impresionado a la gente. Por eso, el lado de la Reina parece haber dado un paso atrás, pensando en la opinión pública, y no forzó una alianza matrimonial con la princesa.
Daisy pensó que si no cumplía bien con su deber como Gran Duquesa, sería atacada.
Se había esforzado mucho porque creía que eso la llevaría a una alianza matrimonial con Princesa de Egonia. Pero ahora se daba cuenta de que, en cambio, había sido un movimiento en falso.
—Si Maxim von Waldeck asciende al trono y se alía incluso con las fuerzas de Egonia, nuestra gran causa se irá al traste.
Además, las preocupaciones que habían tenido se hicieron realidad.
—……Parece que tendremos que asesinar al objetivo antes de que la situación avance más.
Las palabras que Conde Therese pronunció con tanta naturalidad hicieron que Daisy sintiera como si le hubieran echado agua fría.
—¿Matar… al Gran Duque?
Cuando Rose preguntó, sorprendida, Conde Therese lo reiteró.
—Sí. Eso sería lo más seguro para evitar futuras complicaciones. Si lo hacemos ahora, podemos culpar al lado del Príncipe Heredero.
Él estaba tan tranquilo que parecía no importarle decir algo tan grave.
—Daisy, ¿podrías… llevar a cabo esta misión?
Asure: Ahahaha tmr …. esto me recuerda a otra novela, en diferente trama xD
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Merry
Aaaaaaah 🙁
Se está poniendo muy bueno esto!
Gracias Asure!